El perito de la CNMV culpa a Currás de ignorar sus requerimientos sobre Dia

El regulador bursátil exigió en varias a los supermercados que aclarase las denuncias que le llegaron y no investigaron hasta 2018

El exconsejero delegado de Dia, Ricardo Currás (d) a su llegada a la Audiencia Nacional en Madrid, donde se celebra el juicio sobre las irregularidades contables en la empresa. EFE/Chema Moya

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La segunda tanda de declaraciones de la macrocausa contra la antigua cúpula de los Supermercados Dia terminó este jueves con la entrada en escena de la CNMV. El perito del regulador bursátil que realizó el informe sobre las irregularidades contables de la cotizada se reafirmó en el texto escrito hace un año y culpó a la empresa de no responder a los requerimientos informativos realizados durante todos los meses previos.

El director de informes financieros y corporativos, Eduardo Manso, acudió como testigo a la Audiencia Nacional en el marco de la causa que instruye el juez Alejandro Abascal por el presunto falseamiento de las cuentas de la compañía en los ejercicios 2016 y 2017. Del mismo modo que hicieron los testigos anteriores, señaló a la antigua dirección, Ricardo Currás, de no haber atendido a las peticiones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Según las fuentes jurídicas consultadas, el dirigente advirtió de que Dia no explicó jamás al regulador el motivo por el que había ignorado las denuncias internas recibidas que alertaban de la modificación artificial de las cifras. No fue hasta 2018, cuando la propia CNMV recibió una alerta a través de su canal de comunicación de infracciones, que la maquinaria legal se puso en marcha.

El regulador fue notificado por un extrabajador en agosto y la cadena no tardó en reaccionar. Entre octubre de 2018 y febrero de 2019 emitió diferentes Hechos Relevantes en los que revisó las cuentas de los negocios en España y Brasil. Semanas después, entregó el informe forensic encargado a Ernst & Young en el que se auditaba la gestión de la anterior dirección.

El papel de la Comisión de Auditoría, en entredicho

La falta de respuesta se suma al papel de la Comisión de Auditoría, investigada en su totalidad en el procedimiento. En la búsqueda de las alteraciones de las cuentas, la cabeza visible del comité al que se responsabiliza de haber desestimado las denuncias internas era el también exconsejero delegado Borja de la Cierva.

Tanto él como el resto de integrantes de la comisión aseguraron que simplemente se limitaban a analizar la información otorgada por los altos directivos; una cúpula encabezada por Ricardo Currás, entonces consejero delegado, y su número 2, Amando Sánchez Falcón. Ambos son los principales investigados de la causa.

Según las fuentes consultadas por este medio, los dirigentes de la comisión no supieron explicar porque las investigaciones no se iniciaron hasta 2018, cuando la compañía presentaba algunos de los mejores resultados de su historia. Además, utilizaron razones de negocio para justificar la salida de Currás.

El juez y la CNMV también señalan a KPMG

Sin embargo, el foco de de la CNMV no solo se dirigió contra la cotizada. También se encargó de señalar a su auditoría, KPMG, a la que acusó de «falta de diligencia» tras no haber detectado ninguna salvedad en los informes realizados.

Tras la alerta, el juez decidió citar como investigados a los dos socios de que firmaron las cuentas de 2016 y 2017, Carlos Peregrina y María Lacarra. En su defensa, ambos aseguraron que no vieron irregularidades cuando pasaron por su escáner a la empresa. 

Los asistentes a la sesión celebrada el pasado 27 de noviembre explican que ambos auditores defendieron que no detectaron el falseamiento contable por ser cantidades demasiado pequeñas. Por ello, ninguno detectó las alteraciones.

Carles Huguet

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