Broadway por fin tiene un museo que homenajea al teatro musical. Y es increíble

Parecía inconcebible que el barrio con más teatros de Nueva York no tuviera un lugar dedicado a los musicales. Pero por fin llegó, y así es el flamante Museo de Broadway

Trajes usados en una producción musical. Foto Ángel Colmenares – EFE

Parecía inconcebible que el barrio con más teatros de Nueva York no tuviera un museo dedicado a los musicales. Pero por fin llegó, y así es el flamante Museo de Broadway

Son esas paradojas que nadie podía explicar, y menos en un país como EEUU donde son capaces de hacer museos de las cosas más absurdas, desde tomates gigantes hasta ovnis.

Pero en Broadway, la capital de los teatros y los musicales del país (o del mundo, vamos) no había un museo dedicado a su rica historia.

Hasta ahora.

Un viaje por la historia de los musicales

El flamante Museo de Broadway propone un viaje interactivo no solo por la historia de las artes escénicas de estas calles de Manhattan sino también por el pasado de EEUU, donde se ve cómo los escenarios fueron un reflejo de los cambios políticos y sociales de los últimos dos siglos.

En el museo se pueden ver detalles de obras tan emblemáticas como ‘Hair’, ‘Cabaret’ o ‘Jesucristo Superstar’

A pesar de que se promociona como una experiencia inmersiva, no es la experiencia de caminar entre paneles de alta definición, con proyecciones y pantallas táctiles.

Vestuario del musical ‘Hair’. Foto Ángel Colmenares – EFE

Más bien parece un museo como cualquier otro, con sus vitrinas, expositores, maniquíes y objetos; pero es tan rica la variedad de historias y espectáculos que uno se siente parte de ellos.

Ideal para amantes de los musicales

No es un museo barato -comparado con otras opciones de la Gran Manzana-. Sus precios van desde los 43 a los 53 dólares, pero los amantes de este género lo pagarán con gusto, porque en un paseo cronológico se pueden “ver los carteles de cientos de obras, así como vestuarios originales, tocadores de maquillaje de época y butacas antiguas de teatro”, informa Javier Otazu para Efe.

Fachada del Museo de Broadway. Foto Ángel Colmenares – EFE

En el recorrido se reproducen escenas de algunos de los musicales que han dejado huella, algunas tan profundas que se convirtieron en películas (así como muchas producciones teatrales han adaptado éxitos de Hollywood).

Así se pueden ver la barra de bar con la gramola de discos de West Side Story (1957) en un callejón donde en cualquier momento se enfrentan los Jets contra los Sharks; “un campo de maíz donde se desarrollaba Oklahoma (1943), la psicodelia donde explosionó Hair (1968) o un pedacito de selva por donde deambula El Rey León (1997)”.

Mientras se camina, se escucha por los altavoces Let the sunshine in de la citada Hair o Money money de Cabaret.

La historia reflejada en los musicales

Una de las secciones del museo, que cuenta con tres pisos, es The Map Room (el cuarto de los mapas), donde se puede conocer la historia y la inmigración de Nueva York, que por medio de proyecciones se ve la evolución al actual Times Square.

El museo invita a reflexionar sobre cómo los musicales han sido espejos de los cambios políticos y sociales de EEUU

Al recorrer la locura de los años ’20, la violencia de la ley seca, la llegada de los actores y técnicos negros a los escenarios, la guerra de Vietnam y la lucha por los derechos civiles se ve que los musicales fueron un espejo de la sociedad.

El museo recorre más de 100 años de musicales. Foto Ángel Colmenares – EFE

Así se comprueba que lejos de ser un género pasatista, con música, cantos y bailes los teatros de Broadway abordaron temáticas religiosas como en Jesucristo Superstar, políticos como en Hamilton o dramas sociales como la epidemia del sida en Angels in America.

Objetos en exposición

Las vitrinas exponen una multitud de objetos y atrezzo de varias obras, como la lámpara de Aladino, una chaqueta original de West Side Story, máscaras de El fantasma de la ópera, la peluca que vistió el personaje de Evita o el candelabro con que se iluminaban Los Miserables.

Detalles de la historia de Broadway. Foto Ángel Colmenares – EFE

Además se expone cartas manuscritas, guiones originales o grabaciones de audio de los autores que dieron estatura al género, como Andrew Lloyd Webber, Bob Fosse, Stephen Sondheim o Leonard Bernstein; describe Otazu.

La última sección, La creación de un espectáculo de Broadway es una recreación de la trastienda de los musicales, donde hay que ir esquivando sogas, escaleras de tijera, cables, apuntes pegados en la pared o focos de colores; con detalles como los espejos de luces para maquillarse o pianos para ensayar las obras.

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