El fracaso de la OPA del Sabadell libera al BBVA en Madrid Nuevo Norte
El revés en la opa sobre el Sabadell libera más de 11.000 millones de euros que BBVA podrá destinar a reforzar su papel en Madrid Nuevo Norte

El presidente de BBVA, Carlos Torres, y el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu.
El fracaso de la OPA de BBVA sobre Banco Sabadell, aceptada solo por el 25,33% de los accionistas del banco catalán, no solo pone fin a una de las operaciones corporativas más ambiciosas del sector bancario, sino que también abre una ventana de oportunidad para reforzar otros frentes estratégicos como el mayor desarrollo urbanístico de Europa: Madrid Nuevo Norte.
El pasado jueves, la CNMV confirmaba lo que muchos en el parqué ya intuían: BBVA no logró alcanzar el 50% del capital de Sabadell necesario para que la operación tuviera éxito.
Ni siquiera el 30% que le habría permitido lanzar una segunda OPA en efectivo. Tras 17 meses de esfuerzos, la entidad presidida por Carlos Torres tuvo que admitir la derrota.
Pese al golpe reputacional que supone el fracaso, el mercado ha reaccionado con cierta complacencia. Analistas de XTB y Citi ya habían advertido que, en caso de no prosperar la OPA, BBVA saldría reforzado desde el punto de vista financiero, al conservar su capacidad de capital y su flexibilidad para futuras inversiones.
No en vano, la operación suponía un desembolso potencial cercano a los 11.500 millones de euros, una cifra que ahora podrá destinarse a otros proyectos o a incrementar la retribución al accionista.
Pero más allá de los dividendos, el foco vuelve a Madrid Nuevo Norte, un proyecto en el que el banco mantiene una participación mayoritaria junto a Merlin Properties (14,45%) y Grupo San José (10%).
El desarrollo, que transformará la zona norte de la capital con 10.500 viviendas, más de treinta edificios de oficinas y una nueva torre de 330 metros, exigirá una inversión total superior a 8.300 millones de euros por parte del banco.
Hasta hace apenas unos meses, los analistas daban por hecho que el banco podría verse obligado a desinvertir parcialmente en Madrid Nuevo Norte para liberar recursos y financiar la opa sobre el Sabadell.
De hecho, Cinco Días ya adelantó que la entidad había contratado a Rothschild como asesor para explorar la venta de una parte de su participación. Sin embargo, las negociaciones no fructificaron.
Hoy, con la opa ya en el pasado, la situación cambia radicalmente. «La cancelación del proceso alivia de forma inmediata la presión sobre el balance del banco», explica un analista del sector inmobiliario. «Eso le permite mantener su compromiso en el desarrollo e incluso reforzarlo, en un momento en que el proyecto entra en su fase decisiva».
Madrid Nuevo Norte, cuya ejecución arrancó formalmente en diciembre del año pasado tras más de tres décadas de espera, es una pieza clave para el desarrollo económico de la capital.
La adquisición de los terrenos de Adif por 1.245 millones de euros, que se abonarán en veinte años, marcó el inicio del proyecto.
En enero, Crea Madrid Nuevo Norte (CMNN) —la sociedad promotora— realizó una ampliación de capital de 267 millones de euros, de los cuales la entidad aportó 202 millones.
El impulso financiero del banco resulta, por tanto, determinante. «el banco no solo es socio mayoritario, sino también un actor institucional que da credibilidad al proyecto», subrayan fuentes inmobiliarias.
En los próximos años, la entidad tendrá que decidir si mantiene su posición actual o si busca nuevos socios estratégicos para compartir el esfuerzo inversor.
Pero con la opa ya descartada, la presión para vender se diluye.
BBVA sale reforzado de la opa
El mercado ha recibido la noticia del fracaso de la opa con una revalorización inmediata de las acciones de la entidad.
Este giro de guion deja a BBVA en una posición paradójicamente sólida. El intento fallido de absorción ha preservado su músculo financiero, mientras Madrid Nuevo Norte emerge como un proyecto bandera de largo recorrido que puede transformar su imagen y su balance a medio plazo.
Como señalan desde el Ministerio de Economía, la decisión final sobre la opa «correspondía a los accionistas del Sabadell». Pero el desenlace, aunque inesperado, podría acabar beneficiando tanto a BBVA como a Madrid.
El fracaso de una fusión puede ser, en ocasiones, el impulso necesario para construir una ciudad nueva.