Esta icónica empresa de fotos a un paso de la quiebra: no puede hacer frente a la deuda de 500 millones

Si bien en sus inicios supo adaptarse rápidamente a las necesidades de la sociedad, ha encontrado algunas dificultades para reinventarse ante el auge de la imagen digital

Kodak. Quiebra.

«Usted aprieta el botón, nosotros hacemos el resto». Con este mítico eslogan popularizó sus productos la mítica empresa de fotografía Kodak, que arrancó su actividad hace más de un siglo en Estados Unidos y ahora está a un paso de la quiebra. A pesar de que la fotografía en esos tiempos no era un negocio masivo, el diseño de la cámara para que fuera accesible para todo el mundo encumbró a la firma hacia el éxito.

Si bien en sus inicios supo adaptarse rápidamente a las necesidades de la sociedad, el auge de la imagen digital ha complicado el negocio de la compañía, que ha encontrado algunas dificultades para reinventarse. Más de una década después, la compañía podría encontrarse al borde de repetir un oscuro capítulo de su historia, cuando se vio abocada a solicitar la bancarrota.

Kodak contrae una deuda de 500 millones

Kodak ha visto desplomarse sus acciones por encima de un 25% después de advertir a sus inversores que corre el riesgo de no seguir operando en el país por mucho más tiempo. Concretamente, la firma ha advertido que no cuenta con financiación comprometida, ni tampoco tiene liquidez para pagar la deuda que ha contraído por valor de 500 millones de dólares, una cifra que equivale a poco más de 426 millones de euros.

Quiebra.

La firma ha advertido que no cuenta con financiación comprometida, ni tampoco tiene liquidez para pagar la deuda que ha contraído por valor de 426 millones de euros. Foto: Kodak.

«Estas condiciones plantean dudas sustanciales sobre la capacidad de la empresa para continuar como negocio en marcha», ha aseverado la compañía de fotografía, que también ha dado a conocer recientemente que ha logrado salir de pérdidas y se ha anotado unas ganancias de 21,32 millones de euros tras registrar números rojos superiores a los 22 millones de euros.

A pesar de ello, ha señalado ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), que tiene una deuda con vencimiento dentro de doce meses que no podrá afrontar con las obligaciones establecidas en el caso de que venza según sus «términos actuales.

Oscuro capítulo en la historia de Kodak

Cabe recordar que la compañía del sector de la fotografía se declaró en bancarrota hace más de una década, cuando la imagen digital hizo tambalear al negocio tradicional de película, que se volvió cada vez más irrelevante. En ese momento, la compañía venía registrando pérdidas de 124 millones de euros y contaba con una cifra de negocio de 1.026 millones de euros.

La compañía, con sede en Rochester, también había amasado una deuda por valor de 5.031 millones de euros. Entre los motivos que le llevaron a acumular el pasivo figuraban los altos costes de las pensiones, así como el retraso en aceptar la tecnología de las cámaras digitales.

Tras declarar la quiebra, la justicia estadounidense dio luz verde a un plan para que emergiera como una empresa de imagen digital más pequeña. El juez federal del Tribunal de Bancarrota de Manhattan, Allan Gropper, se mostró convencido de que la compañía, pionera de la fotografía, podría comenzar a recuperar su posición en el mercado del país norteamericano una vez saliese de la delicada situación.

Una vez dejaron atrás la quiebra, la empresa se fijó como objetivo convertirse en una empresa líder en tecnología para servir a los grandes y crecientes mercados de imágenes comerciales. Para lograrlo, apostó por contar con una estructura más austera, pero también una hoja de balance más sólida.

Después de liquidar activos, se concentró principalmente en productos comerciales como la tecnología de impresión digital de alta velocidad y el empaque flexible de bienes de consumo. En ese contexto, se fijó como meta alcanzar unos ingresos de 1.863 millones de euros, la mitad de los que tenía al entrar en quiebra.

A pesar de que la entrada en quiebra resolvió una importante disputa acerca de las pensiones de los jubilados y le permitió forjar un plan de reestructuración para saldar la deuda contraída con los acreedores, no logró obtener un valor significativo para su cartera de patentes, lo que le empujó a vender sus negocios esenciales.

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