Moderna y Pfizer: ¿De la vacuna del Covid a la vacuna del cáncer?

“Estamos viviendo una revolución tremenda”, dice la doctora gallega María de la Fuente, quien explica que los tratamientos basados en la molécula de ARN mensajero abren la puerta a curar múltiples patologías, incluido el cáncer

Personal sanitario con una muestra de vacuna

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El desarrollo de vacunas contra el Covid-19 basadas en el ARN mensajero, como es el caso de Pfizer y Moderna, suponen un avance de enorme calado para utilizar esta misma tecnología para la cura de múltiples patologías, entre ellas el cáncer.

Así lo han explicado diferentes expertos que participaron en un encuentro organizado por la Fundación Ramón Areces y la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM).

«Llevamos desde los años 90 trabajando en este tipo de vacunas. El ARN se basa en el empleo de esta molécula terapéutica para dirigir la síntesis de una proteína que falta o que es defectuosa en nuestro organismo y cuya ausencia provoca enfermedades genéticas como la fibrosis quística y otras patologías metabólicas», explica Enrique Viguera Mínguez, profesor de Genética de la Universidad de Málaga.

Actualmente hay en uso 15 medicamentos basados en la molécula tras su aprobación de las agencias europea y norteamericana, a los que se suman las dos vacunas del coronavirus y otros 30 se encuentran en diferentes fases de ensayos clínicos.

La medicina personalizada

Entre los fármacos que utilizan ARN y que ya se están aplicando con éxito podemos hablar del Spinraza para la atrofia muscular espinal. Se trata de una enfermedad letal en niños, que fallecen a los dos años. Con este fármaco no solo se evita la mortalidad, sino que estos pequeños pueden desarrollar una función motora prácticamente normal. El mercado para terapias basadas en ARN está creciendo espectacularmente», afirma la directora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, Lourdes Ruiz Desviat.

Estamos viviendo una revolución tremenda”, añade la doctora gallega María de la Fuente, de la Unidad de Nano-Oncología del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela, quien asegura que ya se está trabajando para desarrollar una vacuna contra el cáncer.

«Las vacunas contra el cáncer llevan explorándose desde los años 90 y hay un potencial enorme trabajando ya con estas moléculas. Existe una aplicación muy interesante de ARN empleando técnicas de secuenciación masiva, para avanzar hacia la medicina personalizada. Todo esto no sería posible sin un desarrollo tecnológico importante que nos permite estudiar la evolución de los tumores en tiempo real e intentar entender qué les hace diferentes a uno de otros”, expone.

De la gripe A al Covid-19

Del mismo modo, la directora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa ha recordado cómo Moderna, que integró ARN en su nombre cuando nació, surgió para corregir mutaciones genéticas. Sobre Pfizer, ha destacado que no es la primera vez que intenta desarrollar vacunas basadas en esta herramienta.

«Cuando en 2008 se detectó la epidemia de gripe A, este laboratorio ya pensó desarrollar una plataforma con esta técnica. Poco después, en 2013, ante la epidemia de gripe aviar, ya fueron capaces en solo ocho días de obtener la prueba de concepto, produciendo el ARN que sintetizaba la proteína y que iba a servir para producir anticuerpos. Ahora es cuando han podido aplicar todos esos conocimientos», ha afirmado Ruiz Desviat.

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