Frenazo de Reganosa en ventas y beneficios en plena expansión internacional

Reganosa, controlada por Gadisa y participada por la Xunta, contrae sus ganancias en otro ejercicio sin repartir dividendo

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Reganosa ha celebrado el décimo aniversario de la puesta en funcionamiento en 2007 de la terminal regasificadora de Mugardos con un ejercicio plano, sufriendo una leve contracción de las ventas y beneficios, justo cuando dio el paso definitivo para extender su negocio por aguas internacionales.

La regasificadora, que se autodefine como una “multinacional gallega de la energía”, cerró el pasado año con una cifra de negocio de 54,4 millones, experimentando un pequeño descenso sobre los 56,7 millones que facturó en 2016. Lo mismo sucedió con los beneficios, que se quedaron en los 13,9 millones, frente a los 14,7 millones del año anterior.

El ebitda de la compañía, que tiene como accionista de control a Gadisa, con un 50,7% del capital, superó ligeramente los 42 millones (44 millones en el ejercicio anterior).

Reganosa tuvo menos actividad

Los menores ingresos derivan principalmente de un descenso tanto en la actividad de transporte como en la de regasificación. A lo largo del año, Reganosa recibió en su terminal 15 buques metaneros (17 el año anterior), doce de ellos para descarga. La carga de cisternas conllevó 4.132 operaciones, frente a las 6.565 de 2016, según muestran las cuentas anuales presentadas en el Registro Mercantil.

El frenazo en el balance no dibuja un año especialmente negativo para la regasificadora, que ha dado un vuelco en su estructura y ha puesto en marcha proyectos internacionales de envergadura, como la gestión de una planta de gas en Malta, mientras mantenía estables las cifras de la terminal de Mugardos.

El décimo aniversario de la primera operación de Reganosa también sirvió para engrosar de manera abultada su patrimonio, que pasó de los 128 millones a los 145 millones. Es el resultado de destinar a reservas los beneficios que obtuvo la compañía en los últimos años a costa, eso sí, de dejar a la Xunta, con un 24,3% del capital, y a la familia Tojeiro sin dividendo. El resto del capital está en manos de la japonesa Sojitz Corporation (15%) y de la argelina Sonatrach (10%).

La expansión de Reganosa

El parón en la progresión del grupo sucede cuando Reganosa sienta las bases para incrementar notablemente su volumen. La compañía opera bajo una estructura de holding que orbita sobre Reganosa Holdco, matriz de la cuelga la regasificadora y las filiales Reganosa Servicios y Reganosa Malta.

La reestructuración busca adaptar al grupo a la expansión exterior cuando ya está compitiendo con grandes operadores gasistas en concursos internacionales y coincide con una fuerte apuesta inversora para crear en torno a la planta de Mugardos un gran hub de GNL (gas natural licuado) mediante una inversión que rondará los 130 millones de euros.

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