Vodafone encara la recta final para hacerse con el control de Finetwork y sumar un millón de líneas
La teleco necesita el visto bueno de la CNMC y del Gobierno, que se espera como tarde para principios de noviembre

Vodafone encara la recta final para hacerse con el control total del operador alicantino Finetwork. Tras la homologación judicial al plan de la teleco que dirige José Miguel García, se espera que los vistos buenos gubernamentales y del regulador para completar la operación lleguen como tarde a principios de noviembre.
Se trata de uno de los culebrones que han sacudido al sector de las telecomunicaciones este año y del que previsiblemente Vodafone España saldrá victorioso.
El auto dictado por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante hace a penas dos semanas dio luz verde al plan del operador rojo, controlado por el fondo británico Zegona al considerar válida la reestructuración propuesta y pese a las alegaciones de Finetwork.
Por tanto, a Vodafone solo le queda esperar a que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el Gobierno den sus respectivas autorizaciones.
La absorción debe pasar el filtro del organismo que dirige Cani Fernández y el control de inversiones extranjeras directas del Ministerio de Economía, al ser Vodafone propiedad de Zegona.
Fuentes conocedoras del proceso explican a este medio que las autorizaciones podrían estar listas a finales de octubre o principios de noviembre. La fecha límite, en cualquier caso, está establecida para el 31 de diciembre.
Aunque Vodafone ha dado un gran paso para hacerse con el control de Finetwork y las más de un millón de líneas que podrá sumar a su negocio, el operador que dirige Pascual Álvarez recurrió la decisión ante la Audiencia Provincial de Alicante, según adelantó Cinco Días.
Un recurso que no paraliza la ejecución del auto anterior al acogerse Vodafone a la nueva ley concursal, ya que controla el 66% del pasivo de la compañía alicantina.
Si bien es la última carta que juega Finetwork en esta batalla contra el tercer operador de telecomunicaciones de España, la compañía no ha presentado su propio plan de reestructuración como alternativa a lo propuesto por Vodafone.
La millonaria disputa de Vodafone y Finetwork
El conflicto viene de mayo de 2024, cuando la compañía controlada por el fondo británico Zegona y Finetwork alcanzaron un acuerdo mayorista mediante el cual el segundo tenía acceso a la red fija y móvil de Vodafone durante 10 años.
El acuerdo, que incluía una quita de la deuda de 40 millones de euros, se empezó a enquistar cuando el operador móvil virtual con sede en Elda comenzó a incumplir pagos este año, justificándose en que Vodafone no estaba prestando a sus clientes el mismo servicio que a sus propios usuarios.
La CNMC se pronunció a favor de Vodafone el pasado mayo, ordenando a Finetwork a abonar las facturas pendientes derivadas del acuerdo mayorista. Competencia calificó los impagos de Finetwork, que ascienden a 70 millones de euros, como injustificados pese a las discrepancias técnicas alegadas.
El operador virtual optó por solicitar el preconcurso de acreedores ante el juzgado mercantil de Alicante, habilitando un período de negociación con Vodafone (acreedor mayoritario con más del 50% de la deuda).
Vodafone propuso entonces un plan de reestructuración convirtiendo la deuda en participación de capital para controlar hasta un 95% del capital de Webi Mobile, propiedad del empresario Pascual Pérez y que ostenta el 50% del capital de Finetwork.
La otra mitad pertenece al fondo Kai Capital, que entró en el accionariado en septiembre de 2024 con una inversión inicial y un préstamo convertible por 20 millones de euros.
La operación de Vodafone contempla llevar a cabo un aumento de capital mediante compensación de créditos por 50 millones para compensar la deuda que no ha cobrado, canjeando acciones de Finetwork.
Asimismo, su plan pasa por ejecutar una línea de financiación de hasta 20 millones para evitar la situación de insolvencia y la quiebra de Finetwork.
¿Qué hará Vodafone con Finetwork?
De conseguir las pertinentes autorizaciones, la compañía en manos de Zegona integrará 1,3 millones de clientes de manera sencilla, puesto que ya les ofrece servicio a través de su red.
Una operación redonda para la compañía, que tendrá varias opciones tras completar la absorción. Por un lado, la teleco podría vender el negocio al fondo Asterion, que ya mantuvo conversaciones con Pascual Álvarez para adquirir Finetwork en paralelo al conflicto con Vodafone.
La otra opción es mantener en cartera todos los usuarios y hacer más atractivo y, por tanto, más caro su valor como empresa en el mercado de las telecomunicaciones.
En un contexto en que la posible compra de Vodafone España por parte de Telefónica suena cada vez más fuerte, Zegona podría sacar más rentabilidad a su inversión y aceleraría el proceso de consolidación del sector.