Quiebra inminente: famosa cadena de supermercados echa el cierre a 60 locales
La emblemática cadena minorista enfrenta cambios profundos que desatan rumores y temores sobre su estabilidad financiera
Un supermercado Kroger. Foto: Tripadvisor
Una de las cadenas de supermercados más longevas y reconocidas de Estados Unidos, Kroger, ha anunciado el cierre progresivo de 60 de sus establecimientos en distintas regiones del país. Esta noticia ha generado una ola de especulaciones sobre una posible quiebra inminente de la compañía, aunque desde su cúpula directiva insisten en que se trata de una maniobra estratégica para optimizar operaciones.
Fundada en 1883 y con más de 2.700 tiendas activas a lo largo de 35 estados, Kroger es un actor clave en el panorama del retail estadounidense. La magnitud de su red y su histórica trayectoria han hecho que el reciente anuncio cause alarma tanto en consumidores como en inversores.
Los cierres comenzarán en el estado de Texas y se extenderán por al menos 18 meses, según ha informado la compañía. Las tiendas afectadas han sido seleccionadas por su bajo rendimiento económico y su escasa contribución al balance general del grupo. Este ajuste busca redistribuir recursos hacia zonas con mayor potencial de crecimiento.
Una reconfiguración para resistir la quiebra en el nuevo mercado
En palabras de Ronald Sargent, presidente y CEO interino de Kroger, esta medida responde a una “reubicación estratégica de recursos” más que a una situación crítica de insolvencia. Según explicó, la empresa está enfocada en reforzar su rentabilidad mediante el traslado de operaciones hacia ubicaciones con mejores márgenes y mayor volumen de ventas.
Kroger también anunció que planea abrir 30 nuevas tiendas en zonas estratégicamente seleccionadas para el año 2026, lo que refuerza su intención de mantenerse como un competidor relevante en el cambiante entorno del comercio minorista. Esta expansión irá de la mano con una transformación interna orientada a la eficiencia y la adaptación tecnológica.
El auge del comercio electrónico, la presión de rivales como Walmart y Amazon, y los cambios en los hábitos de consumo post-pandemia son factores clave que están obligando a los gigantes del retail a reformular sus estrategias. Kroger no es la excepción, y esta ola de cierres parece ser una respuesta directa a esas nuevas exigencias del mercado.
¿Crisis o evolución empresarial?
Aunque los rumores sobre una posible quiebra han cobrado fuerza en redes sociales y medios de comunicación, la empresa ha sido clara al desmentirlos. De hecho, Kroger mantiene una posición financiera relativamente sólida y continúa operando bajo múltiples marcas subsidiarias como Ralphs, Smith’s, King Soopers y Fred Meyer, lo que le otorga una gran capilaridad y diversificación.
Los expertos señalan que, si bien el cierre de 60 tiendas no es una decisión menor, no representa necesariamente una señal de bancarrota. Se trataría más bien de una evolución natural en un entorno altamente competitivo, donde sobrevivir exige capacidad de adaptación y decisiones firmes, aunque impopulares.
El propio sector minorista ha visto en los últimos años movimientos similares en otras compañías que han optado por achicar su tamaño para ganar agilidad y reducir costes. Así lo han hecho también marcas como Macy’s o Walgreens, que han cerrado establecimientos con bajo desempeño para reforzar su red de tiendas más rentables.
Impacto laboral: una reubicación masiva
Uno de los puntos que más inquietud ha generado es el impacto que esta reestructuración tendrá sobre los trabajadores de las tiendas afectadas. En este sentido, Kroger ha afirmado que ofrecerá a sus empleados la posibilidad de ser transferidos a otras sucursales o integrarse a las futuras aperturas.
Para quienes decidan no continuar, la empresa asegura que se les proporcionará una indemnización conforme a la normativa vigente, así como apoyo para su transición laboral. Aun así, el cierre de 60 tiendas podría dejar a miles de trabajadores en una situación de incertidumbre, especialmente en regiones donde la compañía es un importante empleador.
Los sindicatos del sector ya han comenzado a movilizarse para garantizar que los derechos de los trabajadores sean respetados durante todo el proceso, exigiendo transparencia y garantías de estabilidad para los puestos que sí permanecerán activos.
Un futuro en juego para un ícono del retail estadounidense
Kroger ha sabido mantenerse como un referente en el retail alimentario durante más de 140 años, atravesando crisis económicas, guerras mundiales y grandes transformaciones sociales. Sin embargo, el contexto actual impone retos sin precedentes, y la compañía se ve forzada a tomar decisiones drásticas para no perder competitividad.
La reorganización que hoy vive Kroger es, según sus directivos, parte de un proceso más amplio de modernización e inversión en innovación. El foco está puesto en mejorar la experiencia de compra, integrar soluciones digitales, expandir su red en zonas con mayor demanda y, sobre todo, aumentar su rentabilidad global.
Pese al temor inicial que ha generado este anuncio, la compañía sigue apostando por su permanencia en el mercado, aunque con una estructura más ágil y focalizada. El tiempo dirá si esta apuesta estratégica permitirá a Kroger mantener su lugar en el podio del retail o si, como temen algunos analistas, es el primer paso hacia un proceso más profundo de contracción.
El cierre de 60 tiendas por parte de Kroger ha encendido las alarmas en el sector, pero la empresa insiste en que no se trata de una bancarrota, sino de una reestructuración para adaptarse a los desafíos del futuro. Aunque las dudas persisten, la cadena busca mostrarse firme y optimista de cara a los próximos años.
La transformación ya está en marcha, y los próximos meses serán decisivos para saber si esta medida marcará una recuperación sostenida o el comienzo de un declive difícil de revertir. Por ahora, Kroger sigue abierta, aunque con menos puertas.