Ayuso da luz verde al Plan RESIDE de Almeida: ya no habrá Airbnb en edificios residenciales en Madrid

Solo el 7,45% de los 16.100 pisos turísticos legales de la ciudad cuenta hoy realmente con licencia

La presidenta del PP de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Foto: Comunidad de Madrid

La Comunidad de Madrid ha dado luz verde definitiva al Plan RESIDE, una nueva normativa que pretende transformar radicalmente el mercado de los pisos turísticos en la capital, en favor de la vivienda como uso residencial. 

Aprobado en Consejo de Gobierno y pendiente sólo de publicación en el Boletín Oficial, el plan prohíbe la existencia de viviendas turísticas dentro de edificios residenciales, blindando así el uso habitual de la vivienda y apostando por un modelo de convivencia más equilibrado entre residentes y visitantes.

El Ayuntamiento de Madrid congela de forma indefinida la concesión de licencias para pisos turísticos aislados en fincas residenciales del centro histórico, reservando esta actividad tan solo para bloques completos dedicados íntegramente al hospedaje. 

Hasta la fecha, se han impuesto casi 200 sanciones, la mayoría de estas de 30.001 euros, pero ya aparecen las primeras de rango superior por reincidencia. Además, se refuerza la publicación de un listado oficial con las VUT (Viviendas de Uso Turístico) legales y su localización exacta para facilitar el control ciudadano y administrativo.

Fuera del centro histórico, las nuevas licencias solo se permiten para inmuebles con accesos independientes por la planta baja o primera, con la intención de evitar la conflictividad en comunidades mixtas y favorecer una oferta turística ordenada y legal.

Impulsado por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad que dirige Borja Carabante, puede suponer un punto de inflexión en la política urbana madrileña y tensionar las relaciones con multinacionales como Airbnb. 

El objetivo pasa por recuperar el parque de vivienda residencial habitual y frenar la pérdida de inmuebles para vecinos en las zonas más tensionadas, donde el turismo había desplazado masivamente el uso familiar y de larga duración.

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El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Foto: Europa Press

Regulación por ámbitos y zonas

El Plan RESIDE simplifica la regulación del Plan Especial de Hospedaje anterior, dividiendo el territorio en dos grandes ámbitos: el centro histórico y el resto de la ciudad. 

En el perímetro central, donde el impacto del turismo inmobiliario ha sido devastador, queda prohibida cualquier nueva licencia para pisos turísticos dispersos en bloques residenciales. Solo se admiten hoteles o alojamientos turísticos en edificios completos, y bajo una licencia de uso específica y limitada a 15 años, tras lo cual los inmuebles volverán obligatoriamente al uso residencial.

Sede de Blackstone, banco de inversión especializado en la inversión inmobiliaria con capacidad para la compra de edificios al completo . EFE

Fuera del anillo central, las licencias para viviendas turísticas requieren ahora acceso independiente en la planta baja o primera, y quedan estrictamente prohibidas en locales comerciales de las principales vías terciarias y comerciales. 

El plan veta asimismo la conversión de comercios de barrio en alojamientos turísticos dentro del centro histórico, con el doble objetivo de garantizar la utilidad social del comercio de proximidad y evitar la “turistificación” que ha vaciado de vida servicios esenciales para los residentes.

Además de la protección del uso habitual de la vivienda, el plan incentiva la reconversión de oficinas en viviendas e introduce medidas para transformar equipamientos obsoletos en pisos de alquiler asequible o coliving, siempre bajo criterios de protección patrimonial y rehabilitación, abriendo así la puerta a una nueva generación de vivienda urbana.

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