Seat Martorell hará turnos extra en agosto y septiembre ante la subida de ventas

La crisis de los semiconductores ha obligado a la marca española a parar la fábrica, pero tratará de recuperar para atender la demanda

Dos operarios de la fábrica de Seat en Martorell trabajan en el montaje de un Seat Arona. Seat.

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Seat, como el conjunto de la industria del automóvil, vive una realidad compleja: mientras recupera ventas –respecto a 2020 es fácil, pero el fabricante español está ya en cifras prepandemia–, tiene que fabricar menos por la escasez de semiconductores, problema que vive también la industria informática. 

Para gestionarla, la marca del grupo Volkswagen tira de flexibilidad laboral, de acuerdo con los representantes de la plantilla de Martorell (Barcelona) y del resto de sus centros de trabajo. Ello implica que mientras desconvoca turnos –por ejemplo, toda esta semana–, convoque para agosto, mes tradicional de parón de la producción, y fines de semana en septiembre. 

La dirección de Seat firmó este jueves un acuerdo con UGT y CCOO, que tienen mayoría en el comité de empresa, para establecer como laborables tres sábados y tres domingos de septiembre, con el objetivo de “intentar recuperar parte de las producciones que se han perdido en junio y julio por la falta de semiconductores, ya que la mayoría de esos coches están vendidos”, explicaron desde CCOO. 

La línea 1, que fabrica los Ibiza y Arona, y la 2, que produce el Seat Ibiza y el Cupra Formentor, trabajarán a un turno, de mañana, los sábados 4, 18 y 25 de septiembre, así como en el turno de noche de los domingos 5, 19 y 26. La línea 3, la del Audi A1, no necesitará turnos extra. 

Este incremento de producción planificado se suma al de agosto, un mes en el que muchas fábricas suelen cerrar, entre ellas la de Seat. Este año, sin embargo, la línea 2 funcionará todo el mes con excepción del día 31 y la 1 la última semana. El motivo es el mismo: tratar de ponerse al día con las entregas

El presidente de Seat, Wayne Griffiths, posa con el primer Cupra Formentor producido en Martorell. EFE

El comunicado de los sindicatos habla de “intentar recuperar” producción. Ese intentar no es baladí; es exactamente eso. La marca que preside Wayne Griffiths ha programado estos turnos sin saber si realmente se podrá trabajar. La crisis de los semiconductores es tan intensa que no les permite planificar la producción ni a un mes vista, cuando las fábricas trabajan con previsiones anuales. 

Fuentes de la compañía explicaron que la alta demanda hace necesario normalizar la producción, pero esta funciona a trompicones. Hace algo más de una semana se desconvocaron varios turnos de esta. Y así van, con una antelación de una semana y adaptando la fabricación a la llegada de estos chips, cuyos productores no están en Europa y están priorizando otras industrias más cercanas, como la de los smartphones

Es por ello que acuerdan el calendario mensual con al menos 30 días de antelación, como exige el convenio colectivo de Seat, con la esperanza de poder trabajar esos días, pero si la escasez de semiconductores obliga a ello, una semana antes desconvocan los turnos. 

Esta circunstancia está provocando retrasos en las entregas de los coches vendidos. Como muestra, los turnos de los sábados y domingos de septiembre son para fabricar vehículos ya encargados pero no saben si podrán hacerlos. La marca no ha concretado cuánto está tardando en dar las llaves del coche al cliente y asegura que en muchos casos no se está demorando. 

Seat prevé volver a ganar dinero este año

La crisis de los semiconductores está siendo la cruz de un buen 2021 para Seat. El grupo Volkswagen desveló este jueves sus resultados en el primer semestre, así como el de sus marcas. La española recuperó las ventas prepandemia, con una subida alrededor del 50% tanto en unidades como en valor con respecto a 2020, pero sigue en pérdidas. 

Seat perdió 26 millones de euros en el primer semestre, un 90% menos. La compañía destacó que en el segundo trimestre ya tuvo ganancias, en concreto de unos 10 millones, mientras que en los mismos tres meses del año pasado, perdió 223 millones. Fue el peor momento para la industria, con parón de las fábricas y la demanda por los suelos. 

Entre enero y junio, Seat y Cupra entregaron 280.700 coches, un 45,1% más, mientras que la cifra de negocio creció un 50,9%, hasta los 5.656 millones de euros. Los coches vendidos superaron las cifras de 2019 en varios de sus principales mercados, como Italia, Francia, Suecia, Suiza, Dinamarca, Israel y Turquía. Cupra vendió 38.200 unidades, casi cuatro veces más, gracias sobre todo al Formentor. 

Respecto a las dificultades de producción en Martorell por el problema con el suministro de chips, Seat aseguró que “pese a la escasez de semiconductores, que está afectando a la industria global, la compañía está haciendo todo lo posible para cerrar el año con un resultado operativo positivo”. 

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