Las empresas: actores esenciales y confiables

La reputación debe forjar la base del apoyo social a la implantación de nuevas empresas y especialmente a la industria, como base de nuestro desarrollo presente y futuro

En los últimos años, hemos observado una tendencia significativa en la percepción de la sociedad hacia las instituciones. Diversos estudios revelan que las empresas han emergido como las entidades que generan mayor confianza entre la ciudadanía, superando a organizaciones no gubernamentales (ONGs), medios de comunicación y gobiernos.

El Edelman Trust Barometer, un estudio global que mide la confianza en instituciones clave, ha mostrado resultados reveladores en sus ediciones recientes. Por primera vez en dos décadas, las empresas han sido reconocidas como la institución que genera mayor confianza, con un 52%. Este cambio refleja una percepción de las empresas como entidades competentes y éticas, capaces de abordar desafíos actuales y aportar valor a la sociedad.

En el contexto español, esta tendencia se ha consolidado. Y este reconocimiento subraya el papel de las empresas en la generación de confianza y su capacidad para liderar en momentos de incertidumbre.

Varias razones explican este aumento de confianza en el sector empresarial, ya que durante situaciones críticas, como la pandemia de Covid-19, muchas empresas demostraron adaptabilidad y compromiso social, garantizando la continuidad de servicios esenciales y apoyando a sus comunidades.

Además, han liderado procesos de digitalización y transformación tecnológica, facilitando nuevas formas de trabajo y comunicación que han beneficiado a la sociedad en general.

Por otra parte, cada vez más, las empresas integran prácticas sostenibles en sus operaciones, respondiendo a las demandas de consumidores conscientes y contribuyendo al bienestar del planeta.

Por lo tanto, las empresas son las depositarias de los mayores niveles de confianza de nuestra ciudadanía pero ello no tiene una relación directa con el apoyo a la implantación de nuevas iniciativas en los territorios, especialmente cuando se trata de instalaciones industriales.

Debemos comunicar de un modo responsable lo que hacemos, pero también lo que necesitamos. La reputación debe forjar la base del apoyo social a la implantación de nuevas empresas y especialmente a la industria, como base de nuestro desarrollo presente y futuro.

Las empresas tienen que ser rentables para crecer, para reinvertir y para satisfacer las expectativas de sus propietarios, de sus empleados, de sus clientes, de sus proveedores y en definitiva de la sociedad en la que se integran. Pero además de esa rentabilidad económica imprescindible, deben también dar respuesta a necesidades y desafíos de su entorno y así es cada día en mayor medida.

Cabe destacar que la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) organización empresarial más representativa y que integra a millones de empresas y autónomos de diversos sectores, juega un papel capital en representar y defender los intereses del sector empresarial en España, pero además para fortalecer la imagen y confianza en las empresas españolas.

En Galicia, las empresas desempeñan un papel crucial en el desarrollo económico y social de la comunidad. La confianza en el tejido empresarial gallego se ha visto reforzada por su capacidad para adaptarse a los desafíos y su compromiso con la sociedad.

La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) como organización empresarial más representativa de Galicia trabaja en apoyar a las empresas en su crecimiento sostenible y comprometido.

Aunque las empresas se han ganado la confianza de la sociedad, es esencial que continúen trabajando en áreas clave para mantener y fortalecer esta percepción, como la transparencia: la comunicación y la rendición de cuentas son fundamentales.

Las empresas deben seguir avanzando y sistematizando su compromiso con la responsabilidad social empresarial, hoy más exigente que nunca, pues ello implica superar los exigentes estándares que el marco normativo vigente aplica. Pero además, han de adaptarse a las nuevas demandas y tecnologías que exige el mercado, ya que es crucial para seguir siendo relevantes y confiables, a la vez que competitivas y accesibles.

La confianza en las empresas representa una oportunidad y sobre todo una responsabilidad para el sector empresarial. Sabemos lo difícil que es ganarla y el esfuerzo que supone y lo fácil que es perderla. Desde la CEG nos comprometemos a seguir promoviendo prácticas que fortalezcan esta confianza y a impulsar iniciativas que las pongan en valor ante la sociedad.

Es esencial que las empresas, junto con otras instituciones, trabajen de manera colaborativa para abordar los desafíos actuales y futuros, garantizando un progreso sostenible y equitativo para todos, pero también que lo comuniquen adecuadamente: Lo que no se comunica bien, no existe y los gallegos y gallegas deben conocer el importante papel que desarrollan sus empresas.

Necesitamos traducir esa reputación y confianza creciente en las empresas en el apoyo a la creación de iniciativas empresariales e industriales en Galicia, sobre las que asentar nuestro futuro. Galicia es cosa de todos.

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