Seat acumula 37.000 coches a medio fabricar por la falta de 57 componentes 

La inflación energética ha golpeado a los proveedores de la automovilística, por lo que llegan menos piezas a Martorell y dificulta finalizar algunas unidades

Cadena de montaje del Cupra Formentor. EFE/Enric Fontcuberta

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Los semiconductores ya no son el único dolor de cabeza de la automoción. La crisis energética está provocando paros y cierres en algunos de sus proveedores europeos, lo que empieza a causar problemas en el abastecimiento de componentes más allá de los que llevan chips. Según fuentes sindicales, esto ha provocado que Seat tenga en sus campas aparcados más de 37.000 coches incompletos, muy cerca de su capacidad total. 

Actualmente, la filial de Volkswagen tiene dificultades para recibir 57 de piezas distintas, sea por la falta de semiconductores o por las consecuencias que la inflación energética ejerce sobre sus compañías suministradoras en Alemania o el resto de Europa. Algunas de estos componentes no son clave en la producción de vehículos, por lo que, en su mayoría, se puede ensamblar el coche y completarse a medida que vayan llegando las materias. Sin embargo, esto deja a la planta con un alto número de vehículos sin finalizar, que no pueden salir al mercado hasta que se les incorporen los materiales necesarios.

Los trabajadores están notando un reciente “empeoramiento en la cadena de valor” causada por los costes de la energía, que han provocado reducciones en la actividad de sus proveedores. Están siendo especialmente notorios los efectos sobre aquellas piezas que requieren un proceso de fundición para fabricarse, como pueden ser los vidrios.

Desde la vuelta de las vacaciones de verano, la empresa ya trabaja bajo un escenario más pesimista para los últimos meses del año, causado por una mayor incidencia de la falta de piezas que a su vez está provocada por el contexto económico global. Por ejemplo, la guerra en Ucrania sigue afectando al suministro de materias primas, como el gas Neón, que se produce principalmente en el país inmerso en el conflicto y es necesario para fabricar semiconductores. También hay que sumar el último choque político entre China y Taiwan, el principal fabricante de chips del mundo.

En este sentido, desde la compañía afirman que la restricción actual de componentes tiene origen únicamente en la escasez de semiconductores.

En ERTE hasta Navidad

Para hacer frente a la volatilidad del abastecimiento, la empresa ha tenido que aplicar el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en varias ocasiones desde que se aprobó el 14 de setiembre. Según la empresa, se han suspendido menos del 8% de los de los turnos planificados en el expediente.

A principios de esta semana, la automovilística presidida por Wayne Griffiths desconvocó diferentes turnos para adecuar la producción, mayoritariamente los que operan de noche en la línea 2, que produce el Seat León y el Cupra Formentor. Los empleados más afectados son los que trabajan en chapistería, pintura y montaje. Por ahora, no ha habido afectación en el resto de líneas.

Según acordaron las partes, el expediente seguirá vigente hasta el 23 de diciembre, justo antes del parón por las fiestas navideñas. El ERTE afecta a toda la plantilla destinada a la producción de vehículos; 10.310 trabajadores, de los cuales 8.958 personas operan en la planta de Martorell (Barcelona), mientras que los 1.352 restantes trabajan en las instalaciones de la capital catalana, donde fabrican componentes. 

Seat no es la única empresa que está viendo como los problemas en el abastecimiento chocan con sus planes de producción. Esta misma semana, la fábrica de Ford en Almussafes (Valencia) ha modificado las paradas de producción previstas también por su propio ERTE, por la inestabilidad de suministros de semiconductores y componentes. 

Por su parte, la planta de Stellantis en Figueruelas (Zaragoza) lleva suspendiendo turnos de forma intermitente desde finales de agosto. En la misma situación se encuentra el centro gallego del consorcio nacido de la unión de Fiat y PSA. El sábado pasado la factoría de Balaídosuspendió la actividad del sistema encargado de ensamblar los todocaminos como consecuencia de la falta de aprovisionamientos.

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