José Elías cambia de sector: la nueva inversión que podría realizar próximamente

El empresario español José Elías

El empresario español José Elías. Foto: Linkedin José Elías

José Elías, uno de los empresarios más activos del panorama empresarial español, ha dejado entrever en una reciente conversación que podría diversificar su portafolio de inversiones hacia el sector avícola, concretamente en una granja de pollos destinada a la producción cárnica. Aunque conocido por sus participaciones en compañías de energías renovables como Audax y por su implicación en el sector de las telecomunicaciones, Elías no descarta abrir una nueva línea de negocio vinculada al consumo de proteínas animales.

Una propuesta que podría materializarse

La revelación se produjo durante una charla informal en BLV Podcast, en la que Elías propuso seriamente la compra de una granja de gallinas, con una inversión estimada de 750.000 euros. En tono distendido, el empresario tentó a su interlocutor con una posible participación minoritaria. “Todo el mundo come huevos”, aseguró, mientras describía su visión de futuro centrada en una dieta basada en pollo y vegetales.

Aunque la conversación tenía matices de broma, el fondo de la propuesta parece serio, especialmente teniendo en cuenta que el propio Elías valoró abiertamente la posibilidad de cubrir la inversión parcialmente con financiación externa. “Un trocito te la compro”, afirmaba su interlocutor, evidenciando que la iniciativa tiene potencial para convertirse en un proyecto conjunto entre varios socios.

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El valor estratégico de la proteína animal

Lejos de ser un capricho momentáneo, la apuesta por el sector avícola responde a una lógica de mercado clara. En tiempos donde la alimentación sostenible y la proteína accesible ganan peso, la carne de pollo se ha convertido en una opción preferente por su bajo coste, su versatilidad y su perfil nutricional.

José Elías señaló que ve el futuro alimentario cada vez más centrado en productos como el pollo y la lechuga, en referencia a hábitos de consumo más saludables y económicos. “Yo como ensalada con pollo todos los días”, confesó, en línea con las tendencias actuales hacia una dieta rica en proteínas y baja en grasas. Además, hizo hincapié en la funcionalidad del huevo como alimento rápido y nutritivo, algo que también justificaría una inversión en el sector avícola, no solo en carne, sino potencialmente también en producción de huevos.

Una inversión modesta, pero con proyección

Aunque la cifra de 750.000 euros no se encuentra entre las grandes operaciones habituales del empresario, lo cierto es que puede tratarse de una inversión estratégica. El negocio de la cría de pollos tiene una barrera de entrada baja y una demanda constante, lo que lo convierte en un nicho interesante dentro del mercado alimentario.

Elías no tiene intención de abandonar sus inversiones principales, pero sí parece interesado en diversificar su cartera en sectores menos expuestos a los vaivenes financieros, y más ligados al consumo esencial. En este sentido, una granja avícola puede ofrecer márgenes estables y una rápida rotación de producto, algo muy valorado en tiempos de incertidumbre.

El futuro alimentario, según Elías

Más allá de la anécdota, la reflexión de José Elías encaja en un discurso empresarial más amplio, centrado en la sostenibilidad y la resiliencia de las inversiones. La alimentación, junto con la energía y las telecomunicaciones, es uno de los sectores menos cíclicos y con mayor previsión de crecimiento, especialmente si se combina con procesos de producción eficientes y respetuosos con el medio ambiente.

No sería extraño que esta incursión en el sector avícola fuera solo el primer paso hacia un modelo de negocio más ambicioso que involucre tecnologías de eficiencia, automatización en granjas o incluso distribución directa al consumidor.

A sus 47 años, José Elías demuestra una vez más su capacidad para detectar oportunidades fuera del radar tradicional. Desde las energías limpias hasta la conectividad digital, y ahora la producción de alimentos básicos, el empresario vuelve a poner el foco en sectores esenciales que definen la economía del futuro. La granja de pollos, aunque modesta en escala, podría ser el símbolo de un nuevo tipo de inversión donde la visión, la sostenibilidad y la necesidad cotidiana se cruzan.

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Alba Carbajal

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