Filosa asume el cargo de CEO de Stellantis con menos sueldo que Tavares pero los grandes retos de Trump y China

El nuevo consejero delegado del grupo automovilístico asume el cargo este lunes con la política arancelaria americana y la gran competencia asiática como principales desafíos

Antonio Filosa, el nuevo CEO de Stellantis, visita la fábrica de Balaídos en Vigo, tras su paso por Francia e Italia

Antonio Filosa, el nuevo CEO de Stellantis, visita la fábrica de Balaídos en Vigo, tras su paso por Francia e Italia. Foto: Stellantis

El napolitano Antonio Filosa asumirá este lunes, 23 de junio, su nuevo cargo como consejero delegado de Stellantis, siendo sus principales retos crecer en medio de la política arancelaria del presidente de Estados Unidos y hacer frente a la rápida expansión de los automóviles chinos. Todo esto, además, con un sueldo ligeramente por debajo de la galáctica minuta de su predecesor, Carlos Tavares, que generó un amplio debate en el pasado.

Filosa se hace de forma efectiva este lunes con el cargo de primer ejecutivo aunque ya ejerce, ya que su ascenso fue notificado a finales de mayo, iniciando una gira por sus principales centros industriales que lo hizo recalar en la factoría de Stellantis en Vigo.

Hasta su nombramiento, Filosa ejercía como director de operaciones de Stellantis para las Américas y ahora se pondrá al frente de la compañía automovilística, que hasta el pasado diciembre de 2024 dirigía el portugués Carlos Tavares.

El consejo de administración seleccionó al nuevo CEO teniendo en cuenta “su probada trayectoria de éxito durante sus más de 25 años en la industria automotriz, la profundidad y amplitud de su experiencia en todo el mundo, su conocimiento inigualable de la compañía y sus reconocidas cualidades de liderazgo”.

«El profundo conocimiento de Antonio de nuestra compañía, incluida su gente, a la que considera nuestra principal fortaleza, y de nuestra industria lo equipa perfectamente para el papel de consejero delegado en esta próxima y crucial fase del desarrollo de Stellantis», afirmó el presidente ejecutivo de Stellantis, John Elkann.

Conocimiento del mercado americano

Su experiencia en el continente americano le permitirá hacer frente a uno de los principales desafíos que tiene actualmente el sector automovilístico, como son los aranceles del 25% que impuso recientemente Trump a la importación de vehículos a Estados Unidos.

Así a principios de año, cuando Filosa pasaba desapercibido en las quinielas como posible recambio de Tavares, la filial americana del grupo puso en marcha una agresiva campaña de descuentos con el fin de reducir el inventario en los concesionarios de EE UU en más de 100.000 vehículos.

Al margen de su batalla para liberar inventario, en abril, ante los furibundos anuncios impositivos de Trump, Filosa firmó una carta enviada a los trabajadores de Estados Unidos, México y Canadá anunciando ajustes laborales. Despidos temporales de hasta 900 trabajadores en cinco plantas de Estados Unidos así como pausas de producción en plantas de ensamblaje de México y de Canadá si los planes del presidente iban adelante.

Mirada continental

Pese a que Filosa tendrá que mantenerse muy atento al mercado de Estados Unidos, como CEO de una de las grandes automovilísticas del mundo, tendrá que estar atento a los retos de todos los territorios y, especialmente, al avance de los grupos chinos en Europa.

Por ejemplo, en España, la marca BYD, uno de los grandes competidores en el ámbito del vehículo eléctrico, multiplicó por 12 (+1.099%) sus ventas en mayo y en el sumatorio del año acumula 7.788 ventas que suponen multiplicar por más de ocho sus registros (+744,7%).

Este contexto, para Filosa, supone un desafío, que espera que no afecte a su cuenta de resultados, que ya se vio ligeramente recortada en su último ejercicio fiscal. En concreto, al cierre de 2024, Stellantis ganó 5.473 millones de euros, lo que supuso una caída 70% de su beneficio respecto al año anterior.

Sueldo

Filosa recibirá un sueldo multimillonario por su nuevo cargo como CEO de Stellantis, pero será menor al de su predecesor. Según el orden del día que se votará en la próxima junta de accionistas, el primer ejecutivo tendrá un sueldo base de 1,8 millones de dólares, algo más de 1,5 millones de euros, frente a los dos millones que tenía Tavares.

En todo caso, los incentivos incrementarán de forma notable la retribución. Por ejemplo, existe un bonus anual ligado a los objetivos del plan de negocio que puede llegar a un máximo del 400% del salario, unos 7,2 millones de dólares.

El incentivo anual a largo plazo podría llegar a un 500% del salario base en los ejercicios 2025 y 2026, mientras que a partir de 2027 aumentaría a un 600%, pudiendo llegar al 780% del salario base. Estos pluses se pagarán en forma de acciones.

Además, está previsto que la compañía otorgue a Filosa una indemnización en efectivo de 1,2 millones de dólares en los años 2025, 2026 y 2027.

En total, a partir del año 2027 y si Filosa pudiese cumplir el máximo de los objetivos marcados por Stellantis, una empresa que no parece sencilla, su sueldo anual podría sobrepasar los 23 millones de dólares.

El pasado 2024, Tavares se anotó una remuneración total de 23,08 millones de euros, frente a los 36,4 millones que facturó en 2023. Su salario base estaba marcado en dos millones de euros, pero lo engordó, principalmente, con unos incentivos a largo plazo de 20,5 millones el pasado ejercicio.

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