Revuelo en redes sociales por un producto precocinado de Alcampo: «es para vagos»
Las redes sociales han mostrado una gran disconformidad con la tortilla francesa precocinada recién llegada a Alcampo

Archivo – (Foto de ARCHIVO) Una tienda de Alcampo en Alcorcón
La nueva tortilla francesa envasada de Alcampo ha generado una intensa polémica en redes sociales tras su llegada a los supermercados con un precio de apenas un euro y la promesa de estar lista para comer en cuestión de minutos, que ha desatado todo tipo de críticas entre infinidad de usuarios hacia la creación de un plato tan sencillo como plato preparado.
El producto, que pretende ofrecer una solución rápida para quienes buscan practicidad en la cocina, ha sido recibido con escepticismo por parte de muchos consumidores, que lo consideran una muestra más de la industrialización de los platos más básicos de la gastronomía casera. Y esta es precisamente la crítica que han llevado a cabo distintos usuarios de redes como Instagram.
Las críticas virales hacia el último plato preparado de Alcampo
Desde un primer momento, ya supuso una gran sorpresa que Alcampo incluyese en sus lineales una tortilla francesa lista para calentar y consumir, elaborada con huevo y aceite, en formato individual de 75 gramos y conservada en frío, en packs de una sola unidad. Un producto preparado para consumir en el momento, que, a la hora de la verdad, se tarda prácticamente lo mismo que cocinándolo en casa.
Su modo de preparación no podría ser más simple: basta con introducirla en el microondas o en una freidora de aire durante unos segundos para tenerla lista. Su reducido tamaño y su bajo precio la convierten en una opción accesible para quienes buscan una comida ligera y rápida, pero, sin embargo, preparada para comer.
El envase del producto destaca su contenido proteico y su bajo aporte calórico, algo lógico en una elaboración basada en el huevo, una fuente de proteínas de alta calidad. Además, no contiene gluten y se presenta como una alternativa práctica para desayunos o cenas improvisadas. Sin embargo, este carácter funcional no ha sido suficiente para convencer a una buena parte del público.
Pare de la controversia comenzó cuando la creadora de contenido @que_lo_pruebe_iris, en su cuenta de Instagram, publicó un vídeo calificando el producto como una “tortilla para vagos”, un comentario que se viralizó en pocas horas, de la mano de un aluvión de comentarios que se alinearon en su mayoría con la opinión de la influencer.
En su publicación, la influencer cuestionaba la necesidad de comercializar un plato tan sencillo de preparar, señalando que “hacer una tortilla francesa no lleva más de dos minutos y solo necesita un huevo y una sartén”. Una opinión que coincide con la mayoría de críticas de parte de gente que criticó la falta de intención en la cocina de todos los clientes habituales de este producto.
Un producto que reaviva el debate en torno a la comida precocinada
El vídeo de @que_lo_pruebe_iris, que acumula miles de visualizaciones, ha reavivado el debate sobre los límites de la conveniencia alimentaria. Muchos usuarios coincidieron con su crítica, argumentando que productos como este “simplifican en exceso la cocina tradicional” y fomentan hábitos poco sostenibles, al generar más envases y reducir la conexión con la preparación de alimentos básicos.
Un nuevo producto que ha traído de vuelta el caso de los huevos fritos congelados de Mercadona, un producto que generó una oleada de comentarios similares hace unos años y que terminó siendo retirado por su escasa aceptación. Para muchos usuarios, la tortilla francesa de Alcampo sigue la misma lógica de ultraconveniencia y podría correr la misma suerte si el interés inicial no se traduce en ventas estables.
A pesar de ello, hay algunas pocas voces que defienden el producto. Algunos consumidores destacan que este tipo de soluciones pueden ser útiles para personas mayores, con movilidad reducida, o estudiantes con pocos recursos y tiempo limitado, que encuentran en este formato una forma sencilla de acceder a una comida rápida y nutritiva sin necesidad de cocinar.
Sin embargo, lo que realmente destaca en este caso, más allá de las simples críticas al producto como tal, es que la tortilla francesa envasada refleja una tendencia creciente en el sector de la gran distribución: la apuesta por los platos preparados, incluso en recetas tradicionalmente simples.
Las cadenas de supermercados buscan responder a la demanda de productos rápidos, económicos y con mínima preparación, adaptándose a los hábitos de consumo actuales marcados por la falta de tiempo y el aumento de los hogares unipersonales. Y en un panorama como este, como es habitual, como en tantas otras ocasiones, se han convertido en el escenario del enfrentamiento entre ambos puntos de vista.