Adif abre una guerra contra un alto cargo de Fomento por Angrois

El gestor de infraestructuras reprocha al director del Cedex sus críticas cuando no alertó en su momento del riesgo de la curva de Angrois

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Dos semanas tardó Adif en responder a las críticas del director del Laboratorio de Interoperabilidad Ferroviaria del CEDEX, Jorge Iglesias, quien en una carta remitida a la comisión de investigación del accidente de Angrois abierta en el Congreso y a los distintos portavoces de los grupos desacreditaba la principal línea de defensa del gestor de infraestructuras sobre la retirada del sistema de seguridad más avanzado, el ERTMS.

Adif replica un día después de que el juez Andrés Lago diera por cerrada la instrucción de la causa sobre el accidente ferroviario de Santiago dejando como imputado a Andrés Cortabitarte, el que fuera director de seguridad en la circulación de la entidad pública, donde todavía conserva un cargo de libre designación.

Adif pone en el punto de mira a su ex alto cargo

El comunicado del administrador de infraestructuras es algo más que un desmentido. Reprocha a Jorge Iglesias que «en su función de coordinador técnico de la puesta en Servicio de la línea Ourense-Santiago, no alertó de los riesgos que ahora detalla ni planteó modificaciones a la solución diseñada».

«Las soluciones alternativas propuestas por Iglesias en la actualidad, cinco años después del trágico accidente, conducen a situaciones no aceptables o inviables técnicamente», insiste Adif.

La tesis de las reglas de ingeniería

Las contundentes afirmaciones de Adif, que tiene al frente a la gallega Isabel Pardo, replica a las afirmaciones de Iglesias para evitar que se estuviese «faltando a la verdad» en la comisión de investigación en lo relativo a las circunstancias que rodean al accidente. El cargo del Cedex explicó en su carta que la tesis mantenida por responsables y exresponsables de Adif sobre que las reglas de ingeniería obligaban a la retirada del sistema de supervisión continua de la velocidad ERTMS en los últimos kilómetros es falsa. Dichas reglas de ingeniería, fueron elaboradas por el propio Iglesias.

El director del Cedex aportaba en la misiva tres soluciones distintas también respetuosas con las normas que hubieran minimizado el riesgo de la curva de A Grandeira, donde descarriló el Alvia. “Se podría haber programado la transición en la misma señal con una velocidad de salida de 80 kilómetros por hora, con lo que se habría eliminado el riesgo de que el maquinista no frenase de 200 a 80 kilómetros por hora», decía a modo de ejemplo.

El cabreo de Adif

No debieron sentar nada bien estas manifestaciones en el seno de Adif, que en su comunicado pone una y otra vez en la diana a su antiguo alto cargo. «Adif rechaza las manifestaciones efectuadas por el señor Iglesias, afirmaciones que no realizó durante la fase de obra y pruebas de la línea Ourense-Santiago, lo que hubiera sido deseable en el ejercicio de sus funciones como director de coordinación técnica de Adif (nombrado en febrero de 2011) y que, en lo relacionado con la línea Ourense-Santiago, cumplía la función principal de coordinador técnico de la puesta en servicio de dicha línea», destaca.

“Todas las funciones del señor Iglesias en este cargo estaban relacionadas con la coordinación de todas las técnicas y las pruebas del sistema ERTMS de cara a la puesta en servicio de la línea», insiste.

El Congreso decide si comparece Iglesias este miércoles

Curiosamente, el comunicado de Adif se produce un día antes de que la comisión decida sobre la comparecencia del director del Cedex este miércoles. La empresa recalca una y otra vez la responsabilidad de Iglesias sobre el tramo del accidente: «Tenía la responsabilidad de conducir, por parte de Adif, el proceso de pruebas y puesta en servicio, lo que le permitía haber planteado otro diseño o, al menos, haber alertado sobre riesgos que, cinco años después del trágico accidente, ahora percibe con claridad».

«Al no haberse producido tal alerta, se concluye que, en el momento de la construcción, pruebas y puesta en servicio de dicha línea, no era en ningún modo previsible que se produjese un accidente como consecuencia del diseño de la transición entre los sistemas ERTMS y ASFA», indica.

La solución de Adif

Adif entiende que las reglas de ingeniería que se aplicaron en la obra de la línea Ourense-Santiago «fueron las derivadas del estudio, las pruebas y el consenso técnico del sector ferroviario». Se fundamenta en que «se redactaron estando representados todos los departamentos técnicos de Adif que tienen relación con el sistema ERTMS» y su aprobación fue firmada por Iglesias ·»con el consenso de todas las partes».

En este sentido, el gestor de infraestructuras recalca que la transición adoptada en la llegada a Santiago “era idéntica a otras programadas en la red ferroviaria española» y que en la puesta en servicio de la línea «no se puso de manifiesto ninguna incidencia relacionada con la ubicación de dicha transición por ninguna de las partes».

Finalmente, rechaza «con total rotundidad» que directivos de la entidad hayan mentido en sus comparecencias ante la comisión de investigación, «tal y como supuestamente insinúa el señor Iglesias» y reitera su convicción de que las decisiones adoptadas «cumplieron con todos los preceptos normativos y de seguridad analizados y consensuados por el sector».

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