Así es Fuerza Bruta, el teatro de impacto que sacude Barcelona

Imaginen el concepto de teatro de acción de La Fura dels Baus con el espíritu festivo de una rave, sumando a este extraño cóctel el recuerdo caótico de los happenings de los años ’60 y ’70, pero con la tecnología de luces, música y aparatos móviles que se disponen en el siglo XXI. Eso es Fuerza Bruta.

Tras ser visto por 6,4 millones de espectadores en 68 ciudades de 37 países, Fuerza Bruta aterriza en la cúpula de Las Arenas de Barcelona con el espectáculo Wayra, donde se presentará hasta el 24 de marzo; pero ya con el mismo reguero de éxito que en el resto de mundo, con las tres primeras funciones agotadas solo al salir a la venta.

Un teatro fuera de lo convencional

En su último espectáculo no hay guión en el sentido tradicional. Tampoco hay donde sentarse. La consigna es estar una hora de pie y dejarse llevar por el torbellino de las puestas en escenas, donde uno nunca sabe qué puede suceder.

En Wayra no hay guión ni sillas donde sentarse: se trata de dejarse llevar con las impactantes puestas en escena

Wayra arranca con cinco percusionistas aporreando bombos y vestidos como si vinieran del siglo XVIII, y así como se apagan las luces, de repente cuatro chicas colgadas de arneses pasan a pocos metros de las cabezas del público gritando como si fueran valkirias furiosas.

Un impacto tras otro

Alguien podrá interpretar la caminata sobre una cinta rodante entre sillas, mesas y personas que caen al vacío como una metáfora de la locura urbana. O no, porque también se le puede dar cualquier lectura a la interpretación de ese hombre que con gabardina corre para no moverse de ningún lugar, hasta que de repente empieza a atravesar puertas de cartón piedra mientras miles de papelitos revuelan bajo el furioso viento de las turbinas.

Aquí se pueden ver a actores / trapecistas correr a 45 grados por las paredes del recinto; o ver a cuatro chicas bailar, saltar, gritar y contorsionarse en una piscina con una película de agua que desciende hasta posarse sobre las manos de la gente.

En Wayra la música electrónica bien machacante acompaña a puestas en escena con rayos láser, humo y luces estroboscópicas que dan un efecto hipnótico a representaciones como la de los tres actores que descienden boca abajo por los agujeros de una tela gigante que cubre a todo el mundo.

Y esa misma música también tiene momentos de ceremonia pagana al estilo Primavera Sound, con el añadido de estruendosas bocinas y con el público entregado a lo que digan desde las tarimas.

La producción detrás de Wayra

Para presentar semejante producción Fuerza Bruta, agrupación de teatro de acción nacida en Argentina hace 20 años, preparó una escenografía de estructuras en un espacio de 400 m2, dotado de 200 luces, 10 turbinas de 1,2 metros cada una, una máquina de correr de 1,5 toneladas, una estructura inflable de 17 por 23 metros, y la lista sigue.

La hora del espectáculo pasa volando. Quedan ganas de más. A lo sumo, los que quieran extender la experiencia, pueden ir los sábados que tras la presentación hay un Live Night, un espectáculo donde la fiesta sigue bajo la potente energía de Fuerza Bruta.