El sudoku en la sucesión de Ángel Jove: dos hijos, dos nietos y la exmujer en el accionariado de Anjoca
La primera esposa del empresario declaraba el año pasado un 38,4% del capital de Anjoca y era su segunda accionista; Jorge Jove Esmorís, nieto de Ángel Jove, emerge como clave en la sucesión frente a los dos hijos del fundador, Ángel y Eva María Jove González, y se perfila como tándem de José Álvarez Cobelas, CEO desde abril

Nadie que le conociera puede negar que Ángel Jove tenía un fuerte carácter, rudo en ocasiones, que se traducía en una firme determinación a la hora de tomar decisiones y emprender negocios. La muerte del hermano mayor del fundador de Fadesa e Inveravante cogió a pocos por sorpresa en su entorno. Una prueba de ello fue la operación para apuntalar la gestión de Anjoca activada a finales de abril con el nombramiento de José Álvarez Cobelas, veinte años en la primera línea ejecutiva del grupo, como consejero delegado con todos los galones. Álvarez Cobelas también entró en el consejo del grupo constructor y hotelero. Pero como empresa familiar, Anjoca es algo más. Su accionariado actual lo demuestra.
En lo que se podría definir como un sudoku por resolver cuando falta el presidente y primer accionista, como es el caso, el capital del grupo consolidado Anjoca se reparte también entre dos hijos, dos nietos y su primera mujer. A falta de depositar en el Registro Mercantil las cuentas del último ejercicio, el acta de la última junta general ordinaria del grupo, celebrada en A Coruña el 18 de junio de 2024, deja claro el reparto de las acciones entre la familia en ese momento, a expensas de eventuales cambios en el último año que no han trascendido.
La estructura accionarial
De acuerdo con el acta de la junta de accionistas consultada por Economía Digital Galicia, Ángel Jove era titular en ese momento de 605.122 participaciones, representativas del 50,01% del capital del grupo. Como segundo accionista directo, Dolores González Amenedo, su primera esposa, con la que no tenía separación de bienes. Resultado de ello, Dolores González declaraba entonces, a mediados del año pasado, el 38,44% del capital de Anjoca. La madre de tres de sus hijos (tiene otro de su segundo matrimonio, pero es una rama de la familia desvinculada de la empresa) recibía un dividendo “preferente” previsto en los estatutos de Anjoca de 188.000 euros anuales abonado en pagos mensuales de 15.666 euros, según el mismo documento. El de Ángel Jove, de similares características, era de 750.000 euros al año.
Eva Jove González y Ángel Jove González, dos de los tres hijos del primer matrimonio de Ángel Jove con quien el presidente de Anjoca mantuvo a lo largo de los años varios desencuentros nada disimulados, también tienen participación directa en el accionariado de la compañía. En su caso, cada uno controlaba en junio del año pasado un 5,77% del capital (69.822 participaciones en cada caso).
Los roles y la gestión
Eva y Ángel eran hermanos de Jorge Jove González, fallecido de forma repentina en 1999. Su mujer, Belén Esmorís Lois, se mantuvo en el consejo hasta que lo sustituyó uno de sus dos hijos, Jorge Jove Esmorís, a quien en diferentes ámbitos sitúan como el futuro hombre fuerte de la compañía. Jorge Jove y su hermana Sara Jove Esmorís también son accionistas de Anjoca, aunque con participaciones muy reducidas (0,00074% en cada caso de forma directa), ostentando Jorge la representación de Sara en la junta general de Anjoca. Sus tíos, Eva y Ángel, según apuntan diversas fuentes, se mantienen al margen del día a día de Anjoca. Por el contrario, Belén Esmorís, la viuda de Jorge, ha estado tradicionalmente implicada en la gestión, con responsabilidades en áreas como recursos humanos.
Sobre el tapete de la gestión diaria, el proceso de sucesión de Ángel Jove parece perfilado, según apuntan diversas fuentes relacionadas con el grupo. De hecho, Jorge Jove Esmorís, el nieto de Ángel Jove, emerge como pieza clave en la sucesión en el grupo frente a los dos hijos del fundador, Ángel y Eva María Jove González: es consejero como ellos, lleva cinco años en tareas ejecutivas y se perfila como tándem de José Álvarez Cobelas, consejero delegado desde abril.
¿La hora de Jove Esmorís?
Jove Esmorís, de hecho, está presente de forma ininterrumpida en el consejo de administración de Anjoca desde 2019, antes incluso de que regresasen sus dos tíos. También participa en la gestión de Hoteles Elba, la otra división del grupo, y es miembro del patronato de la Fundación Jorge Jove. Antes de su incorporación al grupo pasó tres años en Accenture como consultor y analista. Jorge Jove también es consejero de Ábaco Patrimonial, otra de las palancas del grupo.
Anjoca es algo más que una constructora al uso. Es uno de los grandes grupos gallegos del sector, con unas ventas (cierre de 2023) de 167 millones y un beneficio operativo (de explotación) de prácticamente 40 millones. Cuenta con una veintena de filiales, muy diversificadas, que arman un grupo consolidado con unos activos de 342 millones de euros, un patrimonio de prácticamente 300 millones, y una deuda (corto y largo plazo) de unos 17 millones, que se había saneado en los últimos ejercicios. Se abre ahora el proceso de sucesión para un empresario que no acostumbraba a dejar las cosas para mañana, según coinciden en apuntar varias fuentes, pero que tuvo que hacer equilibrios en el accionariado de su propia compañía, una empresa familiar.