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El plan de esta constructora en preconcurso de acreedores para reestructurar su deuda
La compañía abre las negociaciones con los acreedores para dar comienzo a la elaboración de un plan de reestructuración
El preconcurso de acreedores es una figura legal que permite a una compañía que atraviesa dificultades financiera trasladar su intención de dar comienzo a las negociaciones con los acreedores para alcanzar un plan de reestructuración.
A través de la herramienta, las empresas o personas físicas que se encuentran en esta situación pueden ganar tiempo para reorganizarse antes de tener que solicitar el concurso de acreedores de forma formal.
El preconcurso de acreedores es una figura legal prevista en la Ley Concursal que permite a las empresas ganar tiempo para reorganizarse antes de solicitar el concurso de acreedores
El procedimiento, que está regulado en la Ley Concursal, es fundamental para evitar la liquidación forzosa de la compañía y mantener en funcionamiento la actividad del negocio.
Urbas negocia con los acreedores
Urbas comunicó a comienzos de mes la apertura de negociaciones con acreedores para dar comienzo a la elaboración de un plan de reestructuración, después de que el consejo de administración de la compañía lo acordase por unanimidad.
De esta manera, se proponía establecer, pero también garantizar un marco adecuado para la prestación del plan de reestructuración, según explicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La constructora, que ya ha dado el pistoletazo de salida a las negociaciones con sus principales acreedores, espera poder alcanzar un acuerdo que permita tanto a la sociedad como al grupo desarrollar su actividad con normalidad.
A través de la apertura de las negociaciones la compañía se propone garantizar un marco adecuado para la presentación del plan de reestructuración
No se debe perder de vista que el organismo encargado de la supervisión e inspección de los mercados de valores españoles optó por suspender de forma cautelar la negociación de Urbas al concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarollo de las operaciones.
Pérdidas millonarias
La constructora registró en el transcurso del año pasado unas pérdidas netas consolidadas de poco más de 137 millones de euros, en contraposición a las ganancias de 14,6 millones de euros.
La reorganización planificada del negocio de construcción afectó a los resultados, así como la de no incluir en su balance reclamaciones a su favor por un importe de aproximadamente 100 millones de euros.
Urbas registró en el transcurso del año pasado unas pérdidas netas consolidadas de poco más de 137 millones de euros. Foto: Freepik.
También recortó en un 29% la facturación hasta los 170 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación (EbitdA) descendió en un 72% hasta los 6,3 millones de euros.
La compañía redujo su deuda financiera bruta en más de 100 millones de euros, lo que implicó una mejora de su ratio de endeudamiento desde el 31% hasta el 21%.
El patrimonio neto de la empresa se ha situado en los 515 millones de euros y un valor liquidativo o NAV (‘net asset value’) actual por acción aproximado de 1,10 céntimos de euros.
Urbas redujo su deuda financiera bruta en más de 100 millones de euros y mejoró su ratio de endeudamiento desde el 31% hasta el 21%
La constructora se encontraba inmersa en un nuevo ciclo de internacionalización, en el que tenía intención de apuntalar su proyección en Oriente Medio, un área estratégica junto a América Latina y Africa.
También esperaba intensificar su competitividad a escala internacional y obtener «importantes» expectativas de negocio en otros países del Golfo Pérsico y en otras actividades del grupo de más proyección y crecimiento como el agua, el gas y las energías renovables.