Caixabank ve en BPI un as para contrarrestar los bajos tipos del BCE

La aportación en beneficios e ingresos del luso será mayor en los próximos años

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Los compases previos al arranque de la temporada de resultados están siendo tensos para la banca española. Con la expectativa de que el Banco Central Europeo (BCE) pueda aprobar una rebaja de tipos de interés en los próximos meses, las entidades españolas con planes estratégicos en vigor ligados a expectativas de tipos alejadas de las actuales –Caixabank, Bankia o Banco Sabadell-, notan la presión del mercado para que confirmen sus compromisos. 

La entidad presidida por Jordi Gual, que dará a conocer sus cuentas correspondientes al primer semestre de 2019 el próximo 26 de julio, ya ha reiterado en varias ocasiones que reitera su objetivo de lograr un ROTE (retorno sobre el capital tangible) superior al 12% en 2021, a pesar de que las expectativas sobre los tipos de interés son más negativas para el banco que cuando presentó su plan estratégico en noviembre de 2018. 

Javier Pano, director ejecutivo de Finanzas, concreta cuáles son los ases que Caixabank se guarda para acelerar su rentabilidad. «El crecimiento del crédito deberá centrarse en segmentos de mayor rentabilidad y con mayor potencial, como el crédito al consumo y a empresas, lo que nos ayudará a conseguir una mayor diversificación y rentabilidad de nuestra cartera de crédito», señala al referirse a los ejes con los que impulsar ingresos estratégicos: margen de intereses, comisiones y seguros.

El salto internacional de Caixabank, que se ha expandido en Portugal con la compra de BPI, será otro elemento clave. Pano insiste en que el portugués, adquirido completamente en diciembre de 2018, será una pieza fundamental para sostener el objetivo de rentabilidad presentado a los inversores a finales del año pasado. «La contribución de BPI a los ingresos core y al resultado del Grupo será mayor en los próximos años», afirma el ejecutivo.

Caixabank ya anunció hace meses que tras la adquisición del luso, planeaba ir ampliando la gama de productos de BPI en Portugal, en línea con el modelo que el banco mantiene en España, donde el papel de la gestión de activos y de los seguros es muy relevante; y se espera que continúe siéndolo en su estrategia de crecimiento en los próximos ejercicios. 

«En relación con los recursos de clientes, nuestros esfuerzos se centrarán en capturar el potencial de ahorro a largo plazo y previsión: observamos que España y Portugal son mercados que se sitúan por debajo de la media europea en este negocio», señala el director ejecutivo de Finanzas del banco español.

Caixabank da pistas a sus accionistas

El banco recordaba hace pocos días a sus accionistas minoristas estos objetivos, incluidos en su revista para inversores de junio, sobre los que el banco podría profundizar más a fondo este viernes, durante la presentación de sus resultados semestrales. Los analistas descuentan que las cifras del segundo trimestre podrían ser malas, dejando el resultado del segundo trimestre incluso en negativo, por el impacto del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha cerrado recientemente.

Sobre el conjunto de la banca española, el mercado espera perspectivas para el segundo semestre, tras el cambio de rumbo en la política monetaria del BCE, información sobre la evolución de las comisiones y sobre la continuidad de los esfuerzos para reducir activos improductivos; que también es un eje clave de la estrategia de Caixabank para impulsar su rentabilidad.

«La gestión temprana de la morosidad, junto con las dinámicas macroeconómicas positivas, permitirá seguir con la senda de reducción del volumen de los activos dudosos y el coste del riesgo. Para 2021, la gestión de los activos dudosos debe ayudarnos a contener la ratio de morosidad por debajo del 3%», señala Javier Pano.

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