De Australia a Reino Unido: Navantia acaba con 15 años ‘en blanco’ en concursos internacionales

La empresa pública se adjudica en Reino Unido su primer gran contrato en un concurso público internacional desde que en 2007 se le asignó la construcción de dos buques logísticos para Australia

Navantia

Imagen de archivo del primero de los dos buques que Navantia ha construido para la Armada de Australia en su astillero de Ferrol

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Punto de inflexión para Navantia. El consorcio formado por su filial Navantia UK, la inglesa BMT y el astillero norirlandés Harland&Wolf (célebre por construir el Titanic) se han impuesto a Japan Marine United Corporation y a la alianza de BAE SystemsBabcock Cammel Laird para hacerse con un macrocontrato valorado en 1.800 millones de euros en Reino Unido.

En concreto, la empresa pública y sus dos socios británicos se encargarán de la construcción de tres buques logísticos (FSS) para la Royal Navy. El grueso de las tareas de construcción recaerán en los astilleros británicos, si bien Puerto Real asumirá también parte de estos trabajos, según ha detallado Navantia, que no se imponía en un concurso público desde el año 2007.

Quince años desde su último gran triunfo

Fue entonces cuando la firma que en aquel momento capitaneaba Juan Pedro Gómez Jaén se impuso a la alianza francesa Armaris (formada por DCN y Thales) y a la estadounidense Gibbs&Cox para llevarse su hasta aquel momento mayor contrato en el área militar (rozaba los 7.000 millones de euros).

Fruto de esta adjudicación, Navantia asignó a su astillero de Ferrol la construcción de dos buques logísticos. Además, la empresa pública también se encargó del diseño, la transferencia de tecnología y la asistencia técnica de tres destructores basados en las fragatas F-100 que se construyeron en astilleros australianos.

Desde este macrocontrato, Navantia se ha hecho con pedidos de envergadura, pero ninguno de ellos se llevó a cabo tras imponerse en un concurso internacional. El Ministerio de Defensa encargó por unos 4.300 millones de euros la construcción de cinco fragatas F-110 que se construyen actualmente en Ferrol. Arabia Saudí asignó a Navantia la producción de cinco corbetas, de las cuales una de ellas ya llegó al país asiático procedente de la Bahía de Cádiz. También Marruecos encargó el mes pasado la construcción de un patrullero que se realizará en San Fernando.

Las crisis diplomáticas golpean a Navantia

Estos acuerdos han permitido que Navantia haya minimizado daños pese a los recientes varapalos que ha sufrido en concursos internacionales. No en vano, la empresa pública sufrió dos recientes tropiezos en Estados Unidos y en Grecia. En el primer caso, Fincantieri le ganó la partida a la firma por aquel entonces capitaneada por Susana de Sarriá.

La firma italiana se adjudicó la construcción de cinco fragatas para la US Navy. El pedido estaba valorado en casi 6.000 millones de euros y fue asignado al astillero que Fincantieri compró en la costa del lago Michigan. Navantia vio pasar de largo este contrato pese a su expertise con el sistema de combate Aegis (elegido por la US Navy para estas fragatas), que la empresa pública ya había instalado con éxito en barcos españoles, noruegos y australianos.

Este traspiés de Navantia se produjo un año después de un choque diplomático entre España y Estados Unidos a cuenta de la F-104 Méndez Núñez. La fragata estaba escoltando a un grupo de portaaviones en unas maniobras por varios países entre España y California. Sin embargo, el Gobierno de Donald Trump decidió realizar actuaciones no previstas en Irán en plena crisis diplomática con el país, motivo por el cual el Gobierno central decretó su retirada temporal de estas maniobras.

Los choques diplomáticos también fueron puestos bajo el foco por la exclusión de Navantia del contrato de cuatro fragatas para Grecia. La prensa local especializada achaca la decisión a la falta de apoyo de Pedro Sánchez al país heleno en la reciente crisis que mantuvo con Turquía. La empresa pública había presentado su candidatura para construir estas F-110 (similares a las que se producen en Ferrol) por un importe cercano a los 5.000 millones de euros. Sin embargo, el Gobierno heleno dejó fuera a Navantia en una fase todavía temprana del proceso de selección. La prensa griega achacó este sorpresivo movimiento a la falta de apoyo de Pedro Sánchez a Grecia en el punto álgido de la crisis con Turquía en 2020.

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