La Xunta cifra en casi 119.000 las hectáreas quemadas este año y refuerza con 75 millones la prevención

La conselleira do Medio Rural, María José Gómez, señala en su comparecencia en el pleno del Parlamento que más del 70% de los fuegos fueron intencionados, 473 de 673, y que 15 personas fueron puestas a disposición judicial por provocar fuegos

Efectivos de la Xunta con base en Becerreá trabajan para extinguir las llamas en un incendio forestal en Baleira, Lugo.

Archivo – Efectivos de la Xunta con base en Becerreá trabajan para extinguir las llamas en un incendio forestal en Baleira, Lugo. Carlos Castro – Europa Press

El número de hectáreas arrasadas por el fuego en lo que va de año ascienden a 118.966 hectáreas con un total de 1.492 incendios. De ellas, el 67% se corresponde con monte raso y el 33% a arbolado. Así lo ha apuntado este martes la conselleira do Medio Rural, María José Gómez, en una comparecencia en el pleno del Parlamento este martes. 

Estas cifras difieren con las del Sistema de Información de Incendios Forestales de la Comisión Europea (EFFIS) del programa Copernicus que eleva a  algo más de 171.000 las hectáreas quemadas en Galicia desde el inicio del verano.

Según los datos de la Xunta, el 45% de los fuegos y el 94% del terreno arrasado se produjo en agosto, mes con un total de 673 fuegos. Hubo 2.200 confinamientos y 400 evacuaciones durante esta campaña.

Incendios intencionados

Gómez ha asegurado que «más del 70%» de los fuegos fueron intencionados, 473 de 673. Destaca que se puso a 15 personas a disposición judicial por incendio intencionado y a dos por imprudencia.

Incide en que la intencionalidad de incendios en Galicia «es una realidad», si bien también hay imprudencias o accidentes, «aunque en mucha menor medida»

«Galicia no arde sola, a Galicia la queman; decir esto no es inventarse ninguna trama, decir esto es contar la verdad», sentencia.

Aumento de la inversión en prevención

La Consellería aumentará a 75,4 millones la inversión en materia de actuaciones en prevención contra los incendios forestales en 2026, un 50% más.

Aquí se incluye el convenio de gestión de franjas secundarias con la Federación Galega de Provincias e Municipios (Fegamp) y Seaga, que duplicará su presupuesto hasta 25 millones. La conselleira espera que se firme «próximamente», en el cual se incrementarán las parroquias priorizadas, «se agilizarán» ejecuciones subsidiarias y se impulsará la creación de barreras naturales.

En lo tocante a formación, habrá 1,8 millones entre 2025 y 2026 para la especialización de personal, un 19% más que en el bienio anterior.

Entre otras medidas, ha anunciado que se van a «intensificar» las iniciativas de concienciación de la población, principalmente entre niños y jóvenes a través de un programa en colegios para dar a conocer el dispositivo.

Además, ha comprometido que se seguirá con la mejora de condiciones del personal. Recuerda que en 2026 el personal fijo discontinuo aumentará a nueve los meses trabajados. Así, por ejemplo, el año que viene habrá aumento de medios aéreos y motobombas, además de avanzar en bases aéreas de Lalín y Valga.

La conselleira do Medio Rural ha señalado que la «práctica totalidad» de las 15 nuevas medidas anunciadas hace dos meses por Rueda en sede parlamentaria para estar más preparados contra la nueva tipología de incendios de sexta generación son una «realidad inminente» a través del proyecto de presupuestos y ley de acompañamiento para 2026.

Uno de los puntos sobre los que ha hecho hincapié es la reclamación al Gobierno central de una base permanente de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en Toén y un nueva base BRIF además de la de Laza, pero critica la «poca voluntad» del Estado.

Reconocimiento a los efectivos

La intervención de la conselleira ha comenzado con un «reconocimiento» del operativo, especialmente los trabajadores heridos, así como a la población afectada en una de las campañas «más duras» por la «duración, intensidad y simultaneidad» de incendios.

Gómez ha defendido que el operativo antincendios de la Xunta «es uno de los mejores servicios de extinción de España y de Europa».

Y es que se ha referido a la «situación extraordinaria» por condiciones meteorológicas de sequía extrema, con zonas de Ourense con hasta 100 días «sin ningún tipo de precipitación». A ello se sumaron hasta cinco días de más de 40 grados y vientos de dirección «errática» que dieron lugar a una «tormenta perfecta».

En este sentido, ha puesto de ejemplo el incendio de Larouco, el más grande de la historia de Galicia, con cerca de 32.000 hectáreas, en donde llegaron a alcanzarse entre 40.000 y 50.000 kilovatios por metro, el equivalente a «20.000 radiadores convencionales funcionando». Según ha relatado, llegaron a arder 1.700 hectáreas en una hora y a un ritmo de 1.000 hectáreas durante 11 horas consecutivas, además de que este incendio «convectivo» llegó a cruzar el Sil de forma simultánea por 15 puntos.

Llegó a haber una decena de grandes incendios forestales simultáneos en el sureste ourensano, con casos de fuego en zonas de 2.000 metros de altura. Alerta que el 35% se declaraba por la noche «con clara intención de hacer daño».

El 15 de agosto se iniciaron 37 fuegos cuando había ya siete grandes incendios. «Hubo quien quiso hacer daño a Galicia y su gente», opina María José Gómez.

La conselleira ha reflexionado acerca de que con estas condiciones los medios aéreos «no son eficaces» porque el «agua se evapora antes de tocar tierra». «La maquinaria pesada se hace más necesaria que nunca, esa que tanto le reclamamos al Gobierno durante el verano».

Críticas de la oposición

Por su parte, Montserrat Valcárcel (BNG) ha denunciado que la gestión de Medio Rural «fue un fracaso» en un verano en el que «ardieron casas y aldeas enteras»: un dispositivo «mermado», con puestos sin cubrir, efectivos «saturados», «no se reforzó la vigilancia presencial» y «no se garantizó la cobertura real las 24 horas».

Reclama cambios «reales» en los que se apueste por la planificación en vez de por la improvisación, puesto que «no se puede depender del heroísmo». «Si no está dispuesta, por favor, déjelo a otros», ha instado Valcárcel a marcharse a Gómez, a quien recrimina que «se instala en la inercia» y «el autoelogio».

Valcárcel pone de ejemplo al joven brigadista municipal de Oímbra que acaba de recibir el alta por quemaduras para denunciar «la precariedad de quien no debería estar en primera línea, sin experiencia ni formación suficiente». Afea que «no se cumplieron» objetivos del Pladiga como que ardiesen menos de 18.554 hectáreas.

De hecho, la diputada nacionalista alerta de que la Xunta «se prepara para despedir a 1.000 bomberos forestales el 17 de noviembre», un tercio del personal, «cuando deberían hacer labores de prevención» tras la «peor ola de incendios del siglo».

Asimismo, Carmen Rodríguez Dacosta (PSdeG) ha exigido la «dimisión inmediata» de la conselleira tras una intervención que considera «indignante» por su «cero autocrítica». Urge un cambio de modelo tras «más de 150.000 hectáreas arrasadas en Galicia» y «vecinos que estaban solos ante los incendios, protegiendo sus núcleos de población».

Censura que la Xunta no tenga previsto «ni una medida» y reprocha que se diga que «el mayor éxito es que no hubo víctimas», ya que recuerda que acaban de dar el alta a un bombero forestal con el 40% del cuerpo quemado.

Rodríguez Dacosta denuncia que había 200 vacantes sin cubrir en verano y una «falta de previsión» por la que se puso al frente a «chavales de 18 años que tenían experiencia cero». Todo porque aprobaron el plan antincendios (Pladiga) «tarde, mal y a rastro».

Igualmente, tanto BNG como PSdeG han coincidido en reprobar la «flexibilización» de la moratoria «trampa» de eucaliptos que impulsa la Xunta hasta final de 2030.

Por su parte, Armando Ojea (Democracia Ourensana) ha pedido «pensar cuanto antes en la recuperación» y «evitar la erosión del suelo».

En su réplica, la conselleira do Medio Rural ha reprochado a la oposición «utilizar los fuegos y el dolor de los gallegos como arma política». Valora las ayudas activadas por el Ejecutivo autonómico frente al «ridículo» en apoyos del Estado. «Lo que se demuestra es que se puede confiar en la Xunta, pero no en el Gobierno del señor Sánchez».

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