Sánchez convocará elecciones generales en diciembre de 2023

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, convocará el Debate sobre el Estado de la Nación en "mayo o junio" de este año, exige a Feijóo pronunciarse sobre el caso de mascarillas de Madrid y se escuda en la guerra ante la crisis

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el palacio de Moncloa. EFE/ Javier Lizon

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«En tiempo y forma». En medio de la actual crisis energética y de alta inflación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantiene su firme intención de agotar la legislatura y convocar elecciones al término de la misma en el mes de diciembre de 2023, aunque antes retomará en «mayo o junio» de este año la celebración del Debate sobre el Estado de la Nación, que no se produce desde 2015.

«Diciembre de 2023, no va a ser ni el 24 ni el 31 de diciembre, a finales de 2023», ha confirmado Sánchez en una entrevista en Antena 3. Fuentes gubernamentales confirman a Economía Digital que la intención es celebrar las elecciones coincidiendo con el término de la presidencia de turno de España de la UE, que se producirá entre el 1 de junio de 2023 y el 31 de diciembre de ese año.

Así las cosas, las próximas elecciones generales se celebrarán previsiblemente el 3 o el 10 de diciembre del año que viene, o como tarde el día 17 de ese mes. Los últimos comicios generales fueron el 10 de noviembre de 2019, el mandato de las Cortes actuales concluirá por tanto justo cuatro años después, el 9 de noviembre de 2023.

De acuerdo con el artículo 42 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), si no se produce una disolución anticipada de las Cortes, el presidente del Gobierno está obligado a expedir el decreto de la nueva convocatoria 25 días antes de la expiración del mandato de las cámaras. Dicho decreto se publica al día siguiente en el BOE e incluye la fecha de las elecciones, que se celebrarán 54 días después.

Debate sobre el Estado de la Nación en «mayo o junio»

Pero antes de las elecciones generales tendrán lugar los comicios autonómicos en Andalucía, previsiblemente el 12 de junio como está previsto que anuncie el presidente de dicha región, Juanma Moreno; las elecciones autonómicas y municipales el 28 de mayo de 2023 y, próximamente, el Debate sobre el Estado de la Nación, que no se produce desde el año 2015.

El debate en el que el presidente del Gobierno rinde cuentas ante el Parlamento se ha ido postergando desde hace siete años, pero Sánchez adquirió el compromiso de celebrarlo en el periodo de sesiones actual, por lo que se llevará a cabo «en mayo o junio».

En cualquier caso, ha defendido que ha rendido cuentas en «multitud de ocasiones», al ser «uno de los presidentes que más ha comparecido» por situaciones «dramáticas» como la solicitud de prórrogas de Estado de alarma por la Covid. «Recuperaremos esa buena práxis parlamentaria de celebrar el Debate sobre el Estado de la Nación en este periodo de sesiones» y presentar anualmente los Presupuestos Generales del Estado pese a la «complejidad de la que el Gobierno se hace cargo», ha dicho.

Revisión a la baja del crecimiento

Más allá de las citas electorales y la rendición de cuentas, Sánchez ha confirmado que el Gobierno realizará una revisión a la baja de su actual previsión de crecimiento del PIB del 7% para este año por el impacto de la guerra de Ucrania en la economía española, aunque ha defendido que el crecimiento seguirá siendo «robusto».

Al respecto ha señalado que «es evidente que la guerra de Putin en Ucrania está teniendo un impacto no sólo en la economía europea, sino también en la economía global y que va a haber una revisión a la baja de las cifras de crecimiento del PIB en España, Europa y el mundo, es una certificación«, aunque ha dejado claro que eso «no significa que no se vaya a crecer».

De hecho, ha destacado que la economía española crece de forma «robusta» a nivel e PIB y de empleo, al superar los 20 millones de ocupados y ha sacado pecho de los datos de ocupación registrados en Semana Santa. Según ha avanzado, España está  entre un 80% y un 100% de ocupación hotelera prepandemia y en relación con el turismo internacional en torno a un 78% del gasto turístico de niveles prepandemia.

Esto, ha apostillado, certifica que la economía española «sigue creciendo» pero persiste la incertidumbre y los «problemas» derivados de la guerra de Putin con Ucrania y de la» resaca de una pandemia que se está superando pero sigue lastrando la economía». Aunque ha dicho no ponerle «paños calientes» a la situación económica, ha vuelto a escudarse en buena medida en la guerra para justificar la actual situación de crisis energética e inflación, puesto que «tiene mucho que ver el conflicto bélico que se está sufriendo a las puertas de Europa».

En relación a la alta inflación, que en marzo la tasa alcanzó el 9,8%, su mayor nivel desde 1985, ha indicado que el 70% del alza viene explicado por el repunte de la energía y los precios de alimentos no elaborados, por lo que ha insistido en defender la reforma del mercado energético a nivel europeo para desacoplar el precio del gas de la evolución del precio de la electricidad. «Hay que crear un precio de referencia para que ese alza no impacte en la factura de la luz», ha recalcado.

Con todo, ha asegurado que el alza de los precios es «coyuntural, no estructural», según las previsiones de los organismo internacionales, por lo que se espera una bajada «muy abrupta» de la inflación de 2022 a 2023 (del 7,5% al entorno del 2% según el Banco de España).

Bajo esas premisas, la revalorización de las pensiones está garantizada con arreglo a la inflación, tal y como se recoge por ley en la reforma de las pensiones, si bien en el caso de los salarios de los funcionarios se esperará al acuerdo de patronal y sindicatos en materia de negociación colectiva, en el marco del pacto de rentas que propone el Gobierno para controlar salarios, dividendos y reparto de beneficios por parte de las grandes empresas, para abordar la negociación salarial de los empleados públicos.

Descarta bajada de impuestos que le pide el PP

Preguntado sobre la petición del PP de bajar impuestos dada la coyuntura actual, y concretamente deflactar la tarifa del IRPF al no haberse hecho desde 200 pese a un aumento del IPC de 25 puntos, Sánchez ha vuelto a pronunciarse en contra de las bajadas generalizadas de impuestos.

En esta línea, ha reiterado que se trata de la «piedra angular» del Estado de bienestar, y ha criticado de nuevo al PP por promulgar las bajadas de impuestos porque en verdad «están anunciando recortes como hicieron después de la crisis financiera». “El PP siempre propone bajar impuestos y que gobierne la lista más votada, y luego nunca cumple”, ha apostillado, recordando que el exministro Montoro «subió 50 impuestos».

Además, ha remarcado que el Ejecutivo ha bajado impuestos mediante el plan fiscal de respuesta a la guerra de 16.000 millones de euros hasta el 30 de junio, al disminuir en un 80% los peajes de la industria electrointensiva, un 60% los impuestos vinculados a la factura de la luz o las tasas portuarias al sector pesquero, a lo que se suma el alza del 15% en el ingreso mínimo vital o el aumento de hogares protegidos de 1,2 a casi 2 millones de hogares protegidos ante el alza de los precios.

Sin embargo, «una rebaja generalizada de impuestos no es creíble, no lo está haciendo nadie en Europa», ha remachado Sánchez, quien considera mejor acometer políticas de rebaja de impuestos a colectivos específicos y ayudas directas.

Exige a Feijóo que se pronuncie sobre el caso de mascarillas de Madrid

El líder del Ejecutivo ha aprovechado para cargar contra el PP asegurando que tiene tres problemas: «la corrupción, porque aún no ha dicho nada la dirección nacional de los contratos de Ayuso y Almeida; tampoco ha resuelto su problema con la ultraderecha y, además, su propuesta de bajar impuestos no es un proyecto de país”.

De esta forma, ha apelado a la dirección del PP presidido ya por Alberto Núñez Feijóo sobre los casos del Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid vinculados a los contratos de mascarillas, ya que considera que «tiene algo que decir y hacer en Madrid». «El impuesto más caro que pagan los ciudadanos es el de la corrupción», ha sentenciado.

En clave política, ha aseverado que si se produjese un caso de sospecha de irregularidad en algún contrato del Estado en el Gobierno actuarían «con la mayor de las contundencias». También ha cargado contra los dirigentes del PP de Madrid que insinúan que la Fiscalía o los abogados detrás de la denuncia van en contra del PP. «No es de recibo (…) me recuerda mucho a cuando saltó la trama Gürtel que decían que la trama era contra el PP y la Justicia se ha encargado de decir que era una trama no contra el PP, sino del PP».

«La dirección del PP tiene que ser consciente de que la corrupción les desalojó de la Moncloa y del Gobierno; los silencios y mirar para otro lado de la dirección del PP vinculado al caso de corrupción no es el mejor de los ejercicios«, ha añadido.

El presidente del Gobierno también ha minusvalorado el ‘efecto Feijóo’ referido al alza en las encuestas del nuevo líder del PP al señalar que «son los mismos datos que le daban a Casado» y resumir el panorama político a «un gobierno de coalición o progresista liderado por el PSOE con lo que represente el espacio de Yolanda Díaz o un gobierno de la derecha con la ultraderecha». Según Sánchez, en un hipotético gobierno andaluz con Juan Moreno (PP) y Macarena Olona (Vox) y uno nacional de Alberto Núñez Feijóo (PP) y Santiago Abascal (Vox) «marcarán el rumbo Olona y Abascal».

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