Caixabank pone a prueba sus medidas anti euríbor negativo

Se espera que el banco haya ganado 1.205 millones de euros hasta septiembre, un 31% menos que en el año anterior

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El beneficio neto de Caixabank en los nueve primeros meses del año alcanzará los 1.205 millones de euros, el 31% menos que los 1.768 millones ganados en el mismo periodo de 2018, según las previsiones del consenso de analistas. La comparativa se ve distorsionada por el impacto de los 978 millones que el banco consignó en el segundo semestre como coste del ERE, que supuso la extinción de 2.023 puestos de trabajo. Sin este impacto, el beneficio neto ajustado sería de 1.950 millones de euros, el 8% menos. En el tercer trimestre del ejercicio, el banco ganará 566,4 millones de euros, lo que supondrá un incremento interanual superior al 19%. 

Por el lado de los ingresos, los analistas calculan que la entidad anunciará en el trimestre una cifra de margen bruto de 2.111 millones de euros, lo que supondrá una caída del 6% interanual. Por aquí, los inversores no deberían encontrarse con ninguna sorpresa negativa. «Teniendo en cuenta que ya en el primer semestre de este año revisaron a la baja los objetivos de crecimiento de ingresos, no esperamos novedades en esta línea», dice Nuria Álvarez, analista de Renta 4 Banco

Tampoco esperan novedades relevantes por el lado del margen de intereses los economistas de Bloomberg Intelligence: «Estará en línea con el tercer trimestre de 2018», ya que la mayor actividad y el crecimiento de los volúmenes se verá compensado por la presión de en los tipos y los mayores costes de financiación.

El foco, en el capital

En un contexto de tipos de interés negativos, el mercado tendrá especial interés en cómo se desenvuelve la entidad por el lado de los márgenes, aunque a juicio de Nuria Álvarez, el foco principal, más que en los ingresos, «estará en la evolución del capital y en si los costes de explotación van por el camino correcto para cumplir con la guía mejorada, así como la perspectiva que puedan dar en este sentido». Para el ratio de capital ‘common equity’ Tier 1 (CET1) los analistas de Bloomberg Inteligence calculan que aumentará en el trimestre en diez puntos básicos, hasta alcanzar el 11,7%. 

El banco ha implementado en los últimos meses medidas comerciales y adelantado su plan de cierres de oficinas para acelerar otras vías por las que mejorar sus resultados.

En términos de consumo de capital, el principal riesgo que el mercado tiene en mente son los 6.446 millones de euros en hipotecas referenciadas al IRPF que tiene Caixabank y que suponen el 3% de la inversión crediticia bruta, según explican en Renta 4 Banco. La cuestión es que, tras el fallo del Tribunal de Justicia Europeo, cada juez podría determinar sin el IRPH es abusivo o no, lo que implica que todavía se puedan anular cláusulas hipotecarias que emplean este indicador. Así, dicen en Renta 4 Banco, el «impacto en capital podría ser significativo en un escenario negativo, y podría poner en riesgo la política de dividendos actual».  

En este sentido, habrá bastantes cuestiones que despejar, pues este es uno de los factores que más preocupan al mercado: «La falta de claridad en este frente sigue siendo la razón principal que nos impide adoptar una postura más positiva sobre la acción en estos momentos», dice Ignacio Cerezo, analista de UBS.

Tampoco sería raro que los inversores pongan el foco en el capital de Caixabank, ya que el gigante de la banca española, Santander, ha encajado hoy una caída del 4%, con el capital precisamente como tema estrella. Y es que el banco cántabro ha mostrado su preocupación por el hecho de que pueda haber una mayor presión de los reguladores sobre los niveles de capital. Los cambios en la regulación han tenido un impacto particularmente fuerte en el desempeño del banco en 2019, con efectos negativos que serán más limitados en 2020, apuntó el consejero delegado, José Antonio Álvarez.

En este sentido, Álvarez espera que las regulaciones reduzcan de 80 a 90 puntos básicos del capital hasta 2020, mientras que el banco cuenta con un impacto negativo de hasta 100 puntos básicos de los llamados requisitos de Basilea IV a largo plazo, informa Bloomberg. No es la primera vez que la entidad se ha enfrentado a críticas por tener niveles de capital más bajos que sus comparables. El objetivo que se ha marcado a medo plazo para el ratio CET1 es de entre el 11% y el 12%.

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