Andic pierde dinero tras salir del Sabadell

El dueño de Mango llevó a pérdidas su patrimonial Punto Na un año después de vender las últimas acciones que tenía en el banco catalán

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Isak Andic, el propietario de Mango y la mayor fortuna en Cataluña, tropezó con sus negocios personales un año después de salir de Banc Sabadell, donde llegó a ser uno de los accionistas de referencia. Las cuentas de Punta Na Holdings, sociedad patrimonial del empresario, cerró con pérdidas en 2018, después de haber terminado con las cuentas saneadas el año anterior, según la documentación depositada en el Registro Mercantil.

En la información consultada por Economía Digital se señala un elemento clave: los intereses generados por Mayor Vent SL, la sociedad tenedora de las acciones en Banc Sabadell hasta 2017. Fue esta sociedad la fuente de prácticamente todos los gastos financieros de Punta Na (652.000 euros) que, anotados como «deudas con empresas del grupo y asociadas», agrietó las cuentas de la patrimonial.  

En concreto, pese a repuntar ligeramente la facturación, con 1,2 millones de euros de ingresos, Punta Na Holdings cerró en rojos en 2018 (-235.000 euros) frente al año anterior, cuando cerró el ejercicio con 343.000 euros de ganancias.

Punta Na Holdings es una de las sociedades patrimoniales de Andic. De esta mercantil dependen otras cuatro: Punta Na SA, Mango Mng Holdings, Bósforo Inversiones e Investments Masave. Las dos últimas operaban como sociedades de inversión de capital variable (sicavs) hasta el 2012, año en el que se transformaron en sociedades anónimas.  

Andic: del Sabadell al ladrillo

Aunque ya no tiene ninguna participación en Banc Sabadell, Andic vivió una relación muy distinta con el banco catalán hace solo seis años. En 2013 se sentaba en uno de los sillones del consejo de administración de la entidad y era uno de los vicepresidentes, pero las constantes ampliaciones de capital y la caída de la acción diluyeron su presencia.

Fue en 2016, tres años más tarde, ya sin ningún cargo en la entidad, cuando empezó a vender su paquete accionarial. Se deshizo 11,2 millones de títulos de la entidad por 15,61 millones de euros, una cifra muy inferior si se compara con lo vendido al año siguiente. En 2017 se desprendió de 92,01 millones de acciones a un precio medio de 1,43 euros, ingresando 131,6 millones.  La última venta llegó a finales de ese mismo año, cuando Andic puso fin al pacto parasocial que tenía en una sociedad (Famol SL) con la familia Lara (Grupo Planeta) y los Folch (Industrias Titán). 

El objetivo de estas ventas fue dedicar este dinero a la inversión inmobiliaria, en un momento en el que el mercado en Barcelona y Madrid se encontraba en plena recuperación. La estrategia, basada en comprar inmuebles —preferiblemente locales comerciales urbanos en ubicaciones céntricas— y no en tener fondos inmovilizados en las acciones del banco, seguía el modelo iniciado por Amancio Ortega, que durante los últimos años ha diversificado su patrimonio en el ladrillo a través de su sociedad Pontegadea.

Cristian Reche

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