Copasa y Francisco Gómez ganan a Florentino Pérez y lideran la obra pública de la Xunta en 2025

En el año 2023, las empresas del grupo ACS, junto a Acciona o San José, se hicieron con los mayores contratos de obra pública que repartió la Xunta en aquel ejercicio. Los de Florentino Pérez, con las empresas Dragados y Vías y Construcciones como punta de lanza, se adjudicaron más de 50 millones, entre los que se incluían las actuaciones para la ampliación del Hospital Clínico Universitario de Santiago o la prolongación de la autovía AG-59. Acciona, por su parte, se hizo con la nueva sede de la Xunta en San Caetano.

La situación cambió en los años siguientes. Las constructoras gallegas dominaron en la nueva vivienda protegida, a la que Alfonso Rueda está destinando importantes recursos para duplicar el parque público residencial, con una inversión prevista de más de 465 millones hasta 2028, así como en las infraestructuras viarias e incluso en las obras emblemáticas, con Copasa construyendo el Centro de Protonterapia de Galicia o el edificio del Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga).

Junto al grupo que preside José Luis Suárez, empresas como Francisco Gómez y Cia, Taboada y Ramos o Gómez y Reino han superado este año los 40 millones adjudicados en obras de la Xunta a lo largo de este año, mientras que la pontevedresa Ramírez sumó más de 30 millones, según las resoluciones consultadas por este medio en el portal de contratación pública del Gobierno gallego.

Calderilla para ACS, Acciona y Ferrovial

Los grandes grupos estatales, sin embargo, no tuvieron un año especialmente prolijo en San Caetano. ACS obtuvo como principal obra de la Xunta la construcción del instituto Domingo Villar en Vigo, un contrato de 17,7 millones. Vías y Construcciones, una de las filiales del grupo de Florentino Pérez, se adjudicó la obra en alianza con la coruñesa Ogmios.

Ferrovial también se alió con Ogmios para hacerse con la urbanización del polígono 2 del plan parcial de Navia, en Vigo, donde el Gobierno gallego está desarrollando la mayor promoción de vivienda social de Galicia. El contrato se adjudicó por 14,6 millones.

Acciona, por su parte, formalizó el contrato para construir 21 viviendas, precisamente, en San Paio de Navia por 4,5 millones. Tanto ACS como el grupo de la familia Entrecanales son habituales en los contratos de obra pública de Galicia, pero en 2025, al menos en lo que respecta a las licitaciones del Gobierno gallego, estuvieron por debajo de anteriores ejercicios.

Copasa: 40 millones entre ordenadores y piscinas

La ourensana Copasa, segunda mayor constructora gallega por detrás de San José, obtuvo tres contratos importantes en este ejercicio. El más voluminoso fue el de 16,7 millones para la conservación ordinaria y vialidad invernal de la Rede Autonómica de Estradas de Galicia (RAEG), que la Xunta repartió en varios lotes. Junto a este encargo, se hizo con el edificio Cesga que construirá en A Sionlla por 14 millones en alianza con Dominion, y con la primera fase de las obras de conversión en autovía del vial Brión Noia, un contrato de 11,2 millones. La compañía de José Luis Suárez también se encargará de la construcción del parque acuático de Monterrei, al resultar adjudicataria este año de la segunda, tercera y cuarta fase de las obras por un presupuesto conjunto de 3,6 millones.

Este volumen de adjudicaciones sitúa a Copasa entre los líderes de la obra pública de la Xunta en 2025, junto a Francisco Gómez y Cia y Vázquez y Reino, que también superaron los 40 millones en contratos, aunque en su caso con una mayor predominancia de las UTEs. La primera, socia de Atalaya Mining en la mina de Touro y O Pino, obtuvo su obra estrella este ejercicio en la prolongación de la autovía AG-59, desde Pontevea, en Teo, hasta O Rollo, en A Estrada. Se presentó al concurso en alianza, precisamente, con Vázquez y Reino, además de con Misturas, y su oferta, de 27,9 millones, resultó ganadora. A este contrato se suma otro de conservación de carreteras de 22 millones con José No Martiñán, y varios de refuerzo de firmes de vías, que suponen más de tres millones.

Vázquez y Reino también pescó en la Rede Autonómica de Estradas de Galicia, al adjudicarse un contrato de 18 millones en alianza con López Cao. La Xunta repartió 180 millones en el contrato de conservación para los trabajos en carreteras de titularidad autonómica y los repartió en ocho lotes. La ourensana Extraco se hizo con el más cuantioso, de 25 millones, en UTE con Misturas. Grupo Bascuas, Taboada y Ramos o Isidro Otero también resultaron adjudicatarias, con trabajos presupuestados en 20,7 millones, 16,3 millones y 20,1 millones, respectivamente.

Ramírez triunfa en la vivienda pública

El reverdecer de la vivienda pública con las iniciativas de las administraciones para mitigar el impacto de la subida de precios del alquiler puso sobre la mesa oleadas de licitaciones para desarrollos residenciales. En Galicia, los concursos impulsados primero por el Instituto Galego de Vivenda e Solo y, ahora, por la empresa pública Vipugal, atrajeron a grandes grupos, como Acciona, Ferrovial, ACS, OHLA, Copasa o San José, sobre todo, en aquellos contratos de un volumen superior a los 10 millones. Sin embargo, son empresas como Citanias, Ramírez, XAC, Consvial u Oreco Balgón, de menor tamaño pero competitivas en las licitaciones, las que se están llevando el gato el agua.

La que más ha destacado este año ha sido Ramírez, que logró contratos por valor de 33 millones para construir casi 200 viviendas sociales. El de mayor importe fue de 13,4 millones para habilitar 76 nuevas viviendas en Garabolos (Pontevedra). También pescó en San Paio de Navia, con el encargo de construir 57 viviendas por 8 millones. En Ourense, se adjudicó la construcción de 64 viviendas por 12 millones.