Masorange y Vodafone sellan la venta de PremiumFiber con un pago inmediato de 4.600 millones
La creación de la nueva fiberco supone un movimiento estratégico para reforzar liquidez, optimizar redes y escalar el negocio mayorista de fibra en España
Blanca Ceña será la CEO de la nueva empresa
La consolidación del acuerdo entre Masorange y Vodafone para dar forma definitiva a PremiumFiber marca uno de los movimientos corporativos más relevantes del año en el sector de las telecomunicaciones. Ambas compañías han cerrado la constitución formal de la fiberco y la venta de una participación minoritaria al fondo soberano de Singapur GIC, una operación que se traduce en 4.600 millones de euros de liquidez inmediata.
En este proceso, Masorange ingresa 3.200 millones y Vodafone España 1.400 millones, recursos que ambas empresas destinarán principalmente a reducir deuda y reforzar sus balances, un punto clave en un sector cada vez más competitivo y con elevadas necesidades de inversión. PremiumFiber nace como una compañía mayorista independiente, pero respaldada por dos gigantes del mercado español, con el objetivo de aportar eficiencia, desplegar infraestructura y abrir nuevas oportunidades de negocio a través de su red de fibra óptica de gran escala.
Una estructura accionarial reconfigurada sobre la marcha
El diseño inicial de la compañía contemplaba un reparto del 50% para Masorange, un 40% para el inversor institucional y un 10% para Vodafone. Sin embargo, las ofertas finales de los fondos interesados —incluida la de GIC, el seleccionado— no alcanzaron las valoraciones previstas, lo que obligó a reconfigurar la estructura.
De este modo, GIC entra con un 25% del capital, mientras Masorange amplía su presencia hasta el 58% y Vodafone se sitúa en el 17%, participaciones que en el caso de los socios minoritarios quedan sindicadas para actuar como un único bloque.
Aunque Masorange conserva la mayoría accionarial, la fibra mayorista se gestionará en un modelo de co-control, con un consejo de administración repartido al 50%. Este equilibrio es esencial para evitar que la deuda de PremiumFiber se consolide en el balance de Masorange, una condición crucial para que el grupo pueda registrar un impacto positivo en la reducción de su apalancamiento.
GIC, uno de los fondos soberanos más activos del mundo, refuerza así su papel en infraestructuras críticas europeas, una apuesta que confirma el atractivo del mercado español de telecomunicaciones para los grandes inversores globales.

Una red de más de 12 millones de unidades inmobiliarias
PremiumFiber arrancará operaciones con una de las mayores redes de fibra hasta el hogar (FTTH) del país, superando ya las 12 millones de unidades inmobiliarias entre viviendas, oficinas y locales comerciales. Masorange aporta aproximadamente el 70% de los activos, mientras Vodafone contribuye con el 30%, una proporción que también determina el reparto de los ingresos de la operación.
La nueva fibra mayorista nace, además, con una base de casi cinco millones de clientes, una cifra que supera las previsiones iniciales y que otorga a la compañía una posición extremadamente competitiva desde el primer día. La red estará disponible tanto para los operadores integrados en la joint venture como para terceros, lo que incrementa la competencia y dinamiza el mercado mayorista español.
La compañía se ha valorado en torno a 6.900 millones de euros en valor de empresa, una valoración inferior a las estimaciones que se manejaron meses atrás, cuando se situaba entre 9.000 y 10.000 millones. La nueva fiberco incorpora una deuda de 5.400 millones, de los cuales 4.700 millones cuentan con grado de inversión, una estructura financiera diseñada para dar estabilidad y atractivo al proyecto de cara al mercado.
A partir de esta valoración, el desembolso de capital realizado por GIC por su 25% se sitúa en torno a 375 millones de euros, cantidad que se suma a los pagos derivados de la venta de activos y a la distribución de la deuda entre los socios promotores. La operación se materializa a través de tres vías:
- La compra de redes y clientes a Masorange y Vodafone por parte de PremiumFiber.
- La distribución de dividendos extraordinarios procedentes de la financiación obtenida por la fiberco.
- El pago directo de GIC por su participación.
Para Masorange, el importe final asciende a unos 3.900 millones, aunque parte de esa cifra se destinó a la recompra del 51% de Conexus Networks, la antigua red del grupo Euskaltel, un movimiento contemplado en acuerdos anteriores y ejecutado ahora para integrar totalmente estos activos dentro de PremiumFiber.
Impulso estratégico para competir y crecer en el mercado
Con el lanzamiento de PremiumFiber, las dos telecos obtienen una herramienta clave para ganar eficiencia en sus despliegues, mejorar márgenes y ampliar ingresos mediante nuevos clientes mayoristas. La empresa operará bajo un compromiso mínimo de 28 años de provisión de servicios para los socios fundadores, lo que garantiza estabilidad, continuidad y capacidad de planificación a largo plazo.
Este movimiento consolida una tendencia que ya está transformando el panorama europeo: la creación de fiberco independientes que gestionan redes neutrales y dan servicio a múltiples operadores, reduciendo duplicidades y abriendo oportunidades en zonas donde extender fibra requiere grandes inversiones.
España, uno de los países con mayor cobertura FTTH del mundo, se convierte así en un escenario de referencia para modelos de colaboración público-privada y alianzas entre operadores.
Asesores involucrados y cierre de una transacción clave
En el apartado de asesoramiento, BNP Paribas actuó como asesor financiero exclusivo de Masorange, con Linklaters como asesor legal. Por parte de Vodafone, participaron UBS y Cuatrecasas, mientras que GIC estuvo acompañado por Nomura. La coordinación y complejidad financiera del proceso reflejan la relevancia de esta operación para las tres partes implicadas, así como su impacto en el mercado español.
PremiumFiber se posiciona desde ya como un actor esencial en la infraestructura digital de España, un proyecto que redefine las alianzas estratégicas del sector y abre una nueva etapa para las telecomunicaciones del país.