Iberdrola, Endesa y EDP claman contra el anteproyecto a las renovables del Gobierno

Las compañías ven peligrar sus planes de inversión, temen pérdidas y amenazan con romper el pacto del cierre de las centrales nucleares

Imagen de un parque eólico flotante. Foto: Nicholas Doherty

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Empresas eléctricas españolas han clamado este lunes contra la iniciativa del Gobierno por su intención de «minorar los beneficios» de las compañías que no producen emisiones de CO2 y alertan de que, si no hay cambios, peligran las inversiones e incluso el acuerdo para el cierre de las plantas nucleares.

Así lo han reflejado Iberdrola, EDP, Endesa y el grupo al que pertenece, el italiano Enel, en el seno de la conferencia mundial sobre la energía, una cumbre en la que las eléctricas españolas han cuestionado ante los inversionistas el anteproyecto del Gobierno de reducir los beneficios que las empresas que no emiten CO2 obtienen respecto a las competidoras que tienen que pagar por esa inversión de gases, lo que se denomina «beneficios caídos del cielo». Esto podría comprometer el papel de Iberdrola en España, según la empresa.

El beneficio «caído del cielo» resulta de que los dos tipos de empresas, tanto las que emiten CO2 como las que no, obtienen el mismo tipo de beneficios de la producción de energía marcados por el mercado pero, por otra parte, las empresas que emiten CO2 tiene que pagar un gravamen extra por la emisión de partículas y gases contaminantes.

El Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez presentó el pasado 1 de junio este anteproyecto de ley con el objetivo de percibir hasta 1.000 millones de euros anualmente, que irán destinados, por un lado, a reducir las tarifas de la luz casi un 5% a los consumidores y un 1’5% a la gran industria y por el otro, a que las autonomías puedan elaborar planes de protección de las personas en situaciones vulnerables y financiar los costes de las renovables.

Las eléctricas españolas han analizado que, si pierden parte de este margen de beneficios, se reducirá su atractivo de cara a los inversores, lo que dificultará la proliferación de eléctricas sin emisiones y dificultaría la transición de las compañías que sí son emisoras pero están cambiando su modelo productivo para dejar de serlo.

Y es que el Credit Suisse ha publicado un informe en la que los inversores participantes en la cumbre energética preguntaron a las compañías españolas por «impuestos inesperados» del Gobierno. Por otra parte, los analistas de Credit Suisse han considerado que en el resto de países de la UE los gobiernos no seguirán la tendencia española sobre la aplicación de gravámenes.

En el informe, los analistas han considerado que la propuesta de reducción de beneficios del Gobierno es muy negativa para el sector y que el plan de inversión presentado por Iberdrola tendrá que ser revisado detenidamente porque puede no ajustarse a sus objetivos al no tener en cuenta la pérdida de estos beneficios. Iberdrola, por su parte, ha ido un paso más allá y ha amenazado con que el pacto con el Ministerio para el cierre de las nucleares «se considera roto».

Endesa, además, ha calculado que estas medidas tendrán un impacto de unos 400 millones de euros en el resultado bruto de explotación (ebitda).

En este sentido, su grupo matriz, Enel, ha opinado en la cumbre que el asunto debería pasar a la UE para tener un debate sobre cómo redefinir el mercado eléctrico en la Unión y como rediseñarlo para incorporar la producción de energías renovables. A su vez, opina que será difícil que el anteproyecto del Gobierno encuentre apoyos dentro del Congreso y ha deseado que la Comisión Europea se oponga a la iniciativa.

Andoni Berná Calvo

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