Sánchez azuza a los indecisos: «Con un socialista en la Xunta y otro en Moncloa, Galicia vuela»

El presidente del Gobierno intenta movilizar el voto ante el estancamiento del PSdeG en los sondeos en un mitin sin apenas alusiones a Alcoa ni mención a Altri; acusa a Feijóo de seguir una estrategia de "insultos y descalificaciones" para desmovilizar al electorado socialista

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), arropa al candidato del PSdeG a la Presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro (d), en un acto de precampaña en Lugo en el que intervendrá la vicesecretaria general de los socialistas gallegos, Lara Méndez, y la alcaldesa de la ciudad, Paula Alvarellos.- EFE/ Eliseo Trigo

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), arropa al candidato del PSdeG a la Presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro (d), en un acto de precampaña en Lugo en el que intervendrá la vicesecretaria general de los socialistas gallegos, Lara Méndez, y la alcaldesa de la ciudad, Paula Alvarellos.- EFE/ Eliseo Trigo

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Pedro Sánchez visitó Galicia por tercera vez en siete días para acompañar al candidato socialista a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, en su provincia de nacimiento, en Lugo. El presidente del Gobierno, con una relación estrecha con el candidato, se vuelca en la precampaña gallega, contexto en el que anunció hace solo unos días el encargo de un nuevo buque para la Armada a Navantia Ferrol. La necesidad de movilizar a su electorado, así como el daño que causaría a Alberto Núñez Feijóo perder Galicia, una plaza histórica del PP, están también detrás de los esfuerzos de Sánchez.

En la Facultad de Veterinaria, que completó el aforo para este acto, lo que obligó a que algunas personas se quedaran fuera, el líder del PSOE trasladó tres ideas clave del relato que maneja la candidatura de Besteiro: la necesidad de que haya una participación alta; la capacidad de los socialistas para liderar un cambio político seguro frente al BNG; y las oportunidades que abre tener una Xunta influyente y en sintonía con Moncloa. «Si hay un socialista en la Xunta y otro en Moncloa, Galicia no rueda, ¡Galicia vuela!», proclamó Sánchez. Fue uno de los lemas de su intervención. El otro, apelaba a la movilización del voto: «Si Galicia vota, Galicia cambia».

Un Gobierno amigo en Madrid

El discurso de Sánchez no fue especialmente novedoso. No hubo alusiones a la fábrica de Altri en Palas de Rei, un proyecto de 900 millones que está a la espera de conseguir fondos europeos. Apenas aludió en una ocasión a Alcoa, la planta de aluminio de A Mariña que vive otra crisis después de que la multinacional advirtiera de que está en una situación de inviabilidad y amenazara con su cierre. En cambio, sí que repasó las iniciativas del Ejecutivo central en la comunidad y las contrastó con las del Gobierno anterior. «Hemos aportado un 32% más de recursos a Galicia que en toda la etapa de Mariano Rajoy«, dijo. Gómez Besteiro aseveró en la intervención previa que Sánchez era «el presidente más gallego de la historia», en alusión a esas inversiones.

En la lista de logros que se atribuyó el presidente del Ejecutivo, hubo tiempo para cargar contra Feijóo, expresidente de la Xunta que dejó San Caetano para intentar llegar a la Moncloa. Lo hizo mientras destacaba que el PP votó en contra de la revalorización de las pensiones poniendo como excusa que no le gustaba la amnistía. «¿Pero qué tendrá que ver?», se quejó. «Sufrimos una oposición desnortada y faltona. Voy a reivindicar la templanza como forma de hacer política ante los insultos, descalificaciones y ruido de la derecha y la ultraderecha», continuó, para asegurar que incurren en esas prácticas porque no tienen argumentos para defender su oposición a medidas de carácter social que toma el Ejecutivo que preside. Pero también por otra razón: «Quieren desmovilizar al electorado socialista«, aseveró Sánchez, una vez más, urgiendo a que sus votantes a coger la papeleta.

Alfonso Rueda, el administrador

El presidente socialista retrató a Alfonso Rueda como un administrador, situándolo en el lado estancado de la historia, donde no hay más ambición que mantener el puesto y que todo siga igual. «No vivimos tiempos para administrar, vivimos tiempos para transformar», señaló. A su juicio, los 15 años del PP en la Xunta solo han servido para desperdiciar las potencialidades de Galicia. «Hay pocas tierras como Galicia con tantas oportunidades y ningún Gobierno como el de la Xunta que haya desperdiciado tantas», insistió.

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