Bollos, pasteles y turrones: claves para descubrir la cara más dulce de Bilbao

Hay postres que solo se pueden encontrar en Bilbao; creaciones con siglos de historia que se degustan en estas pastelerías

Carolinas, una de las creaciones más auténticas de Bilbao. Foto Arrese 1852

Ay, como no querer a Bilbao, con su cultura de pintxos, con la ría que se puede recorrer de un lado al otro a pie o en bicicleta, con su sofisticada propuesta de arte encabezada por el Guggenheim, y también, por las tradiciones pasteleras que seducen a los amantes de los postres y dulces.

Pero estas sabrosas creaciones no se limitan al tejido urbano de la mayor ciudad del País Vasco, sino que se extienden a los pueblos vecinos en Vizcaya, donde cada uno presume de un postre diferente.

La carolina

Un clásico de clásicos es la carolina, una tartaleta de hojaldre, con una pirámide de merengue, con yema y chocolate.

Fue creado por un pastelero de Bilbao hace un siglo para el cumpleaños de su hija; y se convirtió en algo tan popular que tiene hasta fiesta propia: se trata de la Fiesta de la Carolina, en la primera semana de noviembre, cuando el Gremio de Pasteleros de Vizcaya reparte 3.000 pastelitos gratis en la Plaza Nueva.

Carolina de Bilbao. Foto Ibán – Flickr

El bollo de mantequilla y el pastel de arroz

Los dos primos suizos Bernardo Pedro Franconi y Francesco Mattossi legaron a Bilbao otra tradición dulce con el bollo de mantequilla, que vendían en su pastelería del Casco Viejo.

Su receta es muy simple: tomaron un brioche típico de Suiza, lo partieron al medio y le añadieron mantequilla.

El pastel de arroz, traído desde Filipinas a Bilbao por pescadores vascos, se elabora sin un solo grano de arroz

Tampoco nadie se puede ir de Bilbao sin probar el pastel de arroz, un hojaldre relleno de crema importado de Filipinas por los pescadores vascos.

Actualmente del arroz solo tiene el nombre, porque se elabora con harina de trigo.

Pastel ruso. Foto Ibán – Flickr

Turrones y pasteles

El pastel ruso es otro postre obligado para conocer en Bilbao, creado a pedido de la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, al zar ruso Alejandro II.

En Navidad no puede faltar el turrón Sokonusko. Su origen está en una localidad maya de México, y el explorador Íñigo Urritia lo trajo a las tierras vascas, donde fue popular en el s.XVII.

Un pastelero del Casco Viejo rescató la receta y lo reelaboró en la forma que se lo conoce actualmente.

También con algunos siglos de historia está el Santiaguito, un caramelo de malvavisco nacido en 1698, creado por Santiago Olavide y que es elaborado por sus herederos.

Y la lista puede seguir con los postres de los pueblos cercanos, como la torta de San Blas, las rosquillas anisadas, los cocotes de Markina-Xemein o los ori-baltzak, muy populares en Guernica, que son “una especie de bombón que esconde en su interior un bizcocho de espuma relleno de crema de mantequilla y cobertura de chocolate blanco oscuro”, describen en Visitbiscay.eus.

Pastel de arroz. Foto Receitas para todos os dias – Flickr

Pastelerías que tienes que conocer en Bilbao

Tras esta descripción, por supuesto que entra el hambre y hay que buscar algunas de las pastelerías más emblemáticas de la ciudad para descubrir estas creaciones.

Una es Don Manuel (Alameda de Urquijo 39), donde Manuel Angulo demuestra por qué es uno de los patriarcas de la escena de los dulces bilbaínos. Su vitrina ya es toda una tentación.

Tras varias generaciones en el obrador y el mostrador California (Avenida de Madariaga 9) demuestran cómo unir tradición y modernidad, con recetas que no cambian en décadas y nuevos pasteles que ponen a prueba sus talentos.

Martina de Zurcalday, abierta en 1830, es la pastelería artesana más antigua del País Vasco

KC Bilbao Chocolatier (Rodríguez Arias 8) crea tartas, bombones y chocolates con una variedad de diseños que juegan al engaño por los ojos: si alguien está devorando una taza o un pintalabios en plena calle que sepa de dónde viene.

Todo lo que se ve en la Pastelería Suiza (Marqués del Puerto 4) es una tentación, con carolinas XL, además de sus brioches bollos de mantequilla, cruasanes, pastas y tartas.

Las tiendas centenarias

Arrese 1852, ya su nombre lo indica, lleva más 160 años endulzando Bilbao, y se nota en sus elegantes mostradores de mármol y las columnas de su salón de Gran Vía 24. Sus trufas son legendarias, y entre sus diversas sucursales, la de Berastegi 1 tiene un espacio para tomar un café y pedir alguno de sus dulces.

También de larga data es Martina de Zuricalday (Ercilla 43, y tres sucursales más), que desde 1830 presume de ser la pastelería artesanal más antigua del País Vasco, y el comercio más longevo de Bilbao.

Sus tartas son para fotografiar y saborear, así como su pastelería, bizcochos, macarones, galletas y pastas de té.

En Felipe (Gordóniz 19), que este año cumplen 60 años deleitando a generaciones de bilbaínos, se pueden probar turrones artesanos, bollos de mantequilla, el pastel ruso y las milhojas.

a.
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