El fondo Elliott gana peso en Repsol: ya es el segundo mayor accionista con el 1,41%
Desde su desembarco en el grupo energético, el fondo estadounidense ha llegado a materializar hasta una decena de operaciones de este tipo
Fondo Elliott Management avanza imparable en el accionariado de Repsol. La firma de inversión con sede en Nueva York ha dado un paso más allá en la estrategia que viene evidenciando en los últimos meses, cuando no ha parado de tomar posiciones dentro del grupo energético, y ha optado por aumentar su participación desde el 1,35% hasta el 1,41%.
Así se desprende de los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que también muestran que el fondo desembarcó en la compañía capitaneada por Josu Jon Imaz el pasado mes de marzo con la compra de una participación del 0,53%. Desde ese momento, la firma ha llegado a materializar hasta una decena de operaciones de este tipo.
Al controlar el 1,41% del capital social de Repsol, el fondo de origen estadounidense no solo tiene entre sus manos una participación valorada en más de 210 millones de euros, sino que también se posiciona como el segundo mayor accionista. De esta manera, se coloco por detrás de BlackRock, la mayor gestora de fondos en el mundo, que posee el 7,17% de las acciones.
Qué es Eliott Management
El fondo Elliot Investment Management, fundado en 1977 y con una plantilla que roza los 600 empleados, gestiona en la actualidad cerca de 62.000 millones de euros en activos. Según se desprende de su página web, su actividad se centra en la estrategia orientada a acciones, capital privado y crédito privado, valores en dificultades, deuda no en dificultades, arbitraje, valores relacionados con bienes raíces, comercio de materias primas y protección contra la volatilidad de la cartera.
Se trata de un fondo activista, unas entidades que tienen como objetivo agitar el accionariado. A través de su entrada en el capital social de las empresas, se proponen movilizar el voto, pero también impulsar cambios en la estrategia de las compañías.
Más operaciones en el sector energético
La estrategia que está siguiendo en Repsol no es la única que está aplicando dentro del sector energético. Recientemente, el fondo estadounidense comunicó que había adquirido una posición superior al 5% en el grupo BP. La operación, que impulsó a la petrolera británica un 5,79% en Bolsa, situó a Elliott entre los principales accionistas individuales de la firma.
El movimiento del fondo confirmó los rumores que desde hace algún tiempo sonaban en el mercado. Las especulaciones acerca de una posible incursión de Elliott en el grupo petrolero elevó el precio al que cotizaban las acciones de BP en Bolsa, si bien aún no conocía el tamaño de la participación que el fondo había tomado.
La operación llega después de que BP diese a conocer en febrero que tenía intención de invertir al año hasta 2027 cerca de 10.000 millones de dólares, una cifra que equivale a 8.718 millones de euros con el objetivo de impulsar la producción de petróleo y gas. En contraposición, anunció que iba a reducir la partida destinada a la transición energética.
Entre las distintas medidas que desgranó también figuraba la fijación de un objetivo de desinversiones de 20.000 millones de dólares, lo que se traduce en 17.436 millones de euros, en el que incluyó la revisión estratégica de su negocio de lubricantes, Castrol.
Cae el beneficio y la producción de Repsol
El grupo energético español ha sufrido una caída en la producción de 557.000 barriles de petróleo al día entre abril y junio, lo que representa una reducción del 5,4% en comparación con el año anterior. A la vez, ha recortado su margen de refino hasta los 5,9 dólares por barril, un 6,3% menos que el mismo periodo del año anterior.
Repsol recortó su beneficio neto en el primer trimestre más de un 62% hasta los 366 millones de euros
Si se pone el foco sobre la situación financiera de la empresa, se desprende que ha recortado su beneficio neto en el primer trimestre en un 62,2% hasta los 366 millones de euros a raíz del inestable contexto geopolítico, marcado por la volatilidad y los menores precios del crudo y márgenes de refino y química.