Guerra judicial de Stellantis y Hacienda por 356 millones en impuestos

El fabricante, que promueve arbitrajes y recursos ante la Audiencia Nacional, eleva a 356,5 millones las provisiones por las reclamaciones de Hacienda, que cuestiona la deducibilidad de royalties e inversiones en I+D aplicadas por el grupo

Carlos Tavares, CEO de Stellantis / Stellantis

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Stellantis ha elevado las provisiones por riesgos fiscales en España a 356,5 millones debido a las reclamaciones de cuotas por el Impuesto de Sociedades de la Agencia Tributaria, que desde el año 2018 cuestiona determinadas deducciones aplicadas por el fabricante. En aquel ejercicio, la compañía con planta en Vigo ya había provisionado 319 millones para hacer frente a las actas de inspección, cuantía que ahora se eleva a más de 356 millones debido a los intereses de demora acumulados.

Así consta en la memoria anual de Puegeot Citröen Automóviles España, la filial española del grupo automovilístico que controla la planta de Madrid y las instalaciones gallegas. Las desavenencias entre Stellantis y el fisco han dado lugar a una batería de recursos, parte de ellos a la espera de resolverse en la Audiencia Nacional. También ha conllevado la celebración de procedimientos arbitrales entre España y Francia y entre la empresa y Hacienda que, o bien han fracasado o todavía continúan en curso.

Los royalties: un arbitraje clave

De hecho, la filial con domicilio en Vigo indica que en febrero de este mismo año se estaban llevando a cabo los trámites para «el inicio del convenio arbitral en relación al procedimiento amistoso relativo a la no deducibilidad de los royalties abonados a PSA Automobiles por falta de acuerdo en el procedimiento amistoso por parte de las autoridades españolas y francesas». Los royalties intragrupo conforman el asunto más espinoso que afronta la compañía, ya que conllevó una reclamación de 118,2 millones en el Impuesto de Sociedades para los ejercicios comprendidos entre 2011 y 2014. La otra deducción que cuestionan los inspectores de Hacienda atañe a las inversiones en I+D y desembocó en una reclamación de 36,6 millones para esos mismos ejercicios.

Stellantis activó una provisión más elevada debido a los intereses de demora, a los ejercicios abiertos a inspección que puedan generar discrepancias similares y a otros cuestionamientos de la Agencia Tributaria de menor importe. Para todos ellos, dice la filial española, ha presentado recursos ante el TEAC y, posteriormente, un proceso de arbitraje o un recurso ante la Audiencia Nacional por la vía del contencioso administrativo, como en el caso de los 36,6 millones por deducciones de I+D. La ejecución de los pagos está paralizada al presentar el fabricante los avales y garantías suficientes.

Stellantis prevé nuevas reclamaciones

Los contratos de royalties intragrupo son la causa de la mayor reclamación de Hacienda y fueron una práctica sistemática hasta el año 2018, cuando la Agencia Tributaria rechazó su deducibilidad. Se trata de contratos de licencia que las filiales que fabricaban fuera de Francia firmaban con el propietario legal de las mismas, PSA Automobiles. El grupo asegura que estos contratos «funcionaban desde hace décadas y nunca habían sido puestos en duda por las autoridades fiscales en ningún país del mundo» hasta que las españolas cursaron una reclamación de 118,2 millones, ahora pendiente de un procedimiento arbitral.

Hay que tener en cuenta que la inspección solo afecta a los ejercicios 2011 a 2014, pero que este mismo sistema se empleó hasta 2018. Concretamente, dice la filial española, «los royalties del periodo 2015 a 2018 ascendieron a 514 millones de euros» frente a los 468 millones del periodo inspeccionado. «Suponen el cuarto concepto de gasto para la sociedad después de los aprovisionamientos, los gastos de personal y las amortizaciones», advierte la filial gallega de Stellantis. «La dirección de la sociedad considera que la política de precios de transferencia, incluyendo los royalties, ha sido la adecuada, tanto en el periodo inspeccionado como con posterioridad», añade.

Las inversiones de Stellantis

La otra factura fiscal relevante corresponde a las deducciones por I+D, concepto que derivó en una reclamación de 36,6 millones, afectando a inversiones realizadas en ejercicios anteriores, concretamente, a un periodo entre 2008 y 2013. Los inspectores no ponen en duda los gastos realizados por el grupo, pero interpretan que se deben considerar innovaciones tecnológicas y no gastos en I+D. Stellantis, entonces grupo PSA, dedujo 140 millones en impuestos gracias al gasto en esos proyectos durante el periodo.

A estos litigios se suman otros de menor importe por conceptos como la deducibilidad del IVA de gastos publicitarios o la exención de las indemnizaciones por despido. La provisión conjunta para atender a todos ellos asciende a los 356 millones mencionados, de los que 64,2 millones son intereses de demora.

El grupo automovilístico también ha llevado a la Audiencia Nacional la solicitud de consolidación fiscal con carácter retroactivo hasta el ejercicio 2009, lo que podría derivar en devoluciones a su favor. El caso se basa en que el régimen de consolidación fiscal español era contrario a la normativa europea al impedir que filiales de una misma matriz consolidaran si la sociedad dominante no tenía residencia en España. La Agencia Tributaria reconoció el derecho de Stellantis a consolidar fiscalmente con su matriz en Francia hasta el año 2012, pero el fabricante reclama ante los tribunales hacerlo también hasta el año 2009.

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