5 bares en parques de Barcelona para disfrutar de la primavera

Cuando uno dice ‘chiringuito’, al menos en Barcelona, casi siempre piensa en los paradores de hamburguesas, cócteles y música de discoteca en la playa.

Pero claro que no son los únicos que hay: en los parques y jardines de la ciudad hay otros chiringuitos, quizás sin tantas pretensiones gastronómicas, pero que son una interesante pausa para desconectar entre la naturaleza.

Por ello, mientras que los chiringuitos de la playa están en pleno operativo regreso para abrir la temporada desde Semana Santa, vamos a conocer algunos parques de Barcelona para tomar un café o una copa rodeado de árboles.

Glòries

El parque de las Glòries, cada fin de semana, es lo más parecido al Hyde Park de Londres: cientos y cientos de personas sentadas en las tumbonas, los bancos de madera o simplemente invadiendo el césped central de este pulmón verde de 20.400 m2; que tiene menos de un año de vida.

A un lado, sobre la calle Cartagena, está el pequeño Bar Parque Glòries; donde se pueden comer bocadillos calientes y fríos, tapas como humus, nachos, buñuelos de bacalao, patatas bravas y el toque mexicano de quesadillas. Y además algunos cócteles clásicos para darle un toque más divertido al atardecer.

Parc de la Ciutadella

Los sábados y domingos el Parc de la Ciutadella es una Babel de sonidos y colores; donde los aprendices de malabaristas están a metros de los que tocan los bongos y guitarras; mientras más allá algunos sacan fotos al mamut de cemento y otros tratan de dominar los botes del pequeño lago.

En este parque encontramos dos chiringuitos: uno en la entrada del zoo, y otro más grande bajo los pinos de la Cascada, ese conjunto monumental coronado por una cuadriga dorada.

Está bien para tomar un café, un cruasán o un bocadillo al resguardo de la sombra, pero su carta es limitada.

Montjuïc

En este peñón que domina la cara sur de Barcelona hay varios quioscos y bares en la zona monumental que está a lo largo de la fuente mágica; así como el mítico Bar Marcelino que se encuentra en una explanada frente a Poble Sec.

Uno de los chiringuitos menos conocidos pero más concurridos es la Caseta del Migdia, ubicado en la parte trasera del castillo de Montjuïc

Pero uno de los secretos mejor guardados de este pulmón verde es la Caseta del Migdia, un chiringuito en la parte trasera del castillo de Montjuïc que ofrece interesantes panorámicas de la zona del puerto y de la trama urbana de la ciudad.

En su carta se pueden encontrar aperitivos como los de frutos secos y patatas chip, platos combinados de butifarras y brochetas de pollo a la brasa, y ensalada de pan tostado y maíz.

Eso sí: los fines de semana suele estar lleno y hay que tener un poco de paciencia.

Turó Park

El Turó Park es el rincón más inglés que se puede encontrar en Barcelona, un parque lleno de esculturas y con elegante estanque donde en su trazado crecen encinas, plantas arbustivas, magnolias, plátanos, tilos y cedros.

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El chiringuito Pinhan es tan elegante y sofisticado como el oasis verde que es el Turó Park

A pesar de la alta densidad de edificios que lo rodean es un rincón de tranquilidad, en donde este relax se puede acompañar por la propuesta gastro del Pinhan.

Este chiringuito es más sofisticado que el de otros parques, donde es posible tener un buen brunch dominical, o probar la variada carta de brioches y bocadillos, así como de pasteles o cócteles.

Parc Joan Miró

Coronada por la gigantesca escultura de Dona i ocel (Mujer y pájaro) de Joan Miró, el parque de la Esquerra Eixample que lleva su nombre es un predio equivalente a cuatro manzanas donde los árboles como los pinos, encimeras y palmeras se abren paso entre las canchas de petancas y los juegos infantiles.

Allí encontramos al Chiringuito Bar Parc Joan Miró, que reabre esta semana y que invita a tomar un café, tapear entre bravas, berberechos y boquerones; probar alguna de sus hamburguesas como la de burrata; o degustar algunos de los platos como los carpaccios de salmón con aguacate, de ternera, de calabacín o sus variadas ensaladas.