Alcoa: el cierre del aluminio liquida el 25% del negocio de alúmina

La planta de alúmina facturó 133,8 millones por el suministro a la fábrica de aluminio de San Cibrao, la cuarta parte de sus ingresos

Los trabajadores de Alcoa protestan en San Cibrao el día de la solicitud de la medidas cautelares al ERE. EFE/Eliseo Trigo

Los trabajadores de Alcoa protestan en San Cibrao el día de la solicitud de la medidas cautelares al ERE. EFE/Eliseo Trigo

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La planta de alúmina de Alcoa en San Cibrao, objeto de deseo de Liberty y uno de los principales escollos para la venta de la fábrica de aluminio, cerró su último ejercicio con 20,7 millones de beneficio y una facturación de 512 millones. Ambas magnitudes experimentaron un fuerte retroceso. Las ganancias se redujeron a la cuarta parte desde los 94 millones que se anotó Alcoa en 2018, mientras que los ingresos cayeron desde los 603 millones del ejercicio anterior.

La multinacional norteamericana anunció que la planta, en su momento capaz de compensar los números rojos de la factoría de aluminio, no fue a mejor y entró en pérdidas este año, que prevé acabar con números rojos. Esta situación no invita al optimismo respecto al futuro de una fábrica que abastece a la que Alcoa pretende desmantelar si sale airosa de la batalla judicial que mantiene con los trabajadores, la Xunta y el Gobierno central.

El papel clave de la alúmina en la venta fallida

A pesar de los malos resultados, la alúmina fue uno de los principales motivos del naufragio en las negociaciones para la venta de la planta de aluminio de San Cibrao a Liberty. El grupo de Sanjeev Gupta pretendía incluir en la operación a la planta de alúmina, bien comprándola, bien asegurándose un contrato de suministro a largo plazo. Alcoa rechazó la operación alegando que las garantías exigidas estaban fuera de las prácticas del mercado y que en ningún momento la llamada “refinería de alúmina” estaba en el proceso de negociación.

El plan de la multinacional norteamericana era mantener la fundición y la alúmina en San Cibrao, aunque, sobre el papel, la reestructuración requeriría de una transformación del negocio de la alúmina, que hace solo dos años, en 2018, destinaba buena parte de su producción a abastecer a las factorías de A Coruña y Avilés –vendidas al fondo suizo Parter—y la planta de San Cibrao sobre la que planea un ERE para más de 500 trabajadores.

¿Es viable la alúmina sin el aluminio de San Cibrao?

Según las cuentas de la filial de Alcoa, Alúmina Española vendió bienes a la planta de aluminio de San Cibrao por valor de 133,8 millones, lo que equivaldría a un 25% de su facturación. El otro gran receptor de la alúmina producida en Galicia es Alcoa Norway, con ventas por valor de 120,1 millones. En el país nórdico la multinacional tiene dos fundiciones en Lista y Mosjoen.

Antes de la venta, las instalaciones de Avilés y A Coruña recibían también cargamentos de alúmina por valor superior a los 90 millones, 47,4 millones en Avilés y 46,6 en la ciudad herculina. El año pasado estas cuantías cayeron en picado, superando apenas los 3 millones en cada factoría.

Baja en Lugo, sube en Noruega

También se redujo el suministro hacia San Cibrao, al menos en su valor, pues pasó de los 180,5 millones en 2018 a los 133,8 mencionados al año siguiente. Sin embargo, los envíos a Noruega se elevaron en 12 millones.

Estas operaciones intragrupo, contando solamente las factorías españolas, eran equivalentes en 2018 al 40% de la facturación, mientras que el año pasado, ya con la planta de aluminio de San Cibrao casi como único cliente, representaban más de un 25%.

Hay que recordar que Alcoa no está sola en la alúmina de San Cibrao. Tiene como socio a la australiana Alumina Limited, que controla un 30% del capital. 

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