Elon Musk vuelve a estar en el ojo del huracán: activistas arremeten contra otro de sus negocios

Tesla enfrenta una nueva ola de manifestaciones tras la inauguración de su restaurante retro en Los Ángeles

Elon Musk Tesla

Ellon Musk. Foto: X

Elon Musk ha vuelto a colocarse bajo el foco público, y no precisamente por un nuevo avance tecnológico. Esta vez, la controversia gira en torno al más reciente emprendimiento del magnate: un restaurante temático de Tesla en el corazón de West Hollywood, que ha desatado la furia de activistas y defensores de derechos civiles.

Desde hace meses, grupos organizados han venido protestando contra Tesla y, por extensión, contra Musk, a quien acusan de promover políticas que atentan contra derechos fundamentales y de usar su influencia para debilitar organismos estatales clave. Ahora, con la apertura de este nuevo negocio gastronómico de estética retro y guiños a la cultura pop, las protestas han cobrado nueva fuerza.

El nuevo “Tesla Diner”, que abrió sus puertas esta semana en Los Ángeles, se presenta como una mezcla de autocine, cafetería y estación de carga para autos eléctricos. Musk había anunciado este proyecto desde 2018, imaginándolo como una experiencia nostálgica con patines, luces de neón y hamburguesas empaquetadas en cajas con diseño de Cybertruck.

Desde su inauguración, las filas de curiosos y fanáticos han sido constantes. Videos compartidos en redes sociales muestran clientes esperando hasta 11 horas para poder probar el nuevo restaurante. Sin embargo, la apertura del establecimiento ha sido recibida con rechazo por una parte de la comunidad, que no ve con buenos ojos que un empresario tan polémico gane más protagonismo en la escena pública.

Activistas acusan a Musk de financiar políticas autoritarias

Joel Lava, uno de los organizadores principales de las protestas “Tesla Takedown”, ha sido especialmente vocal en sus críticas hacia Musk. Según Lava, el restaurante es solo una cortina de humo para distraer a la opinión pública del impacto negativo que Tesla y otras empresas de Musk han tenido sobre la democracia y los servicios públicos.

“Tesla financia el fascismo”, afirmó Lava en declaraciones a medios estadounidenses. “Musk ha utilizado su influencia para debilitar instituciones gubernamentales y al mismo tiempo promueve discursos que marginan a comunidades vulnerables”.

Lava también ha calificado al empresario como “el activista antitransgénero más conocido del mundo”, y acusa a Tesla de contribuir activamente al desmantelamiento de políticas públicas esenciales. En palabras del activista, la apertura del restaurante fue la chispa perfecta para reavivar las movilizaciones.

El movimiento de resistencia contra Tesla no se limita al nuevo local en Hollywood. De acuerdo con datos del sitio “Tesla Takedown”, para este fin de semana se programaron más de 40 manifestaciones frente a salas de exposición de Tesla en varias ciudades de Estados Unidos.

Las protestas, que alcanzaron su punto máximo en marzo, no han disminuido significativamente y siguen contando con una base de apoyo constante. En el evento del sábado pasado frente al Tesla Diner, se congregaron más de 70 manifestantes, muchos de ellos con pancartas y mensajes que acusaban a Musk de ser un “enemigo de la justicia social”.

Tesla en caída libre: datos preocupantes sobre su desempeño financiero

La indignación social llega en un momento complicado para Tesla. Según el reciente informe financiero correspondiente al segundo trimestre del año, la compañía ha experimentado una caída del 16 % en ingresos por venta de automóviles, mientras que los ingresos generales disminuyeron un 12 %.

Las cifras muestran un retroceso notable en la venta de sus modelos más populares, el Model Y y el Model 3, con una baja del 12 % respecto al mismo período del año anterior. Peor aún ha sido el desempeño del Cybertruck, cuyas ventas han colapsado en un 52 %.

Estos datos han impactado directamente en la bolsa: las acciones de Tesla se desplomaron un 9 % el jueves pasado y cerraron el viernes con una pérdida superior al 4 %, quedando en 316,06 dólares. Desde su pico máximo de casi 480 dólares en diciembre, las acciones de la compañía han perdido un 34 % de su valor.

Mientras Musk mira al futuro, los críticos se enfocan en el presente

En su reciente presentación de resultados, Musk evitó hablar de los problemas actuales y centró su discurso en el futuro de la compañía. Volvió a enfatizar sus ambiciones en torno al robotaxi autónomo y al robot humanoide Optimus, que incluso ha sido visto sirviendo palomitas de maíz en el nuevo restaurante.

Este intento por redirigir la narrativa hacia los desarrollos tecnológicos no ha logrado apaciguar las críticas. Para muchos, el problema no es el futuro visionario que Musk promete, sino la desconexión entre ese discurso y las consecuencias sociales, políticas y económicas de sus decisiones actuales.

La figura de Elon Musk ha sido durante años sinónimo de innovación y disrupción. Sin embargo, su creciente involucramiento en debates políticos y decisiones corporativas con fuerte impacto social ha erosionado su imagen ante ciertos sectores de la sociedad.

Mientras sus seguidores lo celebran como un genio futurista, sus detractores lo acusan de ser una amenaza para la democracia moderna. Y aunque la apertura del Tesla Diner atrajo multitudes entusiastas, también ha evidenciado las profundas divisiones que su figura genera en el tejido social estadounidense.

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Alba Carbajal

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