El duro golpe de Bimbo a su plantilla: preparar un nuevo ERE con más de 300 despidos
Los sindicatos denuncian un desmantelamiento progresivo mientras la empresa justifica el recorte por un "contexto de pérdidas"
Archivo – Bimbo
Bimbo, la multinacional panificadora de origen mexicano, ha vuelto a encender las alarmas entre sus empleados en España al anunciar un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 352 trabajadores de su área comercial y red de distribución. Esta nueva medida se suma a una serie de recortes que la empresa ha venido aplicando en los últimos años, poniendo en duda su compromiso con el mantenimiento del empleo en el país.
El anuncio del ERE ha generado una profunda preocupación entre los sindicatos, especialmente en Comisiones Obreras (CCOO), que ha calificado esta decisión como un “nuevo paso en el desmantelamiento progresivo” de la estructura de Bimbo en España. Desde la organización sindical se denuncia que el plan de despidos forma parte de una estrategia para reducir costes laborales y maximizar los beneficios de la empresa, sin tener en cuenta el impacto social de estas medidas.
El argumento de las pérdidas frente a las inversiones recientes
La dirección de Bimbo ha justificado la necesidad de este nuevo ERE señalando un “contexto de pérdidas” que afecta a la compañía en el mercado español. Sin embargo, desde CCOO cuestionan la veracidad de este argumento, recordando que hace apenas un mes la empresa anunció una importante inversión en su planta de Zaragoza, una señal de que las finanzas de Bimbo no estarían en tan mal estado como se alega.
Además, los sindicatos han resaltado que, a pesar de estos supuestos problemas económicos, la multinacional mexicana ha mantenido resultados positivos en sus últimos ejercicios financieros. “Es difícil entender cómo una empresa que mantiene beneficios decide aplicar un ERE que dejará a más de 300 familias sin empleo”, señalan desde CCOO.
Para los trabajadores de Bimbo en España, el anuncio de este ERE no es una sorpresa. Desde 2016, la compañía ha llevado a cabo una serie de cierres de fábricas y externalizaciones, que han reducido de manera constante el tamaño de su plantilla. En los últimos ocho años, Bimbo ha clausurado tres importantes fábricas: Valladolid, El Verger y Paracuellos.
CCOO acusa a la empresa de adoptar una política de “depredar empleo para inflar márgenes”, utilizando el argumento de las pérdidas como una excusa para reducir costes laborales y mejorar su rentabilidad. “No es la primera vez que Bimbo recurre a esta táctica”, denuncian desde el sindicato.
Los sindicatos preparan su respuesta
Ante este nuevo anuncio de despidos, CCOO ha prometido una “oposición firme” utilizando todas las herramientas legales a su disposición. El sindicato ha convocado a los trabajadores afectados para organizar una respuesta unitaria y denunciar lo que consideran una decisión injusta y arbitraria.
“Los empleados de Bimbo no pueden ser tratados como números en una hoja de cálculo. Son personas con familias y compromisos, y merecen un trato digno”, ha declarado un portavoz sindical.
CCOO también ha exigido a la empresa que proporcione información detallada sobre las causas económicas y organizativas que justifican este ERE. Además, han solicitado que se estudien alternativas para minimizar el impacto de los despidos, como la recolocación interna o la adopción de medidas menos traumáticas.
El anuncio de este nuevo ERE también pone en entredicho la imagen de Bimbo como empleador responsable en España. Para muchos trabajadores, la empresa ha pasado de ser un referente en el sector de la panificación a convertirse en un ejemplo de precarización laboral y recortes continuos.
El temor entre la plantilla es que este no sea el último ajuste de personal que la empresa decida aplicar. En un contexto en el que otras compañías están invirtiendo en modernizar sus plantas y mejorar las condiciones de trabajo, Bimbo parece haber optado por la vía rápida de reducir costes a costa del empleo.
Las perspectivas para los trabajadores afectados
A medida que avanzan las negociaciones del ERE, el futuro de los 352 empleados afectados sigue siendo incierto. Los sindicatos han exigido que, en caso de que los despidos sean inevitables, se garantice una indemnización justa y medidas de apoyo para la recolocación.
Por su parte, Bimbo se enfrenta al reto de gestionar el impacto reputacional de este nuevo ajuste de plantilla. Una empresa que durante décadas fue sinónimo de estabilidad y calidad en el empleo ahora se percibe como una compañía en constante recorte de costes, ajena al bienestar de sus empleados.
Este nuevo ERE no solo representa un golpe para los trabajadores de Bimbo, sino que también envía un mensaje preocupante sobre el futuro del empleo en el sector alimentario en España. En un mercado cada vez más competitivo, las empresas parecen optar por soluciones rápidas para proteger sus márgenes de beneficio, a menudo a costa del empleo y las condiciones laborales.
La pregunta ahora es si Bimbo reconsiderará su postura y buscará alternativas menos dolorosas para su plantilla o si, por el contrario, seguirá adelante con un plan que podría dejar una huella imborrable en su reputación como empleador.