La epidemióloga Elena Martínez arremete contra los tests en farmacias: “No ofrecen ventajas”

Elena Martínez, presidenta de los epidemiólogos, pone el foco en la detección de contagios en vez de en ampliar los lugares que realizan las pruebas

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Cada vez son más los expertos que se pronuncian en contra de la venta de tests de antígenos en farmacias. Entre ellos, la presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), Elena Vanessa Martínez. Esta doctora pone el foco en la detección de contagios en vez de en ampliar los lugares en los que realizar las pruebas. «No es cuestión de hacerlas en más sitios, sino de hacerlas bien», afirma.

«No veo la ventaja de hacer antígenos en las farmacias», recalca la recién nombrada presidenta de los epidemiólogos en una entrevista con Efe. Entre otras cuestiones, a esta especialista en Medicina Preventiva le preocupa, igual que al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, la seguridad y la forma en que se volcarán los datos al sistema.

«No es cuestión de hacerlas en más sitios, sino de hacerlas bien»

Y es que esta alternativa tiene en contra a la práctica totalidad de la profesión científica y sanitaria. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad no le ha cerrado del todo la puerta y permanece a la espera de que las autonomías interesadas justifiquen detalladamente su estrategia y solventen los flecos legales.

No obstante, la posición del Gobierno por ahora es la que dicta la Comisión Europea, que es que estos test deben hacerlos personal cualificado y siguiendo las instrucciones del fabricante. Y la de la representante de los epidemiólogos es que «no es cuestión de ponerlo en más sitios, sino de hacerlo bien».

Un estudio liderado por el infectólogo Oriol Mitjà determina que los test de antígenos son igual de fiables que las PCR y apuesta por su uso masivo./ EFE

Los epidemiólogos piden paciencia y prudencia con la vacuna

Pfizer y Moderna han vuelto a sembrar esta semana el optimismo con los resultados de sus respectivas vacunas. En este sentido, Martínez pide prudencia y recuerda que se trata de estudios preliminares. «Entiendo que es una necesidad pero todas estas cosas hay que evaluarlas con mucha cautela», insiste.

Además, los ensayos se están produciendo en un momento «en el que todos vamos con mascarillas y la movilidad está muy reducida». «Pero ¿qué ocurrirá cuando todo esto desaparezca?», se pregunta. No obstante, no niega que sea «una buena noticia». «Pero tenemos que esperar acontecimientos: lo más importante es que tendremos vacuna, probablemente más de una», indica.

«Tenemos que esperar acontecimientos: lo más importante es que tendremos vacuna, probablemente más de una»

Martínez también pide paciencia. “Solo en España somos 47 millones, y aunque se tratase de una vacuna perfecta, materialmente es imposible vacunar a tanta gente, se tendrá que ir haciendo en función de disponibilidad y recursos», afirma.

Respecto a quienes la recibirán primero, la epidemióloga apunta que una opción es vacunar a la población de riesgo. “Cabría pensar que tenemos que empezar por ahí y por el personal esencial», admite.  “Pero a lo mejor la estrategia es vacunar a los que más contactan con los demás, quizá la gente joven que ha sido además más difícil de conseguir que sigan las medidas», añade.

Un miembro de la Cruz Roja vacuna a mujer de la gripe este jueves en la localidad madrileña de Aranjuez / EFE

Sanidad confía en que el grupo formado por casi 40 expertos de distintas disciplinas que está diseñando la estrategia de vacunación tenga listo su borrador esta semana para que sea visto por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el miércoles. «Creo que debería ser una estrategia base consensuada en función de lo que se conoce y según las vacunas, ya que no todas están indicadas para el mismo grupo de población, asevera Martínez.

«Para convencer de que se vacune quien se considere que tiene que vacunarse lo mejor es una buena información»

Casi la mitad de españoles, según el CIS, no quiere ponérsela inmediatamente, pero esta epidemióloga no cree que deba ser obligatoria. «Para convencer de que se vacune quien se considere que tiene que vacunarse lo mejor es una buena información, que se expliquen bien las cosas». «Estamos en una situación en que la población está un poco desorientada, hay información errónea en el exterior y no sabe a quién creer, por eso la información de efectos secundarios y beneficios que puede tener es lo más importante», explica.

Elena Martínez asegura que la segunda ola empieza a remitir

Martínez percibe que el ascenso de la segunda ola, pese a que sigue dando una gran cantidad de casos y la incidencia es aún muy alta, «está empezando a remitir, lo que pone de manifiesto que las medidas de salud pública que se han ido implementando en los diferentes territorios parecen haber funcionado». Medidas que hay que adaptar siempre al «momento, situación y terreno en el que te encuentres».

Al ser preguntada por cómo es posible la bajada tan espectacular que ha experimentado la Comunidad de Madrid en el último mes, la doctora explica que «se pusieron medidas más tarde de lo recomendable”, pero nunca “es tarde si la dicha es buena porque ha tenido su efecto».

Sin embargo, no se puede valorar «excesivamente bien lo que ha funcionado mejor, porque cuando pones las medidas, las pones todas a la vez»; en este caso, cabe la posibilidad de que se esté «escapando algún caso» ya que se dejaron de hacer pruebas a contactos estrechos.

La presidenta de la SEE descarta el confinamiento domiciliario

Otra posible causa son las personas susceptibles de ser infectadas que quedan: Madrid fue la región más azotada en la primera ola y en una parte de la segunda, y «si en una determinada población se transmite mucho, puede ocurrir que a la enfermedad le cueste más encontrar a personas que puedan infectarse». Lo contrario podría estar ocurriendo en Asturias, una de las menos castigadas en la primera ola, con lo que «prácticamente toda su población es susceptible y quizá por eso les está costando más controlarlo», apunta Martínez.

No obstante, no cree que la solución sea el confinamiento domiciliario que el Principado ha solicitado alguna vez: «En marzo nos pasamos confinados durante mucho tiempo y bajamos la curva a costa de otras cosas, así que hay que intentar conjugar todas las opciones y dar más tiempo para no forzar la economía, porque al final puede afectar también a la salud», recuerda.

Mientras tanto, «hay que hacer lo que hemos estado haciendo hasta ahora: higiene, distancia social y mascarillas». Y «tener paciencia», porque queda mucho de convivencia con el virus. 

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