Los mejores turrones, mazapanes y roscones se compran en estos conventos y monasterios
Un total de 27 conventos reciben por primera vez el Solete Repsol, dentro de la edición especial Soletes de Navidad ideales para comprar y celebrar estas fechas
Monasterio Comendadoras de Santiago en el mapa de los mejores dulces conventuales de España.
Llega la Navidad y, con ella, las cenas y comidas de celebración, los festines pantagruélicos y las sobremesas que se alargan hasta el infinito. En el centro de las mesas, volverán a verse los turrones, los mazapanes, los roscones de Reyes o los panettones.
Y, aunque no falta quien arriesga (y gana) con sabores y mezclas inesperadas que van de los turrones de pizza margarita o el de gofre con pollo que firma este año Dabiz Muñoz al panettone Dubai de Vallflorida Xocolaters pasando por el roscón de Lux con el que el obrador Santa Teresa homenajea el nuevo trabajo de Rosalía (se corona con un velo de sauvignon blanc y en su interior se pueden encontrar perlas en lugar de figuritas), lo cierto es que los sabores tradicionales siguen siendo los reyes de las mesas.

Entre quienes más saben de recetas clásicas, ingredientes de máxima calidad y productos que priman el sabor y la calidad sobre el marketing, destacan los dulces conventuales, elaborados por monjas de forma totalmente artesanal.
Y aunque son muchos los que peregrinan a conventos y monasterios cada año para hacerse con su trofeo en forma de yemas, mantecados, mazapanes o polvorones, por primera vez estos dulces han sido reconocidos con una distinción, el Solete Repsol, que en su edición especial Navidad marcan los mejores bocados de todo el país.
De las clarisas de Llerena en Badajoz a las hermanas del Monasterio de las Comendadoras de Santiago en Granada y las religiosas del convento cisterciense de Teror en Las Palmas, estos son los 27 conventos donde comprar los mejores dulces navideños.

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Mapa de los mejores dulces conventuales de España
Localizados en todos los puntos de la geografía española, es en Andalucía donde encontramos, en esta edición de Soletes, el mayor número de conventos recomendados por sus dulces.
Es el caso de Monasterio De San Cristóbal y Santa Rita en Medina-Sidonia (Cádiz) que destaca por los amarguillos, alfajores y el cabello de ángel; el Monasterio de Santa Paula, en Sevilla, donde las monjas de la Orden de San Jerónimo bordan los alfajores mozárabes, la carne de membrillo o el turrón a la piedra; y el Convento de Santa Clara de la Columna en Belalcazar (Córdoba), donde se elaboran notables empiñonadas, polvorones y princesitas.

Dos conventos en Granada, el de San José de las Carmelitas Calzadas (que además de dulces sorprenden con su propuesta de sushi y noodles) y el de las Comendadoras de Santiago (no hay que perderse sus cordiales), y dos más en Málaga, el Monasterio de Jesús María del Socorro y el Museo Conventual de Las Carmelitas Descalzas de Antequera cierran la selección andaluza.
Le iguala en número de propuestas Castilla y León, con otras siete direcciones para no perderse, entre ellas la casa de las monjas dominicas de Palencia (La Repostería de las Monjas) con riquísimas rosquillas y roscones de Reyes, el Convento de Santa Isabel en Valladolid donde las hermanas clarisas franciscanas llevan 45 años elaborando y vendiendo pastas, tejas de almendra, ochos, palmeras o paciencias, y el monasterio de las también hermanas clarisas en Soria, con su Turrón del Abuelo perfecto para Navidad.
Las monjas benedictinas Monasterio de Santa Cruz en Sahagún (León) bordan los amarguillos, mientras en el Monasterio de Concepcionistas en León, monjas de clausura elaboran dulces y turrones exquisitos.

En Zamora no hay que perderse las rosquillas de Ángel, el dulce divino elaborado por las monjas zamoranas del Convento de Santa María la Real de las Dueñas siguiendo la receta centenaria heredada de sus hermanas, y en La Aguilera (Burgos) son las hermanas de Iesu Communio las que han logrado su Solete gracias a sus bombones y pastas de té.
Los mejores dulces conventuales
La ruta de los mejores dulces conventuales sigue en Castilla-La Mancha y el Convento de San Clemente de Toledo donde, según cuentan, se hizo mazapán por primera vez allá por el siglo XIII.
También merece la visita el Monasterio de Jesús Nazareno en Sisante (Cuenca) donde hacerse con un buen alijo de aguardentados (un dulce con aguardiente y canela) elaborado por las monjas clarisas y el Convento de Jesús y María en Toledo para aprovisionarse de mazapanes que hacen las monjas dominicas.

Otras tres direcciones sitúan a Extremadura en este mapa de Soletes dulces: el Convento de Nuestra Señora de la Salud en Garrovillas de Alconétar (Cáceres) por sus suspiros y, pese al poco apetecible nombre, deliciosos cagajones, el Convento de San Pablo en Cáceres y sus corazones de almendra y el Convento de Santa Clara en Llerena, con dulces como bizcochos, yemas, galletas y hojaldres.
El viaje continúa en Convento de San José en Malueda (Zaragoza) donde se elaboran hasta siete tipos de turrones; Convento de Santa María de Jerusalén en Barcelona para comprar mantecados, empiñonados, polvorones y panellets; y el Convento de Santa Magdalena en Palma donde agustinas canónicas de clausura elaboran deliciosas cocas de Nadal, mazapanes y galletas.
En Murcia destacan los dulces del Convento de San Antonio, mientras en Canarias consigue un Solete el Monasterio cisterciense de Teror, en Las Palmas.

Terminamos el recorrido en la cornisa cantábrica con las delicias que elaboran las clarisas de Villaverde de Pontones, especialmente sus aclamados roscones de Reyes, y el repertorio dulce de las monjas contemplativas del Monasterio de Nuestra Señora del Pilar en Bilbao, especialmente dulce con yemas, mazapanes, anguilas y roscos de Reyes.
Soletes de Navidad
Esta edición especial de Soletes incluye más de 300 establecimientos (en total, son más de 5.000 los locales con este distintivo en España) perfectos para reuniones y celebraciones en estas fechas e incluyen restaurantes, vinotecas o comercios ideales para nutrir las mesas más exigentes.
Como explica María Ritter, directora de Guía Repsol, “a quién no le gusta celebrar y dejarse atrapar por la ilusión de unos días tan chispeantes. En Guía Repsol nos hemos inspirado en las ganas colectivas de celebrar y hemos alumbrado unos Soletes de Navidad para pasarlo bien las 24 horas del día y dar respuesta a todos los instantes”.

Así, los Soletes identifican restaurantes confortables para grupos grandes y pequeños en los que reunirse con colegas, familia o compañeros de trabajo, bares con un ambiente que se vuelve más especial los días clave y los hornos donde se elaboran los mejores dulces navideños.
Entre estos últimos, pastelerías, chocolaterías y confiterías tienen su momento de gloria. Además de premiados roscones como el de Boske Bakery, en el municipio madrileño de Torrelodones, y turrones infalibles como los de Iturbe en Logroño o Gorrotxategi en Tolosa, los Soletes desvelan secretos como los empanadicos de calabaza de Ferrando en Siétamo (Huesca) y los barquillos para acompañar el cava de Galindo en Palma de Mallorca
Fiel a su filosofía, los Soletes, la calificación más joven de Guía Repsol, son lugares que recomendarías a un amigo por su propuesta apetecible, solvente y asequible que se visten de celebración sin perder su carácter cotidiano.