La herencia de Liberbank lastra los planes inmobiliarios de Unicaja pese a la desinversión de 620M€ 

Unicaja Banco prosigue desinvirtiendo en los activos inmobiliarios adjudicados que, a final del pasado junio, ascendían hasta 1.698 millones de euros

Unicaja Banco - Liberbank

Manuel Azuaga, presidente no ejecutivo de Unicaja Banco, y Manuel Menéndez, ex consejero delegado del banco. EFE

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La fusión de Liberbank y Unicaja Banco dejó a la entidad resultante como el quinto banco más grande de España en número de activos, y con una plantilla de más de 10.000 empleados. Pese a ello, la que ha sido una de las últimas -y más grandes- operaciones corporativas en el sector bancario español también ha cimentado ‘problemas’ que, hoy en día, sigue arrastrando Unicaja Banco. Uno de ellos, la cartera de activos inmobiliarios improductivos, conocidos en el argot financiero como REOs. 

Unicaja Banco ha acelerado en los últimos dos años, el mismo tiempo que desde que integró a Liberbank en sus balances, la limpieza de esta cartera, la cual, engordó exponencialmente con la fusión con el banco asturiano. Los propios directivos de la compañía han recalcado en varias ocasiones que el saneamiento de la cartera de activos inmobiliarios adjudicados es un objetivo para la compañía.  

Es por ello por lo que la firma malagueña se ha desprendido de 625 millones de euros en activos inmobiliarios tóxicos desde el tercer trimestre de 2021, tramo en el que Unicaja unificó por primera vez las cuentas de ambas entidades. 

Unicaja Banco ya desinvertía antes de la fusión 

Pese a que la compañía andaluza ya estaba sumida en un proceso de desinversión de estos activos tóxicos desde antes de la fusión con la firma asturiana, la llegada de Liberbank y, por tanto, la integración de sus cuentas en los balances de la entidad con sede en Málaga, engordó la cartera de activos inmobiliarios adjudicados hasta 2.323 millones de euros, según los resultados reportados por Unicaja Banco al término del tercer trimestre de 2021. 

La firma andaluza pasó de tener 1.041 millones de euros de activos inmobiliarios adjudicados en junio de 2021 a tener 2.323 millones de euros al término del tercer trimestre de ese mismo año. 

Ante la deuda bruta que suponen estos activos, la firma ha acelerado en el saneamiento de esta cartera a sabiendas de que no reporta ningún beneficio para el banco. De hecho, se trata de activos problemáticos, lo que supone que podrían generar un problema mayor.  

Manuel Azuaga, presidente de Unicaja Banco
Manuel Azuaga, presidente no ejecutivo de Unicaja Banco. EFE

Liberbank aportó, como mínimo, 1.300 millones de activos problemáticos  

Pese a que Unicaja, a través de varios proyectos de desinversión, como Centauro, Pegaso, Fénix o Leónidas, se ha desquitado de más de 625 millones de activos tóxicos en los últimos dos años, todavía cuenta con una cartera de 1.698 millones de euros de activos problemáticos, de los que gran parte devienen de la fusión con Liberbank.  

Basta con echar un vistazo a cómo estaban los balances de Unicaja en el trimestre anterior a la fusión con Liberbank para apreciar el impacto que generó la llegada del banco asturiano sobre la firma malagueña. Hasta junio de 2021, la empresa liderada por Isidro Rubiales contaba con 1.041 millones de activos inmobiliarios adjudicados que, un trimestre más tarde, pasaron a 2.323 millones de euros. Es decir, Liberbank aportó, como mínimo, 1.300 millones de euros de activos vinculados al ‘ladrillo».  

Por ahondar más en esta cuestión, la firma andaluza desgrana el tipo de activo en su balance: vivienda en construcción, vivienda terminada, suelo y terrenos, y oficinas. Son el suelo, fincas rústicas y terrenos los que más pesan sobre estos activos problemáticos. Pese a ello, hasta junio de 2021, Unicaja Banco tenía 393 millones de euros de activos tóxicos procedentes de terrenos. 

La llegada de Liberbank supuso agregar casi 700 millones de euros en REOs procedentes de terrenos, fincas rústicas y suelo. Es decir, la mayor parte de este tipo de activos proceden de las cuentas de Liberbank y, atendiendo a los reportes actuales, Unicaja Banco posee 802 millones de activos tóxicos de suelo y terrenos. Es decir, el 35% del total de la cartera inmobiliaria ‘tóxica’ son suelo, terrenos y fincas rústicas.  

Unicaja acelera la desinversión de activos inmobiliarios adjudicados 

Pese a que la firma dirigida por Isidro Rubiales ha acelerado en la desinversión de activos problemáticos, todavía tiene que sanear más en profundidad sus balances, especialmente de aquellos bienes heredados de la fusión con Liberbank. 

Tal y como adelantó el diario elEconomista, Unicaja se ha desquitado de 100 millones de estos activos problemáticos, los cuales han caído en manos de Ceberus, uno de los viejos conocidos del banco malagueño en este tipo de operaciones. La firma andaluza, sabedora del lastre que pueden suponer la tenencia de estos activos, sigue desinvirtiendo. Pese a ello, todavía tiene que recortar mucho más. 

Unicaja tiene una ratio de cobertura del 64,9% para afrontar la desinversión de activos inmobiliarios adjudicados

El banco cotizado del IBEX 35 tiene una ratio de cobertura para deshacerse de estos bienes cercana al 65%, factor importante que valdrá para amortiguar la desinversión en caso de que esta pueda acarrear algún problema económico para la firma.  

Está por ver si la herencia de Liberbank no termina de ser un problema para la cartera inmobiliaria de la entidad andaluza. Por lo pronto, el sumatorio de activos adjudicados inmobiliarios ha terminado por ralentizar los planes de desinversión. 

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Alejandro Montoro

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