Portugal da calabazas a Navantia y elige a la italiana Fincantieri para un contrato de fragatas de 3.000 millones

CNN Portugal y Diário de Notícias revelan que el Gobierno luso ha adjudicado a Fincantieri el contrato por el que también pujaba Navantia para modernizar su Armada

El presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, durante un acto en los astilleros de Ferrol / Navantia

El presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, durante un acto en los astilleros de Ferrol / Navantia

La italiana Fincantieri convence a Portugal y se adjudica el contrato estrella para modernizar su flota. CNN Portugal y Diário de Notícias han confirmado que el Gobierno luso se ha decantado por la empresa transalpina para fabricar estas tres fragatas valoradas en unos 3.000 millones de euros y que serán entregadas antes del año 2030.

El Ejecutivo que encabeza Luis Montenegro ha optado por el modelo Fremm Evo del gigante italiano Fincantieri. Los navíos serán financiados en parte por los fondos de la Comisión Europea, que distribuirá unos 150.000 millones de euros a través de los préstamos competitivos del SAFE (Security Action for Europe) para reforzar capacidades de defensa de los Estados miembro.

La opción de Fincantieri se ha impuesto a Navantia, que optaba a este contrato a través de sus fragatas F-110, y a la gala Naval Group, que concurría con su diseño FDI, pero que, de acuerdo a estas fuentes, veía dificultades para cumplir los exigentes plazos marcados por el Gobierno luso.

El pulso entre Fincantieri y Navantia

De esta manera, la Armada portuguesa se dotará de tres Fremm Evo, que están consideradas como una de las fragatas multipropósito más avanzadas del mundo. Dotada de cañones de 127 mm, defensas contra drones y sistemas de guerra electrónica, estas embarcaciones cuentan con 144,6 metros de eslora y desplazan unas 6.700 toneladas.

Estos buques ya están presentes en marinas como la de Italia (cuenta con una decena), Francia (ocho), Egipto (tres) y está previsto que desembarquen en Grecia en 2029. Estos barcos reemplazarán gradualmente las 5 unidades obsoletas de la clase Vasco da Gama y llevarán aparejadas la puesta en marcha de inversiones en el astillero de Arsenal do Alfeite (Almada), el más grande de Portugal, con el objetivo de dinamizar unas instalaciones que arrastran décadas en crisis.

Este no es el primer encargo que Fincantieri (un gigante de 8.130 millones de euros de facturación) le arrebata a Navantia. La empresa pública española ya perdió ante la firma italiana el contrato para la construcción de 20 buques para la US Navy valorados en 21.000 millones de dólares.

Navantia concurría a esta adjudicación de la mano de la americana General Dynamics y presentaba como proyecto sus fragatas F-100 (construidas entre 2002 y 2012) y que ahora modernizará en el astillero de Ferrol a cambio de unos 3.200 millones de euros.

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