Las mejores fiestas para vivir el verano en la Ruta del Vino de La Mancha

Hasta la llegada del otoño los pueblos que conforman la Ruta del Vino de La Mancha viven con el mismo fervor las fiestas populares y religiosas que se celebran desde generaciones atrás

Baile popular en Argamasilla de Alba. Foto Ruta del Vino de la Mancha

Hay fiestas que son un pasaporte a la nostalgia, a los aromas de las cocinas de las abuelas, de los ruidos de las atracciones, de la música estridente en la plaza central, del desorden de las sobremesas, de las largas comidas populares, del aroma a pólvora de los petardos.

Muchas de esas fiestas se sienten en la región central de España, donde a lo largo de los pueblos que conforman la Ruta del Vino de La Mancha, que tuvieron su pistoletazo de salida el pasado fin de semana con la fiesta de Moros y Cristianos que se realizó en Alcázar de San Juan.

Este evento es una invitación a viajar al tiempo de las guerras contra los reinos musulmanes, que tiene su punto cumbre con la Entrada Mora y Cristiana, con los participantes vestidos de templarios, jenízaros y almorávides que desfilan entre carrozas, fuegos de arcabuces y todo el despliegue de homenaje medieval.

Baile tradicional en Pedro Muñoz. Foto Ruta del Vino de la Mancha

Religión y tradición

La siguiente fecha que sigue en el calendario es la Romería de San Cristóbal, en las localidades de Villarobledo y Pedro Muñoz.

La fiesta de Moros y Cristianos de Alcázar de San Juan marca el inicio de una intensa agenda de celebraciones, procesiones y eventos musicales en La Mancha

Dado que es el patrón de los conductores, el 10 de julio entra por las calles acompañados de los cláxones de camiones, en una celebración donde están presentes modelos de automóviles y motocicletas antiguas.

También en Villarobledo, pero para el 25 de julio, está la Corrida de la Bandera, donde la imagen del apóstol Santiago desfila por las calles entre danzas tradicionales y verbenas, en un acontecimiento que se remonta al s.XVI.

Otra fiesta dedicada a Santiago, junto con Santa Ana, es la del pueblo de La Solana, en Ciudad Real, que se realiza entre el 22 y 27 de julio.

Festejos de Moros y Cristianos en Alcázar de San Juan. Foto Ruta del Vino de la Mancha

Son días de conciertos y presentaciones de orquestas y grupos folclóricos, que se suman a las jornadas de Vino entre barricas, donde las bodegas de la localidad organizan festejos en medio de espectáculos musicales, con el añadido de concursos agrícolas y suelta de vaquillas.

Los pueblos donde nadie descansa en verano

El 2 de agosto el pueblo de Pedro Muñoz celebra las fiestas de la Virgen de Nuestra Señora de los Ángeles, donde Mayeras y Rondadores visten sus trajes típicos entre orquestas, puestos de comida y bailes.

Villarobledo no descansa, porque el 15 de agosto, que se realiza la antigua ofrenda a la Virgen de la Caridad, en los Jardinillos Municipales hay una maratón de eventos musicales y bailes, con el añadido de corridas de toros.

El día 28 es el turno de El Toboso, realizadas en honor a San Agustín, donde además de las procesiones religiosas siempre hay espacio para recordar al Quijote y su amada Dulcinea.

Atardecer entre los viñedos de La Mancha. Foto Ruta del Vino de la Mancha

Vinos y cielos estrellados

No muy lejos esta Socuéllamos, donde está el mayor viñedo en pie de Europa, que del 8 al 14 de agosto está la fiesta en honor al Santísimo Cristo de la Vega, que comienza con un despliegue de fuegos artificiales.

Y atención a la alternativa local del programa Vino bajo las estrellas, donde las noches de verano se maridan con música y degustaciones en la Torre del Museo del Vino, donde las bodegas locales aprovechan para difundir sus novedades.

Espectáculos musicales

Al terminar agosto Tomelloso vive la pasión de su feria, una de las más importantes de Castilla-La Mancha, donde se presentarán Viva Suecia (26 de agosto), India Martínez (27 de agosto) y M-Clan (28 de agosto).

Concierto en Tomelloso. Foto Ruta del Vino de la Mancha

La Plaza de España y los Jardines del Parque son epicentros de otros encuentros, como la Fiesta de la Vendimia del día 24, que continúa dos días después con la Fiesta del Vino donde siete bodegas presentan sus tintos y blancos.

India Martínez, M-Clan, La Oreja de Van Gogh y Miguel Ríos son algunos de los artistas que se presentan en las fiestas de los pueblos manchegos

Uno de los puntos cumbres es la Fiesta de las Letras, un certamen literario que lleva 71 años ganando un espacio en el universo literario regional.

Más música habrá en la Fiesta Ye-Yé de la Sierra de los Molinos, donde se podrán ver a Miguel Ríos en el Auditorio Municipal (24 de agosto), mientras que el Día de la Juventud y el Día de la Poesía serán la excusa para escuchar a La Oreja de Van Gogh (27 de agosto).

En tanto cada sábado en Campo de Criptana es posible asistir a la molienda nocturna que se realiza en el Molino de la Burleta, con su teatralización quijotesca y en la que que, si hay suerte, se puede complementar con vistas a la lluvia de las Perseidas.

Jornadas cervantinas en El Toboso

Encuentros literarios

En estas tierras que vieron cabalgar a Don Quijote es lógico que haya homenajes al autor de la obra española más universal.

Son las Jornadas de Teatro Cueva de Cervantes, que a mediados de agosto se hacen en Argamasilla de Alba, una celebración cultural que casi coincide con el XX Curso Internacional de Dirección de Bandas de Música.

Representación en Argamasilla de Alba. Foto Ruta del Vino de la Mancha

Ya para cerrar este intenso calendario de fiestas de pueblo está el ciclo Escenarios de Verano, que Alcázar de San Juan organiza con 30 espectáculos musicales, de circo y danzas en varias plazas de la localidad.

Uno de los espacios más emblemáticos es el auditorio natural creado en la cantera de los molinos en el Cerro de San Antón, donde la cultura se disfruta entre los viñedos.

Y no es lo único que se puede vivir en esta villa: el 6 de agosto sus espacios turísticos abren sus puertas en la Noche del Patrimonio, donde las noches se disfrutan entre obras de teatro, conciertos de música y danzas tradicionales. Y acompañadas de vino manchego, por supuesto.

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