Las estadísticas más insólitas y divertidas del mundo del arte

¿Cuánto tiempo tarda la gente en contemplar un cuadro? ¿Cómo se llamaban las mascotas de los grandes pintores? ¿Qué otros oficios tuvieron los artistas? Estos datos del libro ‘Art i Facts’ permiten tener una visión diferente del mundo del arte

La gente tarda más tiempo en hacer una selfie que en ver un cuadro. Foto Young Shih | Unsplash

En EEUU y América Latina, hasta entrados los 2000, eran muy populares los almanaques universales o mundiales, que en España tenían su símil con calendarios como el Zaragozano.

Eran un compendio de datos geográficos, históricos, anécdotas y estadísticas de todo el mundo. Quizás semejante batería de datos sean poco útiles para el día a día, pero no dejaban de tener su magnetismo.

Algo similar ocurre con el encantador libro Artifacts (Editorial Phaidon), que despliega una catarata de datos sobre el mundo del arte.

COMPRAR ‘Artifacts’ en Amazon

Su nombre, es evidente, es un juego de palabras, entre Artefactos y Arte y datos (Art i Facts).

Un libro para leer una y otra vez

Al contrario de las habituales publicaciones de esta editorial, este libro es de un formato pequeño, ideal para leer en casa o mientras se viaja.

Se divide en cinco capítulos, Artistas, Escuela de Arte, Estudio de Arte, Museo de Arte y Mundo del Arte; en algunos casos con didácticas infografías o diagramas que permiten conocer un sinfín de curiosidades de este universo.

El libro muestra las ocupaciones de grandes artistas. Foto Editorial Phaidon

Nombres, seudónimos y mascotas de los artistas

En el primer apartado descubrimos los verdaderos nombres de varios artistas, como los de Marc Chagall (Moishe Shagal), Tintoretto (Jacobo Robusti), Man Ray (Emmanuel Radnitzky), Michelangelo (Michelangelo di Lodovico Bunarroti Simoni). No incluiremos a Picasso, que tenía ocho nombres –entre ellos el de Cipriano de la Santísima Trinidad-.

Picasso tenía ocho nombres, entre ellos el de Cipriano de la Santísima Trinidad. Y su famoso apellido era el de su madre, su padre era Ruiz

También los de sus mascotas (los perros de Warhol eran Amos y Archie, y el gato de Klimt era Katze); y conoceremos algunas parejas –famosas o no- del arte, como la de Frida Kahlo y Diego Rivera; Lee Krasner y Jackson Pollock o Patti Smith y Robert Maplethorpe.

Precisamente este último diseñó la portada del disco Horses de Smith; uno de los tantos saltos de artistas a la música, como Keith Haring con Whitout You de David Bowie, Peter Blake y Jann Haworth con el famoso Sargento Pepper de The Beatles o Jeff Koons con Art Pop de Lady Gaga.

Sticky Fingers, disco de The Rolling Stones diseñado por Andy Warhol

En Artifacts también podemos conocer otras ocupaciones de grandes talentos, como que Marcel Duchamp tuvo una librería, Paul Gauguin fue obrero en el canal de Panamá, la fotógrafa Vivian Maier fue niñera y Jackson Pollock se dedicaba a limpiar estatuas en el Emergency Relief Bureau.

Pero nadie supera a Agnes Martin, que consignó 35 empleos en una carta dirigida a la Pace Gallery.

Alumnos, profesores y autodidactas

Gracias a este libro nos enteramos que Dalí, Diego Rivera, Auguste Rodin y Francisco Goya fueron expulsados o rechazados de las academias, y que muchos fueron autodidactas, como Antoni Tàpies, Mark Rothko, Max Ernst o Jean-Michel Basquiat.

Salvador Dalí, Diego Rivera, Auguste Rodin y Francisco Goya fueron expulsados o rechazados de las academias

Salvador Dalí fue expulsado de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Foto: Philippe Halsman – Magnum Photos

También descubrimos los nombres de grandes profesores y excelentes alumnos que pasaron por la escuela Bauhaus, que Francis Bacon trabajaba 18 horas diarias y que Picasso comenzaba su jornada a las 22:00.

Museos, calles y extravagancias en nombre del arte

Con Artifacts aprendemos los trucos para pintar de Leonardo Da Vinci, conocemos museos que con su diseño ya son una obra de arte (como los Guggenheim de Nueva York y Bilbao, la Fundación Louis Vuitton de París o el de Arte Islámico de Qatar) y divertidas reflexiones sobre que es el arte, las exhibiciones o los títulos de los cuadros.

¿Cuánto tiempo se tarda en ver un cuadro en un museo?. Foto Editorial Phaidon

Entre las extravagancias artísticas están las obras maratonianas, como la performance de William Pope.L que le llevó nueve años en recorrer Broadway una y otra vez vestido como Superman; o los 144 días que Argnar Kjartansson estuvo pintando a un amigo, cada jornada con una producción distinta, en la Bienal de Venecia de 2009.

También viajamos por calles de grandes ciudades que concentraban a numerosas personalidades, como los 22 que vivieron a lo largo de The Bowery, en Nueva York en diferentes años (como William Burroughs, Keith Haring, Roy Lichtenstein o Fernand Léger).

La obra ‘Intercambio’, de Willem de Kooning, alcanzó una cotización de 300 millones de dólares

Gracias a este libro sabemos cuáles son los cuadros más vendidos por artistas del siglo XX (el campeón, Intercambio de Willem de Kooning, por 300 millones de dólares en 2015), y nos agarramos la cabeza cuando vemos un compilado de accidentes y metidas de pata que arruinaron valiosas obras de arte (entre ellas, el famoso Ecce Homo restaurado por Cecilia Giménez en el pueblo de Borja).

Para cerrar, un dato que reflejan el consumo de arte en el siglo XXI: la gente tarda más tiempo en realizar un selfie frente a un cuadro que en contemplarlo.

a.
Ahora en portada