El Popular hace otro roto en las inversiones de Rodríguez Cebrián

El ex director general de Inditex, Juan Carlos Rodríguez Cebrián, y su mujer, Dolores Ortega, tenían 6,7 millones atrapados en el Popular

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Un auténtico gafe ha perseguido a las inversiones de Juan Carlos Rodríguez Cebrián, el ex director general de Inditex y marido de Dolores Ortega, sobrina del fundador de la multinacional, Amancio Ortega. El empresario cayó en desgracia durante la crisis económica, pues era accionista de referencia de Martinsa Fadesa, que presentó en 2008 el mayor concurso de acreedores en la historia de España (hasta que Abengoa le arrebató el galardón); y de Habitat, que presentó la cuarta mayor suspensión de pagos.

Superada la recesión, la familia continúa encajando deterioros millonarios, esta vez lejos del ladrillo y por culpa de Banco Popular. La resolución de la entidad y la amortización del capital para su venta a Banco Santander acabó con la inversión del matrimonio, que tenía atrapados a través de su sociedad Marlolan 6,7 millones. Esta participación quedó totalmente deteriorada con la resolución del banco.

El Popular hizo estragos en las fortunas gallegas

Rodríguez Cebrián salió de Inditex en 2005 tras ser uno de los protagonistas en la transformación de la textil en una compañía global. Fue entonces, consolidado ya un importante patrimonio familiar, cuando destinó inversiones al ladrillo, justo antes de que estallara la burbuja inmobiliaria. De aquellos barros, estos lodos.

Amancio Ortega también fue accionista del Popular, al que llegó a través de Banco Pastor, pero la historia de las participaciones del fundador de Zara en entidades financieras se cerró en 2014. También a través de Banco Pastor, otras fortunas gallegas se vieron atrapadas en la caída del Popular, como Manuel Añon o los herederos de Epifanio Campo, además de la Fundación Barrié de José María Arias.

Rodríguez Cebrián vende y sale de Hábitat

La caída del banco es un daño menor en la trayectoria inversora de Rodríguez Cebrián, que encajó su mayor golpe con la quiebra de Martinsa Fadesa, de la que fue consejero. La sociedad del empresario, Aguieira Inversiones, cuya principal finalidad era controlar la participación en el grupo que Manuel Jove vendió a Fernando Martín, acabó en liquidación con un agujero patrimonial de 80 millones y asumiendo el total deterioro de su participación en Martinsa, 158,6 millones.

Algo parecido pudo pasar con Hábitat, donde Dolores Ortega y el ex director general de Inditex pudieron rescatar parte de lo invertido. En diciembre del año pasado vendieron toda su participación “a pérdidas”, según consta en la memoria de Marlolan. Tenían atrapados 55,7 millones. Marlolan, que es solamente uno de los múltiples brazos inversores del matrimonio, acabó el último ejercicio con números rojos de 30 millones.

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