Espaldarazo a Repsol: los fondos alemanes invierten en la petrolera tras la victoria de los e-combustibles

Deutsche Bank y Deka Deutsche han invertido 21 M€ en acciones de Repsol justo 24 horas después del anuncio

Repsol

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz. EFE/Javier Lizón

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Repsol respira. Las empresas con interés directo en el negocio de la automoción, fabricantes y petroleras -sobre todo-, han tenido una gran victoria esta semana. La Comisión Europea no ha matado por completo el motor de combustión. Algo que ha avivado el interés inversor, curiosamente entre fondos alemanes. Lugar donde se ha gestado la resistencia para los combustibles. 

En concreto, según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL, dos de los principales vehículos inversores alemanes -país que ha promovido todo-, Deutsche Bank y Deka Deutsche, han invertido 21 M€ en acciones de Repsol justo 24 horas después de que se anunciase oficialmente que la Unión Europea prohibía la venta a partir de 2035 de nuevos vehículos ligeros y furgonetas con motor de combustión.  

No obstante, el veto de Alemania a este acuerdo durante estas últimas semanas ha logrado que la Comisión Europea reconozca el caso particular de los combustibles sintéticos, como una solución para la descarbonización del transporte. 

Y eso es lo que ha despertado el apetito de estos fondos para seguir invirtiendo en estas compañías. Así, junto a Repsol, estos instrumentos de inversión también han comprado nuevas acciones en Eni, Galp y Shell. Todas ellas compañías que respiran más aliviadas tras esta medida de Bruselas.  

Repsol mantiene su apuesta 

Por si había dudas, esta semana el máximo dirigente de la compañía, Josu Jon Imaz, ha dejado claro que Repsol seguirá apostando por este segmento de negocio, aunque también manda un recado para quien no lo hace.  

En concreto, el CEO de Repsol ha aplaudido el acuerdo alcanzado en Bruselas para levantar el veto a la prohibición de motores de combustión a partir de 2035, aunque ha lamentado que el Gobierno español no haya estado defendiendo esa posición. «Yo me alegro de que el Gobierno alemán y el Gobierno italiano hayan estado impulsando esta apuesta. Me hubiese gustado también ver al Gobierno español apoyando el no prohibicionismo, sobre todo, por el sector de la automoción español. Somos el segundo fabricante europeo de coches y esto hubiese sido un grave problema para el país”, ha asegurado esta semana en un foro organizado por El Español. 

Así, Imaz consideró que esta decisión, que evidentemente también es un «respaldo importante» para la apuesta industrial de Repsol, solamente se puede interpretar como que «Europa ha sido consciente del grave error que suponía prohibir la venta del motor de combustión en 2035». En este sentido, defendió que el camino pasa por defender la neutralidad tecnológica y por «hacer esfuerzos» para que los combustibles que se vayan incorporando a futuro «tengan el menor número de emisiones posibles, o sea, cero emisiones». 

Además, el consejero delegado de Repsol estimó que «las medidas de los prohibicionistas» están generando «incertidumbre» en los consumidores. «La gente no sabe qué coche comprar. Estamos haciendo una movilidad sólo para ricos». Asimismo, señaló que con estos mensajes se ha conseguido también acabar con el incentivo para que los fabricantes de coches inviertan en la eficiencia del motor. «No van a invertir ya en la eficiencia del motor, con lo cual las emisiones de los coches no van a bajar. Lo cual es muy malo para el sector industrial español, es muy malo para los consumidores y es muy malo para el medio ambiente», afirmó. 

La patronal aplaude la medida 

Como era de esperar, la patronal española del sector, AOP, valora de forma positiva la apertura hacia los combustibles líquidos neutros en carbono como forma complementaria a la electrificación, ya que todas las tecnologías son necesarias para cumplir los objetivos de descarbonización del transporte. No obstante, la asociación reclama una mayor certidumbre regulatoria para realizar las inversiones que requiere el desarrollo de estas nuevas tecnologías

AOP insta a la Comisión a tener también en cuenta los biocombustibles sostenibles, que pueden producirse a partir de aceite de cocina usado o de residuos agrarios, forestales y urbanos, como otra solución para la descarbonización del transporte y a incorporarlos dentro de las propuestas normativas que la Comisión se ha comprometido a elaborar, ya que son la forma más inmediata de empezar a reducir emisiones.

Raúl Masa

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