Torres (BBVA) reclama una aplicación «predecible» de las leyes en la recta final de la opa al Sabadell
El presidente del BBVA desliza, a pocas horas de la decisión clave del Ejecutivo de Sánchez sobre la opa, que las leyes "predecibles" son necesarias para invertir en crecimiento
Carlos Torres, presidente de BBVA
El presidente del BBVA, Carlos Torres, hizo este lunes su alegato final antes de que el Gobierno entre a valorar las condiciones que pactó con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y reclamó una aplicación «predecible» de las leyes y una mirada que obvie «los intereses particulares a corto plazo» que puedan hacer descarrilar la opa que lanzó hace ya un año para hacerse con el Banco Sabadell.
El banquero inauguró el curso que organiza la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en Santander, unos seminarios que patrocina la entidad y que, por segundo año consecutivo, tuvieron a la opa hostil como principal protagonista del encuentro. A diferencia de la edición de 2024, esta vez Torres compareció solo, sin la tradicional compañía del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que se excusó debido a una comparecencia parlamentaria a menos de 24 horas de la reunión clave del Consejo de Ministros.
Su intervención inicial antes de entrar de lleno en una intervención monográfica sobre la opa al Sabadell estuvo plagada de referencias al contexto económico. Y, en ausencia de representantes gubernamentales, Torres reclamó un refuerzo de la «calidad institucional», lo que pasa por «administraciones ágiles y eficaces», «marcos legales sencillos», «instituciones independientes» y «una aplicación predecible de las reglas, que es esencial para generar confianza».
Y, como argumento de fondo para defender la operación lanzada «hace trece meses y medio», Torres tiró del manual europeo: en el contexto actual, con necesidades de más de 800.000 millones anuales para financiar las transiciones verde y digital, así como las nuevas necesidades de rearme y autonomía estratégica, son más necesarias que nunca entidades financieras de mayor tamaño.
«El reto es lograr una Europa más autónoma capaz de tomar sus propias decisiones en un mundo más incierto. Necesitamos más ambición, unidad, más mirada de largo plazo, con sentido de Estado y sentido de continente frente a intereses particulares de corto plazo en cada Estado Miembro«, dijo, en un claro aviso a navegantes al Gobierno de Pedro Sánchez.
En plata: para el BBVA, utilizar la Ley de Defensa de la Competencia, que faculta al Ejecutivo a intervenir en aquellas operaciones de fusión más complejas, para imponer condiciones más duras que pudieran hacer descarrilar la operación para contentar a los socios nacionalistas (singularmente, Junts y ERC) de la coalición sería un uso de la norma que ni es predecible ni se hace con mirada larga.
«Hoy el verdadero riesgo no está en los bancos too big to fail (demasiado grandes caer), está en los que son demasiado pequeños para cumplir su misión de financiar la transición, sostener el crecimiento y proteger el bienestar», dijo Torres para, a renglón seguido, vender las bondades de la adquisición del Sabadell.
La intervención del Ejecutivo en Fase 3 dentro de la revisión de la operación por parte de Competencia es la segunda vez en la historia que se utiliza, después de que el Gobierno de Mariano Rajoy irrumpiera en la fusión de Antena 3 y laSexta para suavizar los términos que aprobó la CNMC.
Esta revisión, sostienen desde BBVA, es un «caso inédito» en el sector financiero y sucede por segunda vez «tras más de 1.500 operaciones de concentración». Pero es que, según entienden en la entidad, La Moncloa solo podría aprobar o suavizar lo pactado con Competencia, nunca encarecer la operación.
«Nuestra interpretación es que esa revisión es exclusivamente para confirmar la resolución de la CNMC o autorizar la operación con menos condiciones de las que ha establecido la CNMC y, en ningún caso, para establecer más condiciones», justificó Torres. Los accionistas son ahora quienes han de tomar la decisión: «Ya es tarde. Llevan esperando más de 13 meses, la espera no es buena, la espera es incertidumbre y un menor derecho de propiedad».
Con la decisión prevista para este martes, la duda está en cuándo se anunciará. Al ser un acuerdo del Consejo de Ministros, lo habitual es que se haga público en la tradicional rueda de prensa posterior, en torno al mediodía y coincidiendo con la media sesión de la Bolsa española. Sin embargo, la cautela podría obligar al Ejecutivo a dar explicaciones al cierre de los mercados. El ministro Cuerpo, de hecho, tiene prevista una rueda de prensa telemática en el marco del curso de la APIE a las 17:35.
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Carlos San Basilio, abrió la puerta a suspender la cotización de ambos valores de manera «quirúrgica» minutos antes y después de conocerse la decisión para evitar una distorsión del mercado. Torres, por su parte, defendió que esta debía hacerse al cierre de mercado. Pero el regulador bursátil señaló que había «riesgos» en esa dilación, como la extensión de rumores o «elucubraciones» que pudieran alterar el buen hacer de los mercados.
Una vez el Consejo anuncie su decisión y el BBVA afirme que sigue adelante (Torres confirmó que no retirarán la oferta), el proceso no acaba ahí. La CNMV tendrá que aprobar el folleto y se prevé que lo haga en tres semanas, en torno a la segunda quincena de julio. BBVA puede escoger un periodo no inferior a 30 días, por obligaciones de legislación estadounidenses, y también quiere evitar que la decisión se alargue en pleno agosto. El fin de la opa podría llegar (si no se judicializa) ya entrado septiembre.