Florentino Pérez, Copasa, Ferrovial y Sacyr ganan las grandes obras de los equipos de protonterapia de Amancio Ortega

• Amancio Ortega pugna con los dueños de Wallmart en la lista de fortunas mundiales en pleno rebote de Inditex
• Sacyr 'pesca' 17 millones en Madrid para albergar los equipos de protonterapia donados por Amancio Ortega

Esta semana llegaban por mar los últimos componentes del primer acelerador de protones para el tratamiento del cáncer de Galicia. Se fabricaron en la ciudad belga de Lovaina, desembarcaron en el puerto de Vigo y fueron trasladados a Santiago para completar el Proteus ONE, la máquina de la multinacional IBA que operará en el búnker del Centro de Protonterapia de Galicia. La capital gallega probablemente inaugure los tratamientos oncológicos con esta tecnología, que se está desplegando a raíz del protocolo de colaboración firmado por la Fundación Amancio Ortega con el Ministerio de Sanidad en 2021. El máximo accionista de Inditex puso 280 millones sobre la mesa para extender la protonterapia a la red sanitaria pública, pues hasta ahora solo había dos hospitales privados en Madrid y Navarra que contaban con este tipo de equipamiento.

Pasaron cuatro años y ninguno de los aceleradores trata pacientes todavía, pues el procedimiento para su instalación es complejo. Amancio Ortega costea los aparatos, pero estos requieren de una infraestructura adecuada y de trabajadores formados para operarlos. Las siete comunidades donde se ubicarán se han lanzado a construir unidades específicas para albergarlos o nuevos edificios que se convertirán en los centros de referencia de la protonterapia en cada territorio. La donación del hombre más rico de España movilizó ya 159,2 millones de inversión pública para construir los búnkeres y los edificios que los abrigan. Serían casi 170 millones si se suman las licitaciones de los proyectos de construcción y sin contar la unidades que se construirán en Sevilla, Málaga y Gran Canaria, todavía pendientes de adjudicar.

Algunas de las grandes constructoras españolas se han hecho con los millonarios contratos, como ACS, Ferrovial o Sacyr. También Cobra, del grupo Vinci, pescó en los procesos de licitación, mientras que en Galicia fue la segunda mayor constructora gallega la que se hizo con la obra, Copasa.

Florentino Pérez golpea dos veces

El acuerdo de colaboración entre la Fundación Amancio Ortega y el Gobierno español estableció que el Ministerio de Sanidad se encargaría de la adquisición de los equipos con cargo a los Presupuestos Generales del Estado y que sería después cuando el dueño de Inditex se encargase de pagar las facturas. El departamento que dirigía entonces Carolina Darias y ahora Mónica García organizó el concurso para comprar los aceleradores de protones, que se adjudicó la multinacional belga IBA (Ion Beam Applications), uno de los pocos fabricantes europeos de este tipo de equipo. En realidad, hay un puñado de empresas en el mundo que trabajan con esta tecnología, como Hitachi, Varian o Mevion.

Con los aceleradores adjudicados y las ubicaciones decididas, las comunidades pusieron en marcha licitaciones para la construcción de la infraestructura. Y ahí lanzaron la caña las grandes del sector. Y entre los mejores pescadores estuvo Florentino Pérez. Las filiales de ACS se hicieron con dos contratos en Madrid y Barcelona por 40,4 millones.

El de la capital española acabó en manos de Vías y Construcciones, una de las empresas habituales de ACS en la competición por la obra pública en el mercado doméstico. Se hizo con un contrato de 11,1 millones para construir la unidad de protonterapia del Hospital Universitario de Fuenlabrada, una de las dos ubicaciones seleccionadas en Madrid para las máquinas de Amancio Ortega. La otra está en el Hospital Universitario La Paz, donde Sacyr levantará por 16,5 millones un nuevo edificio junto a la actual centro de extracciones y con el búnker que albergará el acelerador de protones como centro. La conexión con el hospital del nuevo edificio anexo se soluciona mediante una pasarela en la primera planta.

Florentino Pérez volvería salir victorioso en Barcelona. Una UTE liderada por Dragados, en alianza con Sogesa y Dominio, ganó la licitación del Servei Català de Salut para construir el centro de protonterapia, que se situará en el parque sanitario Pere Virgili, en Gràcia. El contrato asciende a 30,3 millones y la infraestructura albergará los dos aceleradores de protones destinados a Cataluña. Esta tecnología tiene la ventaja de la precisión, actúa de manera más atinada sobre el tumor evitando dañar el tejido sano.

Cobra, Ferrovial y Copasa

Otras dos grandes compañías serán protagonistas en el despliegue de la protonterapia en España. Copasa, la segunda mayor constructora gallega por volumen de ingresos, fue la adjudicataria del Centro de Protonterapia de Galicia por 19,8 millones. La compañía que dirige José Luis Suárez inició las obras este mismo año en el área del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago y adecuará 6.075 metros cuadrados de zona exterior para generar un nuevo espacio público de calidad, que debe servir de enlace entre el Gil Casares, el CHUS y el nuevo edificio.

Proyecto para el Centro de Protonterapia de Galicia

En Valencia fue Cobra quien se llevó el contrato de 21,5 millones, una antigua empresa del grupo de Florentino Pérez que, tras su venta, acabó en los brazos de Vinci, otro gigante europeo. Este centro de protonterapia se ubica en el Hospital La Fe.

Finalmente, el Gobierno vasco adjudicó a una UTE liderada por Ferrovial la construcción del edificio que albergará la nueva Unidad de Protonterapia para el tratamiento del cáncer en Euskadi, ubicada en San Sebastián. El contrato asciende a 60 millones y junto al grupo de la familia Del Pino trabajarán en las obras Construcciones Moyua y Construcciones Intxausti. El centro dará servicio al País Vasco y a la población Navarra, La Rioja, Cantabria, y las provincias de Burgos y Soria, en Castilla-León.

El dividendo de Inditex lucha contra el cáncer

El programa de protonterapia es la segunda gran donación de Amancio Ortega a la sanidad pública, después de que en 2015 reservara 300 millones para la renovación tecnológica de los equipos de diagnóstico y tratamiento por radioterapia. La obra social del empresario y su mujer, Flora Pérez, quien preside la institución, se nutre de los dividendos que ingresa el grupo familiar de Inditex.

De hecho, el año pasado Ortega decidió inyectar 765 millones de golpe en su fundación con el objetivo de cubrir los compromisos que ha adquirido la entidad, entre ellos, el propio programa de protonterapia o las siete residencias de mayores que construye en Galicia. Por cierto, por la gestión de esos centros está compitiendo también Florentino Pérez a través de la filial de servicios Clece.