La carrera verde en la moda: Inditex y Shein anuncian inversiones de 150 millones con semanas de diferencia

La apuesta por las fibras textiles recicladas de Zara duplica el fondo del gigante chino, que trata de mejorar su imagen

Chris Xu y Amancio Ortega, fundadores de Shein e Inditex

Chris Xu y Amancio Ortega, fundadores de Shein e Inditex

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La competencia entre los dos gigantes de la moda ha encontrado un nuevo punto de convergencia: la sostenibilidad. El pasado 8 de junio los de Chris Xu anunciaron un acuerdo plurianual con la organización sin ánimo de lucro Or Fundation para poner en marcha el Fondo de Responsabilidad Ampliada del Productor (PER) con el objetivo de invertir en el plazo de cinco años cincuenta millones de euros. Con este fondo la compañía pretende abordar la gestión de residuos textiles y fomentar el desarrollo de una economía circular.

La organización, con sede en Estados Unidos y Ghana, recibirá de este fondo cinco millones de dólares anuales durante un periodo de tres años que utilizará, entre otras causas, para incubar empresas comunitarias que transformen los residuos textiles en nuevos productos.

El nuevo fondo de la compañía china se suma al anunciado a finales del año pasado, Shein Cares, con el que tenían previsto invertir un total de diez millones de dólares en organizaciones sin ánimo de lucro e iniciativas sociales, de circularidad y reciclaje. En este caso se concedió a la ONG Vital Voices una inversión inicial de 500.000 dólares a dos años para la formación y puesta en marcha de programas para mujeres en todo el mundo.

Inditex duplica su apuesta por la sostenibilidad

Aunque los de Chris Xu parecen ir poco a poco avanzando en esto de dar transparencia a sus objetivos de sostenibilidad, lo cierto es que se quedan lejos de la inversión de la compañía de Amancio Ortega.

A finales del mes de mayo Inditex e Infinited Fiber Company anunciaron un acuerdo con el objetivo de «promover tecnologías innovadoras para  avanzar hacia la circularidad textil». A través de esta colaboración, la compañía de Arteixo se comprometió a comprar, a partir de 2024 y durante de tres años, el 30% del volumen de producción de futuro de una fibra textil creada íntegramente a partir de prendas recicladas fabricada por Infinited Fiber Company.  Esta operación supondría la inversión de más de 100 millones de euros.

No es el único proyecto relacionado con la sostenibilidad en el que participa e invierte la compañía. Otro de ellos es el Inditex Circularity Seed Fund, un fondo creado por el grupo para financiar proyectos de colaboración entre equipos de investigación de profesores y estudiantes del MIT (bajo su formato MISTI – MIT International Science and Technology Initiatives) y universidades e instituciones de investigación sin ánimo de lucro españolas.

Los proyectos financiados con este fondo tienen como objetivo, entre otros, desarrollar iniciativas de reciclaje o transformación, crear fibras textiles mediante nuevos métodos no contaminantes o a partir de residuos. Tal y como figura en la memoria anual de grupo correspondiente al ejercicio anterior, la segunda edición trienal cubre el periodo 2020-2022 e Inditex ha contribuido con un importe de 403.370 euros, a tipo de cambio a cierre del ejercicio 2021.

Sostenibilidad, la asignatura pendiente de Shein

En términos de sostenibilidad lo cierto es que pocas comparativas se pueden hacer entre ambas compañías. Shein está empezando a recorrer ahora un camino por la sostenibilidad en el que Inditex lleva más terreno avanzado. Aunque la compañía china lleva tiempo tratando de evidenciar su salto verde, la mayoría de las entidades ambientalistas que analizan el impacto del sector textil en el entorno tienen ciertas dudas sobre él.

Si por algo se caracteriza Shein es por la escasez de la información corporativa. Los datos sobre sus cifras, por ejemplo, son especialmente poco transparentes al no ser una cotizada. Algo que consiguió traspasar los límites de su hermetismo informativo es su optimización de las materias primas, produciendo «de 50 a 100 piezas por producto nuevo para garantizar que no se desperdicien». Solo cuando se confirma que una prenda tiene una gran demanda es cuando comienza su producción a gran escala.

Desde la marca ultra low cost también han insistido en que su logística y almacenes apuestan por protocolos de residuos cero con «sistemas automatizados que optimizan el flujo de trabajo y reducen la energía y las emisiones de carbono» Sin embargo este compromiso con el entorno ha sido puesto en tela de juicio por colectivos ambientalistas y en defensa de los derechos laborales que, en alguna ocasión, han incidido en la falta de transparencia de sus políticas, como denunció Reuters el pasado año.

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