SOS de los fabricantes de piensos: la invasión en Ucrania deja a Galicia con maíz para un mes y medio
La Asociación Gallega de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Agafac) pide agilizar las importaciones de maíz de Argentina y Estados Unidos para evitar un posible desabastecimiento
Bruno Beade, director de Agafac, junto a las reservas de maíz en el Puerto de A Coruña
La invasión de Ucrania por parte de las tropas rusas golpea a a uno de los principales graneros de Europa. Solo en 2021 Galicia importó aceite de girasol por valor de 92 millones de euros y maíz por 41 millones del país presidido por Volodímir Zelenski. Es por ello que la paralización de las importaciones de cereal ucraniano como consecuencia de la guerra «puede provocar en unas semanas escasez de maíz».
Así lo advierte la Asociación Gallega de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Agafac), que pone el foco en la que es «una de las principales materias primas con las que se elaboran los piensos que alimentan a la cabaña ganadera». Según sus cálculos, los puertos gallegos almacenan maíz para aproximadamente un mes y medio. En caso de que el conflicto bélico se alargue, desde la asociación que dirige Bruno Beade alertan que la comunidad vería incrementado «el riesgo de desabastecimiento», debido «a que algunas de las zonas de las que salen los barcos de Ucrania están entre los objetivos a corto plazo del ejército ruso«.
Las peticiones al Gobierno
“La situación para el suministro de maíz es muy crítica, no solo ahora, sino también en el futuro”, afirma Beade, que ha reclamado al Ministerio de Agricultura que ponga en marcha una batería de medidas extraordinarias para evitar un posible desabastecimiento. En primer lugar, desde Agafac abogan por facilitar la entrada de maíz de Estados Unidos y autorizar la llegada del maíz de cosecha vieja argentina.
En paralelo, la asociación que agrupa a los fabricantes de piensos de Galicia pide que Hacienda dé marcha atrás a su iniciativa de pasar de grabar los cereales, las oleaginosas y las harinas de tipos reducidos a ordinarios, así como un descenso de las exportaciones de trigo de la Unión Europea a terceros países.
«La adopción de estas medidas contribuiría a paliar en gran parte la difícil situación a la que se enfrenta el sector y que afectará a productores y consumidores», explican desde Agafac. «Hay que recordar que España es un país deficitario en materias primas para la alimentación de su cabaña ganadera, y por tanto, un claro importador de cereales como el maíz o el trigo, así como de otros suministros como las harinas de soja», añaden.
No en vano, según sus cálculos España sería el país más afectado por su dependencia de cereal ucraniano. España importa cada año unas 7,5 millones de toneladas métricas de maíz, de las cuales un 41% (3,1 millones) procedente de Ucrania. Se trata de un porcentaje similar al de Galicia, que cubre con las importaciones de Ucrania el 40% de las 1,1 millones de toneladas de maíz que consume cada año.
