González-Bueno, así es el CEO del Sabadell que Castellano escogió para salvar los restos de las cajas gallegas

Conocido en las finanzas gallegas por haber creado y vendido EVO Banco en la etapa de Novagalicia, quienes han trabajado con él destacan “que es un gestor especializado en hacer equipos” que ha dejado recuerdo en todas las entidades por las que ha pasado

El consejero delegado de Banco Sabadell, César González Bueno participa en el Encuentro financiero IESE Banking, en Madrid.

El consejero delegado de Banco Sabadell, César González Bueno participa en el Encuentro financiero IESE Banking, en Madrid. EFE/ Rodrigo Jiménez

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César González-Bueno es uno de los principales protagonistas, en este momento, del panorama financiero español. El consejero delegado del Sabadell rompió esta semana su silencio acerca de la opa presentada por el BBVA, insistiendo en que la propuesta de fusión planteada por los de Carlos Torres llegó a la entidad catalana el pasado 30 de abril, sin que antes se hubieran producido negociaciones previas, una aseveración que choca con el relato de la entidad que presentó la oferta hostil, que asevera que existía un diálogo que fue dinamitado por la filtración de sus intenciones. Sea como fuere, el ejecutivo de origen madrileño, que hizo carrera en ING y fue fichado en 2020 por Josep Oliu para sustituir a Jaume Guardiola y enderezar los números del banco, está estos días en el epicentro de la actualidad informativa. No son pocos los que en la comunidad gallega hoy recuerdan su paso por Novacaixagalicia, la entidad resultante de la fusión de las antiguas cajas del norte y del sur. Quienes han trabajado con él a lo largo de los últimos años coinciden a la hora de esbozar su perfil: “Es un hombre de equipos, un gestor que sabe hacerse una comunidad alrededor. Tipo muy exigente pero también muy generoso, nunca le tiembla el pulso”.

Quizás esa templanza que muchos le achacan es la que ahora pone en práctica para lidiar con una opa hostil que, eso sí, cuenta de partida con la oposición del Gobierno. Pero, ¿quién es César González-Bueno y cómo fue su paso por Galicia?

La historia de la Cuenta Naranja

Nacido en Argentina en 1960, es el cuarto de cinco hermanos, hijos de Pedro González-Bueno Benítez, quien fue presidente de Citroën Hispania en la época en la que se pusieron los cimientos de la histórica fábrica de PSA en Vigo. Su abuelo, Pedro González-Bueno y Bocos fue ingeniero de caminos y ministro de Acción en el primer gobierno del dictador Franco, entre el 38 y el 39.

César González-Bueno Mayer comenzó a destacar en el panorama financiero español al ser el principal impulsor del desembarco en el país de ING, siendo su CEO en España así como Regional Head of Europe del banco. Pionero de la banca digital, el ejecutivo supo dar a conocer una entidad marcada por la digitalización antes de la normalización de ese sistema. “La verdad que fue una operación increíble, porque logró que la gente creyese en un banco que, en aquel momento era distinto a todo lo que había hasta entonces aquí, sin oficinas”, explica un compañero que trabajó durante años con él en Galicia. La entidad holandesa puso los pies en España en 1998 para, tan solo un año después, lanzar la conocida como Cuenta Naranja. “En aquella época ni Matías Prats ni Olga Viza, periodistas televisivos muy conocidos, habían hecho nunca publicidad. Cuentan que fue él el que los convenció para publicitar ese producto y, que además del éxito de la campaña, a día de hoy, tiene amistad con ambos”, cuentan.

La venta de EVO

Apasionado de los rallys, el gran crecimiento desarrollado por ING fue fundamental para que, en 2011, el histórico directivo coruñés José María Castellano, quien pilotó el fructífero desembarco de Inditex en bolsa, apostara por él para tratar de mantener a flote Novacaixagalicia, la entidad resultante de la fusión de las quebradas cajas gallegas, Caixa Galicia y Caixanova. Cuentan distintas fuentes financieras consultadas por Economía Digital Galicia que el que llegó a ser vicepresidente de Inditex decidió apostar por González-Bueno al serle recomendado este por distintos financieros españoles. Entre ellos, apuntan a Pedro Guerrero, entonces presidente de Bankinter. La suya no era tarea fácil, ya que su encomienda era la de tratar de mantener a flote la resultante de dos cajas en la UCI. “Enseguida constituyó un tándem con Castellano, donde este tenía un papel más institucional y él más la gestión del banco”, dice otra voz que estuvo con él en ese periodo. No fue una encomienda sencilla, ya que se le requirió para la reestructuración y privatización de la entidad, intervenida por el FROB, bajo la supervisión de la Unión Europea, el FMI y el BCE.

A él se le atribuye la creación de EVO Banco, una entidad fuertemente digitalizada que nació en 2012 y con la que González-Bueno desgajó los activos de las dos cajas gallegas, diferenciando bajo esta marca aquellos fuera de la principal área de influencia de la entidad bancarizada, Galicia, Asturias y Castilla y León. La entidad se vendió a finales de 2013 por 60 millones de euros al fondo americano Apollo para, pocos años después, ser adquirida por Bankinter. Se cuenta que el directivo pilotó personalmente las negociaciones para el trapaso, indicando que tras el mismo “NCG quedaba más limpia para su venta”.

Los perdones de González-Bueno

González-Bueno se mantuvo en Galicia hasta 2013, cuando el FROB llevó a cabo la subasta de NCG Banco, que fue a parar a manos de Banesco, la entidad de Juan Carlos Escotet, que derivaría en Abanca. Del ejecutivo se cuentan muchas cosas, pero todas las fuentes consultadas por este medio destacan en su capacidad para formar equipos sólidos. «Exige mucho, pero también sabe recompensar, por lo que crea equipos muy sólidos, donde la gente digamos que se enchufa totalmente con el proyecto», cuentan, para explicar que, como jefe, también sabe disculparse. «Es cierto que, en algún momento con mayor presión o con cosas que no salen bien, puede llegar a mostrar mal carácter, pero también lo es que al día siguiente no tiene problema en pedir disculpas, cosa que también contribuye a crear esa cercanía con el equipo», reflexionan.

En Galicia, César González-Bueno también apostó por disculparse con los clientes de NCG. Fue poco después de su desembarco. Junto con Castellano, el ejecutivo quería alejarse de la imagen de las cajas y recuperar la confianza de los inversores. Así, quiso pedir “perdón” a todos sus clientes “por haber comercializado preferentes” y “por todo lo que se hizo mal” en la anterior etapa, aunque fuese antes de la llegada de ambos. “Estas prácticas se produjeron antes de nuestra llegada a Novagalicia Banco, pero es nuestra obligación hacernos cargo. Los clientes de las anteriores cajas merecen un reconocimiento público de los errores, unas palabras de disculpa y de compromiso firme de buscar soluciones”, rezaba el texto que enviaron.

No solo pidieron perdón por las preferentes que atraparon a cientos de pequeños inversores, muchos sin conocimientos financieros, también pidieron perdón “por las abusivas indemnizaciones que percibieron algunos ex directivos de las antiguas cajas y también por algunas inversiones poco prudentes que se realizaron en el pasado”.

Etapa en el Sabadell

Antes de recalar en el Sabadell, el directivo pasó por el kuwaití Gulf Bank y, de nuevo, por ING. Fue tras la pandemia, cuando González-Bueno asumió el reto de convertirse en consejero delegado del Banco Sabadell en sustitución de Jaume Guardiola. Aunque con un resultado muy distinto, como pasó en Galicia, en Cataluña, el economista tenía un encargo mayúsculo. Desembarcó en un momento especialmente complicado para la entidad, que acababa de dar por cerradas las conversaciones que el equipo anterior había mantenido con BBVA de cara a una posible integración y con una capitalización bursátil en mínimos precisamente por este motivo. González-Bueno fue el encargado de dar un giro a la situación y construir un relato bien distinto, de forma que el banco lograse seguir en solitario en el mapa financiero español. Lo hizo volviendo a sus orígenes: especializándose en el negocio con las empresas y acometiendo un plan estratégico, que conllevó un ajuste de plantilla con prejubilaciones y ERE.

“Lo que está claro, por los retos que asumió en toda su trayectoria, no solo en el Sabadell, es que no le tiembla el pulso. Si cree que debe hacer algo lo hace”, apuntan distintas voces, que destacan el gran peso que tiene ahora mismo en el banco deseado por el BBVA. “Es un líder indiscutible ahora mismo. Hay que recordar que fue con su llegada cuando Oliu toma la decisión de pasar a ser presidente no ejecutivo, una figura todavía no muy habitual en la banca española”, dicen. “Reestructuró la cúpula del banco, se hizo su propio equipo, pero además supo convivir con la vieja guardia del Sabadell, una de las claves de su éxito”, opinan.

«De todos los sitios en los que ha estado se ha marchado siempre dejando buenos amigos», cuenta otro excompañero de González-Bueno, que recuerda que una vez se fue un fin de semana a una boda a Holanda, la de un colega de la etapa de ING. Dicen quienes estuvieron en la etapa de Novagalicia que también regresa cada cierto tiempo a la comunidad.

«Comenzó siendo un gran gestor pero, ahora, ya es un gran gestor y un gran banquero«, resume una voz del sector financiero. Habrá que ver cómo se resuelve, finalmente, este último capítulo con el BBVA.

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