BBVA lanza su OPA sobre Sabadell: plazos, requisitos y puntos clave para los accionistas
El éxito de la OPA está condicionado a la aceptación de, al menos, el 50,01% del capital social de Sabadell

Sedes de BBVA y Sabadell.
La OPA hostil de BBVA sobre Banco Sabadell ha entrado en su recta final tras más de 16 meses de intensos movimientos en los mercados, negociaciones y debates regulatorios.
La operación, autorizada el pasado viernes por la CNMV, marca un hito para el sector financiero español: más de 200.000 accionistas están llamados a decidir si aceptan una fusión que pretende transformar el panorama bancario nacional y europeo en el último trimestre de 2025.
El plazo de aceptación de la OPA comienza el lunes 8 de septiembre y se extenderá hasta el 7 de octubre, con posibilidad de ampliación a 70 días previa comunicación a la CNMV.
Durante este periodo, los accionistas podrán acudir al canje de sus títulos de Sabadell por una acción nueva de BBVA y 0,70 euros por cada 5,5483 acciones del banco catalán. El consejo de administración de Sabadell dispone de diez días (hasta el 18 de septiembre) para pronunciarse oficialmente sobre la operación.
El resultado de la OPA se publicará el 14 de octubre, procediendo a la liquidación entre el 17 y el 20 de ese mes. El proceso puede realizarse presencialmente en oficinas de BBVA, por vía telefónica o por medios electrónicos ante la entidad depositaria de las acciones.
El banco no cobra comisiones por la aceptación, aunque cada intermediario puede aplicar sus propias tarifas; BBVA asume los gastos de canje si la operación se realiza a través de la red BBVA o los teléfonos habilitados para ello.
BBVA: Primas y factores regulatorios
La operación llega marcada por tensiones entre ambas entidades: el presidente de Sabadell, Josep Oliu, ha reiterado públicamente que la oferta de BBVA “incluso es peor” que la rechazada oficialmente en mayo de 2024. El consejo de Sabadell señala que, a precios actuales, los accionistas perderían más del 8% de su inversión si acuden a la OPA, dejando de cobrar el dividendo extraordinario previsto tras la venta de la filial TSB en 2026.
La propia cotización de Sabadell estos días se sitúa un 8% por encima del precio ofrecido por BBVA, a pesar de que la entidad vasca defiende que su oferta incluye una prima del 30% sobre el precio previo al anuncio y del 42% sobre la media ponderada del mes anterior a la opa.

Analistas financieros especulan con una posible mejora del precio en el tramo final del proceso y la aparición de un ‘caballero blanco’, pero BBVA insiste en que la oferta es “muy atractiva” y no compromete formalmente cambios en las condiciones previstas.
El éxito de la OPA está condicionado a la aceptación de, al menos, el 50,01% del capital social de Sabadell (excluyendo autocartera), aunque el folleto habilita la posibilidad de rebajar el umbral al 30%.
El Gobierno ha exigido que ambas entidades mantengan autonomía operativa durante al menos tres años, prorrogables por otros dos, lo que ralentiza la fusión completa y sitúa la previsión de sinergias en 900 millones de euros y su consecución para 2029.
La banca española
La fusión propuesta por BBVA responde al objetivo de crear bancos de gran escala capaces de competir en Europa, diversificando ingresos y aumentando el crédito a la sociedad. Paradójicamente, el momento de esta OPA supone que los negocios de mercados desarrollados adquieran más peso frente a filiales en México y Turquía, diluyendo riesgos específicos de cada geografía.
Entre los compromisos regulatorios figuran la inclusión financiera y el mantenimiento de ofertas para pymes, así como la supervisión de la política de dividendos. La integración tecnológica y la negociación con proveedores son las fuentes principales de ahorro previstas, aunque también se incluyen ajustes de plantilla y cambios de gobernanza corporativa en Sabadell.